Mientras la burguesía levanta muros por la zona y extiende despidos y suspensiones, decenas de trabajadores y trabajadoras de las fábricas y empresas se juntaron el sábado pasado en una asamblea partidaria para avanzar en la organización política. Más de 300 personas, entre militantes, delegados y activistas simpatizantes del PTS, mujeres organizadas, estudiantes y jóvenes gritaron “presente” en el local Obreros de Astarsa, de Pacheco.

Participaron trabajadores de la alimentación, plásticos, metalmecánicos de la UOM y del SMATA, docentes; estudiantes terciarios y universitarios (UNGS, UNLU, UNSAM, UTN). Compañeras de Pan y Rosas y Nosotras; jóvenes de No Pasarán; y compañeros del CeProDH Abrió la asamblea Katy Balaguer informando sobre el reciente triunfo de la comisión interna de PepsiCo contra la burocracia de Daer. “Fue contundente -comentó-; y clave la militancia de las compañeras. Y eso que las mujeres somos minoría.”

Los patrones hacen política

Continuó Christian Castillo, dirigente nacional del PTS, que comentó la situación política, en el marco de la crisis internacional que sigue desarrollándose, señalando el agotamiento del kirchnerismo y las maniobras de la burguesía para intentar recomponer a la UCR y el PJ. Explicó cómo cada fracción de la clase dominante hace política en función de sus intereses, desde las patronales agrarias y sus “rentenciones cero” que significaría, como dijo De Angelis, “un lomo a 80 pesos” o el plan que todos comparten que es devaluar el peso. Al mismo tiempo comparten lo esencial de una campaña para naturalizar a la policía y a la gendarmería en los barrios obreros. “Ya no se plantean hacer demagogia sobre cómo terminar con la pobreza, ahora sólo discuten ponerlos tras un muro”. Castillo destacó además que “los capitalistas tienen planes distintos; pero tienen una unidad y coinciden en descargar la crisis sobre nosotros”; por eso “la clase obrera debe hacer política y levantar un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, construir un partido de la clase trabajadora con ese fin”

No alcanza con luchar en las fábricas

Tomó la posta Raúl Godoy, dirigente nacional del PTS y del sindicato ceramista de Neuquén. Godoy subrayó los elementos de unidad y odio de clase que comienzan a notarse en sectores de trabajadores. Los ejemplos de los aceiteros de Dreyfus, la solidaridad en Villa Mercedes, que paralizó el Parque Industrial ante los despidos en Tersuave; los trabajadores de la carne, los ejemplos en la zona de los obreros del vidrio de Pilkington. Las primeras respuestas de resistencia ante las patronales que aprovechan la crisis para despedir a los compañeros contratados o “limpiar” las fábricas de activistas, mientras aumentan los ritmos de producción y congelan salarios. Asimismo, planteó la imposibilidad de luchar sólo por fábrica: “es necesario que las organizaciones de masas levanten un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Realizar un trabajo amplio en los sindicatos para que franjas enteras puedan levantar un programa de salida a la crisis y luchar por un partido propio de la clase obrera. Contra la CGT que convoca a una marcha para lograr puestos en las listas electorales del PJ, y la CTA que se encuentra dividida entre los que apoyan al gobierno y los que estuvieron con las patronales del campo.” Para terminar dejó planteado “debemos revertir estos años de reacción ideológica; radicalizar nuestra práctica militante, métodos y formas”.

Se terminan los tiempos de paz

Los compañeros de la regional, Gerardo Campos y Jonatan Ros, expusieron que “los tiempos de paz se terminaron, los tiempos del empleo más o menos asegurado para una parte de los trabajadores que año a año discutían en paritarias. La crisis capitalista vino a terminar con esta situación. Frente a esto surge la necesidad de darnos nuevos objetivos y encarar un proyecto ambicioso para la construcción partidaria en la zona. En primer lugar, es necesario tener política hacia las organizaciones obreras de masas. No se puede luchar por el reparto de las horas de trabajo, por ejemplo, o enfrentar la política de devaluación sin luchar al interior de los sindicatos para que éstos levanten un programa de salida de los trabajadores frente a la crisis.

No alcanza con coordinarnos entre los sectores combativos como lo hacemos, se precisa una política mucho más amplia. Por ejemplo -comentaron-, en la Alimentación tenemos que avanzar como corriente alternativa a la dirección burocrática de Rodolfo Daer. Potenciar la agrupación que impulsamos junto a los compañeros independientes en las tres principales fábricas de la alimentación, Terrabusi, Stani y PepsiCo, extendiendo lazos con 10 fábricas más del gremio, planteando que es necesario romper con la sumisión hacia las patronales que hoy existe. Frente al apoyo de la dirección del sindicato a los candidatos del PJ, planteamos allí la necesidad de que la clase obrera construya su propio partido para que la crisis la paguen los capitalistas. Es necesario que las agrupaciones obreras se den estos grandes objetivos. En cada lugar, en Gráficos, en metalmecánicos, en docentes y en otros sectores es necesario tener proyectos de este tipo, que variarán según nuestro propio desarrollo y la situación de cada lugar. Creemos en este sentido que el SUTNA de San Fernando debería tener una política hacia el conjunto de la CTA. Se trata de tener una política acorde a la magnitud de la crisis.”

Plantearon en este marco que “los sindicatos sólo agrupan a los trabajadores en blanco y que un partido revolucionario no puede construirse sólo allí. Debemos profundizar un fuerte trabajo de organización entre las mujeres trabajadoras y la juventud, que son los sectores más oprimidos de la sociedad, allí encontraremos energía y combatividad. Tenemos que seguir avanzando también en la construcción de una fuerte corriente universitaria, para construir una intelectualidad marxista que sea parte de este gran proyecto de poner de pie un fuerte partido revolucionario en la zona norte. Al mismo tiempo nos planteamos llegar a miles de trabajadores y de jóvenes a través de las radios que en cada zona se pondrán en funcionamiento en estos días, utilizando la web tv que puso en pie el PTS a nivel nacional y usando la campaña electoral para llegar ampliamente con nuestra ideas. Nuestro objetivo es organizar a cientos para llegar a miles de compañeros”.

Las compañeras de Nosotras, en Pan y Rosas, contaron la campaña de organización entre las obreras de la alimentación, y contra la campaña de la derecha con “SU seguridad no es la nuestra” en los barrios obreros, y denunciaron “los ritmos de explotación como la causa principal de las enfermedades que padecemos”. Los jóvenes del No Pasarán contaron la campaña por la aparición de Luciano Arruga, que van a redoblar en los colegios y barrios de la zona. A la vez, una delegación de los más de 25 estudiantes universitarios presentes expresaron la experiencia de fusión con los compañeros de la agrupación Avanzada, que empezaron a militar en el PTS, y la pelea que venimos dando en las cuatro universidades (UNGS, UNLU, UNSAM, UTN) por forjar una camada de intelectuales revolucionarios orgánicos de la clase trabajadora.

En el final, los compañeros abogados contaron el trabajo en el terreno político-legal que vienen realizando contra los despidos y suspensiones, contando la lucha contra los despidos discriminatorios en Pabsa, en Dana y Lear. Allí tomó la palabra Carlos Morelli, que anunció su incorporación al CeProDH. Luego, charlando con él, nos dijo: “me conmovió ver tantos compañeros jóvenes jugándosela por organizarse.

¿Por qué el PTS? No es casual. Creo que quienes tienen un sentimiento revolucionario pueden crecer en las grandes crisis; y la que se avecina es importante. Hasta hace poco uno podía luchar o movilizarse por fuera de los partidos políticos. Ante lo que se viene hay que tomar partido... no se puede seguir haciendo las cosas a los ponchazos. Como viene la mano vamos a tener que estar muy bien organizados. Vamos a tener problemas de trabajo; la crisis golpeará más fuerte y habrá represión. Son momentos para empezar a hablar en serio”. Al cierre, el escritor obrero Martín Ruta 8, leyó el prólogo de su libro dedicado a la lucha de la mujer trabajadora, “Tiempo de sueños y esperanzas”, conmoviendo a la asamblea y abriendo una nueva etapa para la regional.