En las plantas del Polo Petroquímico de Bahía como en los parques industriales de la provincia, un puñado de grandes multinacionales y empresarios nacionales son los verdaderos beneficiarios del modelo “nacional y popular” promovido por los K, Scioli y los intendentes. igual que en los ‘90, estos parásitos empresarios no hacen más que destapar champagne con una fiesta de millones de dólares. 

Mientras ellos se dedican a hacer cuentas, pasean en sus camionetas último modelo y viven en countries privados, los que laburamos en las plantas soportamos el malestar de trabajar y vivir de manera precaria. Fue esta precariedad la que denunciaron hace unas semanas las trabajadoras de Kromberg bloqueando con piquetes las puertas del Parque Industrial de Pilar.

La precariedad laboral es una política patronal implementada desde la promulgación de las leyes de flexibilización y reforma laboral votadas por los gobiernos de Menem y la Alianza, firmemente mantenidas bajo la década K, con el silencio cómplice de la oposición de derecha y centroizquierda. Esta precarización significa que 8 millones de personas tengamos que levantarnos a las 4, 5, 6 de la mañana, cumplir jornadas de trabajo que van de 9 a 12 hs o más, cobrar salarios que no alcanzan ni para llegar a mitad de mes, en condiciones insalubres o sin las herramientas apropiadas, sin derecho a la sindicalización, soportando la prepotencia y el manoseo constante de las patronales. La juventud y las mujeres son los que más sufren este drama, paseándose años por consultoras de empleo eventual, que te contratan por unos meses en los peores puestos y luego te echan. Ni hablar de los que ni siquiera encuentran estos empleos basura, y que son más de 1 millón y medio de personas que siguen desocupadas. La precariedad también se traslada al conjunto de nuestras vidas, ajustando el cinturón para pagar el alquiler y los impuestos, en barrios donde siempre hay algún problema, si no es el gas, es la luz o el agua, mientras las fábricas a veces consumen los recursos que necesita la población de toda una ciudad.

En estas elecciones vamos a levantar una tribuna de organización y lucha de la juventud y el conjunto de la clase trabajadora en todo el país, para terminar con la precarización laboral. Basta de trabajo en negro. Abajo el gran negocio de las tercerizadas y las agencias de empleo eventual. Todos los trabajadores en blanco y en planta permanente. Por un salario que tenga como piso un sueldo acorde a la canasta familiar hoy situado en $ 8 mil e indexado automáticamente según la inflación. Libertad plena para la organización sindical. No a los despidos.