Con estas palabras Juan, padre de Martín Quintana, joven asesinado por un policía en el barrio Jose I. Díaz de Córdoba, culminó la marcha que se realizó al Precinto 14°, el 6 de Agosto (ver declaración en www.pts.org.ar).
Unas 300 personas acompañamos a los familiares y amigos de Martín, recorriendo el barrio, sumando más gente pero finalmente nunca llegamos a la comisaría, vallada dos cuadras a la redonda con gran número de policías preparados para la represión. El mismo día del asesinato, los vecinos se movilizaron y descargaron su justa bronca contra el Precinto y fueron reprimidos. La bronca se respiraba en el ambiente, especialmente entre los más jóvenes. Según decían los vecinos “luego de lo de Martín, la policía se puso más jodida, los pibes no pueden salir a ningún lado, los paran, los molestan y hasta les hacen burla”.
Una nutrida delegación de compañeros, jóvenes secundarios y universitarios del CeProDH, No Pasarán y el PTS participamos de la marcha y nos pusimos a disposición para seguir la lucha por el juicio y castigo a los asesinos. Planteamos que era necesario continuar con las marchas todos los viernes, como ellos habían decidido, pero que era muy importante convocar a organizaciones de DDHH y centros de estudiantes a formar una comisión contra la represión para luchar por el castigo a los responsables del asesinato de Martín, preparando una gran movilización en el centro, que el caso salga nuevamente a la luz. Los grandes medios lo “borraron” de su agenda y sólo salió al día siguiente de los incidentes en la comisaría donde la “noticia” eran estos incidentes y no el asesinato.
Familiares y amigos agradecieron nuestra presencia y acordamos seguir impulsando la campaña y comenzar a discutir con los jóvenes la necesidad de organizarse para enfrentar la represión policial. Lamentablemente casi ninguna de las organizaciones de izquierda se hizo presente, salvo PO, con algunos escasos militantes. Llamamos a los organismos de DDHH, centros de estudiantes y partidos de izquierda a comenzar una campaña contra las medidas represivas de la dupla De la Sota-Juez.