La votación de ENARSA encontró unidos al tradicional bloque del PJ, a los transversales y a Claudio Lozano de la CTA. En los papeles, la empresa con mayoría estatal podrá explotar los yacimientos (si los hay) de la plataforma submarina, e intervenir en cualquier negocio energético. Ahora, en el debate estuvo ausente la entrega de las riquezas petroleras a las multinacionales realizada por el menemismo; así con el argumento de la creación de una empresa estatal se convalidó la estafa de los ’90.
ENARSA, contará con unos 25 empleados, y su inversión será de unos 125 millones de pesos, el capital privado tendrá un 35%, mediante acciones que cotizarán en la bolsa. De esto se desprende que lo único que podrá hacer es alquilar o tercerizar la explotación de la plataforma marítima o cualquier otro emprendimiento que lleve adelante. De más está decir que quienes participarán de este negociado serán las multinacionales petroleras que vienen saqueando nuestras riquezas, llevándose, llegado el caso de encontrar petróleo o gas, el 35%. Bajo el argumento de la intervención del Estado, se abre las puertas a una nueva privatización. Un negocio menemista, rescatado bajo gestos kirchneristas.

"A pesar de lo extenso del debate (...) este no fue una acalorada discusión sobre política energética"1

ENARSA surgiría para dar solución a la crisis energética desatada a principios de año. Pero, como describimos, esta empresa no podrá solucionar ninguna crisis. Por otra parte los recursos energéticos están, pero en manos del imperialismo, que prefiere exportarlos para obtener mayores ganancias. "Las exportaciones de gas aumentaron el 7,6% durante el primer semestre y en el primer mes de la supuesta "crisis del gas", marzo, crecieron el 9%. A pesar que la legislación vigente prohíbe taxativamente las exportaciones de gas natural cuando el mercado interno se encuentra desabastecido"2. La crisis es producto de contradicción entre un servicio público, gas y petróleo, y la propiedad privada de los mismos, el gobierno no puede aplicar la ley porque, en este caso, choca contra la propiedad privada de los medios de producción, así la tan mentada soberanía nacional, al igual que dicha ley, no es más que letra muerta ya que el Estado no puede disponer de sus recursos naturales. Por esto Kirchner prefirió cortar el abastecimiento de energía a las industrias, importar fuel oil y gas a valores mucho más elevados que en el mercado local (un subsidio indirecto), garantizando las ganancias extraordinarias de las multinacionales y su política de depredación de las riquezas naturales. "Desde que la antigua Gas del Estado construyó y puso en operación, en 1988, el Neuba II, no se incorporó ningún nuevo gasoducto para el abastecimiento del mercado interno. Mientras que 13 millones de argentinos carecen de acceso al gas natural por redes, entre 1996 y 2003 se construyeron y entraron en operación 10 nuevos gasoductos para la exportación"3. Para el año que viene piensa hacer lo mismo, destinó para este fin unos 762 millones de pesos4, para la compra de fuel oil, en el presupuesto 2005.
Tenemos que recordar que la privatización de YPF fue una de las más escandalosas, y derivó en el saqueo de la nación. La lucha es por renacionalizar el petróleo y el gas de todo nuestro territorio, y ponerlo bajo control de los trabajadores, recuperando una de las principales palancas de la economía nacional como son los yacimientos, explotación y distribución de combustibles para la producción de energía y derivados, y colocarlo al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre.

1 Clarín 08/10/04.
2 Página/12, 11/10/04.
3 Página/12, 11/10/04.
4 Clarín 25/09/04.