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Internacionales

Tensión en Venezuela

3 de marzo 2004


Por quinto día consecutivo se produjeron en los barrios de clase media de Caracas, bastiones de la oposición antichavista, distintos tipos de disturbios con calles bloqueadas, quema de neumáticos y enfrentamientos con la Guardia Nacional (GN). La vuelta de la tensión en las calles se debe a que tres miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) decidieron cuestionar la validez de una importante cantidad de firmas juntadas por la oposición que respaldan la convocatoria para un referendo revocatorio que acortaría el mandato del presidente Chávez. Esta decisión del tribunal electoral pondría en cuestión la realización del referendo. Los disturbios de estos días son parte de una escalada iniciada el viernes 27 cuando una manifestación de la oposición que pretendía entregar un documento a los presidentes reunidos en la Cumbre de los Quince fue reprimida por la GN y el ejército. Como saldo quedaron dos muertos de la oposición y un simpatizante chavista. El domingo 29, Chávez convocó a una nueva demostración de fuerza congregando a decenas de miles de sus partidarios donde hizo un discurso denunciando la injerencia de EE.UU. en los asuntos de Venezuela, dijo que : -"yo no soy Aristide" y amenazó con cortar el suministro de petróleo a EE.UU. El párrafo dedicado a los opositores también fue desafiante -"no me obliguen a sacar los tanques a la calle para disolver la policía metropolitana" (afín a la oposición).
La juntada de firmas para convocar al referendo revocatorio es producto de un acuerdo entre Chávez, la oposición, la OEA y el Centro Carter y el visto bueno del Departamento de Estado yanqui. El referendo revocatorio es un procedimiento avalado por la Constitución Bolivariana. Chávez aceptó este acuerdo ya que luego del fracaso del golpe de estado de abril de 2002 y el lock out patronal logró dividir y debilitar a la oposición y calculó ganarle en las urnas. También era una forma de aplacar la gran polarización social en que se encontraba el país. Pero esta misma salida de "conciliación" con la oposición golpista y proimperialista es lo que ahora está generando la creciente tensión ante la posibilidad de que el referendum finalmente no se realice. Aunque frente a esta situación Chávez ha elevado su retórica contra Estados Unidos y la oposición patronal, su política seudonacionalista que mantiene intactas las bases del estado capitalista semicolonial, es el gran obstáculo para avanzar sobre la verdaderas fuentes del golpismo en el país: la gran propiedad y los intereses imperialistas.
Los trabajadores y el pueblo han derrotado en las calles al golpe gorila en abril de 2002 y han sabido enfrentar el lock out patronal en la estratégica industria petrolera. Estas luchas han demostrado que no hay posibilidad de conciliar los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre, con los de la oligarquía capitalista y el imperialismo. A la conspiración y la provocación permanente de estos se le debe contestar con una política ofensiva, golpeándolos donde más les duele: en las bases de su poder económico, político y militar. Los trabajadores y las masas populares deben movilizarse en forma independiente, para luchar por expulsar al imperialismo -que hoy ocupa Haití - y por la expropiación de los bancos, las empresas, los medios de comunicación y la tierra de los personeros de la oposición como la única forma de empezar a derrotar las provocaciones de hoy que mañana pueden terminar en nuevos intentos de golpe de estado e intensificar la injerencia y agresión yanqui en el país.

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