Ya hace un mes que el compañero contratado Pablo Llañez casi pierde un brazo cuando le quedó entre los rodillos de una máquina. La patronal y el sindicato, ambos responsables por las condiciones de trabajo, reaccionaron enseguida: la patronal despidió a la líder de la línea y a la jefa de producción, dejó efectivo a Pablo y el gerente de producción lo fue a ver a la casa, seguramente a ofrecerle plata para que se calle la boca y no denuncie el accidente. Pero la familia ya inició una causa penal contra la empresa. Desde el sindicato denunciaron a la empresa en el Ministerio de Trabajo, mientras que Daer ya fue tres veces a la fábrica a “revisar las condiciones de seguridad”, habló de formar una comisión de seguridad integrada por trabajadores y hasta fue a la casa del compañero. Pero a los contratados hace mas de un año que, como ellos dicen, los tienen con “el dedo en el c…”, renovándoles el contrato mensualmente y obligándolos a hacer horas extras. Ya no aguantan la bronca por todo lo que les hacen pasar y se empezaron a organizar. Esta semana sacaron una hoja de denuncias contra la empresa y el sindicato que está circulando por toda la fábrica, para decirnos a todos los efectivos que para cambiar esta situación no queda otra que organizarnos y comenzar a luchar juntos. Hoy es la hoja, pero puede seguirle el quite de colaboración de extras, generando las condiciones para recuperar las asambleas comunes entre contratados y efectivos y pararle la mano a la patronal. Los trabajadores efectivos tenemos que ponernos a la cabeza de lograr esta unidad con estas/os jóvenes contratadas/os que con sus acciones quieren empezar a cambiar la historia en Terrabusi.