La lista Roja-Violeta (PTS, MST2 e independientes) superó el 21% de los votos, recibiendo la adhesión de 814 telefónicos y obteniendo 10 miembros en el consejo de representantes (congresales). Esta gran elección extiende la discusión abierta tras la lucha de diciembre sobre qué sindicato necesitamos para triunfar: si pelear por lo posible y continuar con las maniobras burocráticas como dice y hace la Azul y Blanca (del moyanismo, CTA, PO, MST 1 más el apoyo del PCR), o luchar y organizarnos por enfrentar lo que las privatizaciones y las multinacionales nos robaron, extendiendo una real democracia obrera.
A pesar de las trabas económicas y burocráticas que nos puso la dirección del gremio, nuestra fuerza como oposición es que encarnamos dentro de telefónicos el sector del movimiento obrero que empieza a cuestionar las direcciones burocráticas y plantea que la democracia directa es la única garantía para conseguir conquistas a la altura de las necesidades.
Nuestro programa no es sólo para los trabajadores que hoy reconoce la dirección (que es apenas un porcentaje de los que trabajamos en telecomunicaciones), es para todos los precarizados de Atento, TP y todos los call centers, los contratistas y tercerizados. No hay que esperar los tiempos y la voluntad política de la Azul y Blanca para obtener conquistas. Estamos en condiciones de salir ya con un plan de lucha unificado por aumento salarial y pase a convenio de todos los tercerizados.
Nuestra lista ha llevado adelante una campaña militante, realizando asambleas en los edificios de Telefónica y Telecom, donde se fue reflejando la simpatía de los compañeros que aportaron económicamente, surgiendo una camada de activistas que luego hicieron propia la campaña. Nuestras ideas y programa llegaron a miles. La nacionalización de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores junto con comisiones de usuarios fue refrendada y no es algo ajeno al sentir de los telefónicos.
A diferencia de lo que dice el PO no es la base la que retrasa la lucha sino la dirección de la que ellos son parte. Esta elección demuestra lo contrario y marca que la unidad de acción de la izquierda es posible y filosa. Con la fuerza de esta importante elección, llamamos a seguir peleando por un sindicato verdaderamente democrático, abierto a todos los trabajadores, enfrentando los métodos burocráticos que intentan imponer los dirigentes de la CGT y la CTA, y que lamentablemente el PO y el MST 1, cubren y sostienen.
Nos proponemos formar una corriente en telefónicos que junto con el Subte, Lafsa, Zanon y todos los trabajadores combativos ayudemos a forjar un nuevo movimiento obrero. Por eso, vamos a seguir peleando por un nuevo encuentro de organizaciones obreras que continúe la coordinación del 2 de abril y ponga en pie una Comisión de Enlace.