Repudiamos la represión del gobierno de Barrionuevo y de la Ministra de Educación, Bernal que alentó este accionar planteando el desalojo de las porteras de Ledesma semanas atrás. Esta vez las porteras de San Salvador tomaron 19 escuelas exigiendo el pase a planta transitoria. Están cansadas de presentar notas y no conseguir respuesta alguna del gobierno provincial. Tal es el estado de desesperación que una de ellas llegó a intentar prenderse fuego y terminó hospitalizada.

El usurpador es el gobierno, que precariza el empleo

El gobierno reprime a mujeres que se encontraban con sus hijos y luego las detiene como si fueran delincuentes, las acusa de “usurpación de edificios públicos”, cuando son ellas las que se hacen cargo todos los días de que las escuelas estén limpias y en condiciones, y el gobierno solo se ocupa de recortar más el presupuesto educativo. En realidad, ellos son los delincuentes y los perjudican a los niños, al negarse a pagarles desde hace años un verdadero salario a las porteras y al mantener a los docentes en la pobreza cobrando por debajo del costo de la canasta básica de alimentos, hoy en $ 1580.

La ministra Bernal descaradamente quiere ocultar con los desalojos, que las porteras están desde hace 7 años o más, cobrando $270 en negro -$150 paga el estado nacional y $120 el Estado provincial- por trabajar de lunes a viernes 6 horas, llegando en una escuela a ser dos porteras las que tienen que preparar el almuerzo para 150 chicos.

Más del 50% sin derechos laborales

El trabajo en negro llega a cifras récord del 51,5% y el Estado es uno de los principales empleadores utilizando los beneficiarios de planes sociales como mano de obra barata para las tareas más duras. El trabajo en negro y la crisis educativa es responsabilidad de los políticos del PJ, la oposición y la UCR que desde hace años rifan la educación, la salud, mientras subsidian con millones a los monopolios del tabaco y cobran exiguos impuestos a los ingenios azucareros como Ledesma.

Pase a planta permanente de los trabajadores

Por eso, basta de trabajo en negro, que caigan ya los cargos por delito, por los cuales el gobierno acusa a las porteras, por intermedio policial y el poder judicial. Que las direcciones del Frente de Gremios Estatales rompa con toda tregua al gobierno y tome como una de sus principales exigencias, a la par del aumento salario, el pase a planta permanente de todos los trabajadores en negro, de una sola vez. Esta política uniría a trabajadores permanentes con los precarios en la lucha por conquistar nuestras reivindicaciones, y abriría la posibilidad concreta de torcerle el brazo al gobierno.