“Hoy, 12 de diciembre, fecha que será histórica, la recordaremos como la primera gran marcha ambiental a Plaza de Mayo, en repudio de la desidia gubernamental, la laxitud en las leyes y en su cumplimiento, la búsqueda ambiciosa de réditos políticos y económicos, la corrupción; causas fundamentales por las que todos los días perecen muchos ciudadanos en nuestro país.”
Así culminaba el documento firmado por centenares de organizaciones ambientales, sociales y políticas que fue leído ante 5.000 personas en la Plaza de Mayo. Desde el PTS estuvimos presentes con decenas de compañeros –sin banderas como pidió la asamblea de Gualeguaychú– repartiendo volantes y periódicos.
Luis Alfaro, miembro histórico de la Asamblea de Gualeguaychú, se regocijó diciendo que “no pensaba que íbamos a tener tanta repercusión, porque hay gente de todo el país. Acá hay gente de Jachal, 1.500 Km., de Esquel, 2.000 km.,… hay gente de todo el país”. Fue la primera marcha ambiental nacional que se ha hecho en Argentina, motorizada por la ejemplar lucha de los asambleístas de Gualeguaychú. Las pasteras, la minería a cielo abierto en el norte y el sur del país, la contaminación de las napas por los rellenos sanitarios, la catástrofe del monocultivo sojero y las semillas transgénicas, la desolación de la Cuenca Riachuelo-Matanza y el Reconquista, la contaminación por los transformadores con PCB, la desertificación y el desmonte, son sólo algunos de los innumerables problemas que configuran las desastrozas consecuencias contra el medio ambiente del capitalismo argentino y que estuvieron presentes en la movilización en el centro del poder político del país. 

Ambiente de negocios 
Mientras transcurría la marcha, en la Rosada, Kirchner y Alberto Fernández, se reunían con el titular de la española ENCE, Juan Arregui, para anunciar la relocalización de la pastera en Punta Pereyra, sobre el Río de la Plata. En el marco de la disputa con Uruguay, el acuerdo con el imperialismo español resulta evidente cuando el anuncio se hace primero en Argentina. “No venimos aquí a contaminar. Esto no contaminará”, dijo Arregui. “La planta tendrá los más altos estándares y el impacto ambiental será el mínimo”, asintió Fernández. Así, de pronto, ENCE no contamina, y Botnia si. A confesión de partes, relevo de pruebas... ENCE va a comprar madera argentina. “Necesitamos madera y la Argentina tiene una posición buena”, dijo Arregui. (La Nación, 13/12/2006)
Los buenos oficios del Rey de España han comenzado a dar resultado y el gobierno de Kirchner, gran aliado de la Repsol y el imperialismo español, no quiere dejar escapar nuevos negocios, como al parecer se le escapó a Busti al pedir más coima de la necesaria a Botnia antes de que decidiera emplazar su planta en Uruguay y no en Entre Ríos.
Hacer de la cuestión ambiental un gran negocio no es una novedad para el kirchnerismo. En la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático que se hizo en Buenos Aires en el 2004, gestionaron la venta de bonos de carbono de los “capitanes de la industria” a las potencias imperialistas; hoy el gobierno libera subsidios para la reconversión de las empresas capitalistas a “tecnologías limpias” que nunca se implementan. La agenda ambiental de Kirchner no es más que una agenda de negocios.

Fortalecer las asambleas y los cortes de ruta
Morales Solá escribió en su editorial dominical de La Nación, “Estamos peor. Ahora hay cortes, con características distintas, en todos los puentes con Uruguay. El gobierno argentino espera las decisiones de las asambleas de Gualeguaychú, de Colón y de Concordia como si se trataran de resoluciones de las Naciones Unidas.” Esta evaluación, muestra el punto más fuerte de la lucha de la población de Entre Ríos contra las papeleras. Pero es también un alerta de las maniobras que el gobierno va a utilizar contra los cortes de ruta, como hizo el fin de semana pasado mandando matones a levantar el corte que se inició en Concordia.
Como nos dijo Ramón Cabrera, de la Asamblea de Concordia, “en este momento estamos en un impasse (…) vamos a realizar una nueva asamblea para ver si podemos cortar el puente, ya que este fin de semana fue impedido por la gente del PJ… Vino un grupo numeroso que responde al gobernador Busti para impedir que realizáramos el corte, que igual fue garantizado por una hora”. A esto se sumaron las amenazas a los asambleístas de Colón para que levanten el corte.
La importante marcha a Plaza de Mayo es la base para fortalecer las asambleas y los cortes y enfrentar las provocaciones del gobierno que, al no poder reprimir como lo hizo con los petroleros de Las Heras, propiciará cada vez más la acción de matones para atacar los piquetes, quebrar la lucha y negociar las condiciones para la instalación de Botnia con Tabaré Vázquez.

¡Basta de Contaminación y Saqueo Ambiental!
El documento leído en la marcha a Plaza de Mayo denunció “la depredación de nuestro medio ambiente por parte de monopolios extranjeros y sus socios nativos. Estos intereses ya no sólo pretenden la mano de obra barata de los países dependientes (…) sino que también nos quieren usar como basureros para una producción que no está permitida en sus propios países”, y reveló que “estas prácticas están amparadas en el secreto de los procesos industriales y extractivos y el rechazo por parte de las empresas y el gobierno a la formación de auditorías independientes a cargo de los trabajadores y organizaciones ambientalistas y sociales”.
El documento enumeró también los problemas ambientales más resonantes que llevan años afectándonos y sentenció: “No nos arrodillamos. Estamos dispuestos a defender con la lucha nuestros recursos naturales y el derecho a una vida digna para todos”. Estos puntos pueden sentar las bases para un programa de lucha que debe ser tomado por la clase trabajadora, empezando por las organizaciones combativas. Los socialistas revolucionarios del PTS creemos que sobre esa base, la resolución de las consecuencias ambientales de la voracidad capitalista, sólo puede plantearse seriamente en la perspectiva de la nacionalización y confiscación de las industrias contaminantes y los recursos naturales, poniéndolos bajo la gestión directa de los trabajadores y la población, en el camino de la planificación racional de la economía por un gobierno obrero y popular.
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Trabajadores uruguayos

Durante la marcha, dialogamos con Pablo Antoría, de la Asamblea del Callejón de la Universidad de Montevideo. Reivindicando la marcha nos dijo: “Esto tenemos que hacer en Uruguay. Hace un mes, en nuestra central sindical, la PIT-CNT, un 45% de los trabajadores se opuso por voto secreto a la instalación de las papeleras, y un 55% se pronunció a favor. Pero lo importante de esto es que a pesar de toda la presión que metió el gobierno de Tabaré, la mitad de los trabajadores del Uruguay se opuso a la instalación de Botnia y no están de acuerdo con que vengan estas multinacionales (…) En Uruguay también habemos quienes nos oponemos al imperialismo económico, que desde el nacimiento de Uruguay de la mano de los ingleses nos ha marcado nuestro destino.”
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Chile: la Armada en defensa de otra papelera contaminante

Hace dos meses en Chile, el gobierno de la “socialista” Bachelet puso a la Armada pinochetista a “proteger” la papelera española Celco, en Valdivia, denunciada por la contaminación de la zona, particularmente en el humedal del Río Cruces. En una protesta ambiental los marinos dispararon con armas de fuego contra la población que resiste a la papelera. Otra muestra de la completa subordinación al imperialismo de los gobiernos “progresistas” latinoamericanos, como el del Frente Amplio en Uruguay.