Tras las tensiones que acompañaron las negociaciones del Gobierno con el FMI, se abre una nueva instancia en la relación de la Argentina y la deuda externa. Los compromisos impuestos y acordados entre los buitres imperialistas del G7 y los bravos pichones de paloma que anidan en la Casa Rosada profundizan la voluntad de entrega y de pago de la deuda, reforzando la subordinación y la pobreza de la nación. La capitulación, pactada en Dubai en septiembre pasado, a través del histórico 3% del superávit fiscal en pago de los intereses y reconocimiento a la par de la deuda a los organismos internacionales -que supera el 1,8 que pactó en su momento el menemismo-, constituye un salto político de profundo significado de cara a los próximos meses.

Honrando toda la deuda

 

Si se trata de reflejar el acuerdo como ganadores y perdedores, tal como pretende la prensa "progresista", se debería expresar que el país sigue perdiendo. Como señala un periodista el nuevo "compromiso consiste en elevar de forma paulatina el superávit actual del 3%"1. El repunte de la Bolsa de Comercio, sitio lejano a cualquier alegría popular, no hace más que reflejar en números la letra del pacto2. Pero aun hay más. Según La Nación, Kirchner se "comprometió a llevar ‘negociaciones significativas’ con los acreedores"3 privados. Para ello se firmó el decreto que entrega del control de las negociaciones al comité de bancos que comanda Merril Lynch (ver recuadro) y sus socios. El cambio debilita la capacidad de maniobra de Argentina, ya que reunifica el frente de la deuda en una negociación única bajo el mando del FMI y el Comité de Bancos. El imperialismo, por lo tanto, avanzó en reunificar el control de la totalidad de la deuda argentina, y pasará a monitorear y dirigir las negociaciones de los acreedores privados. Las comisiones rondarán los 500 millones de dólares. El plan B, no era más que otro abrazo a los bancos. Como ya denunciamos, "la causa nacional" pasa a manos de Merril Lynch.

Dureza y retorica

 

Este escenario muestra un avance en la dureza de los buitres imperialistas, que irá en aumento. Si bien EE.UU. viene jugando a favor de los pichones sureños, ello podría empezar a agotarse, como lo demuestra la resolución elevada por el senado republicano al FMI, exigiendo el aumento de las tasas que paga la Argentina. En junio o a más tardar en septiembre el gobierno deberá mejorar y sellar el pago a los bonistas en default. De acordar el gobierno la quita del 75%, cosa poco probable frente a la dinámica en curso, la pregunta es cuánto dinero más van a girar en los próximos años. El 3%, es una variable que en la actualidad se ha disparado un 19% más que lo estipulado en septiembre, dada la recuperación económica4, y que junto a los pagos a los acreedores aumentará en millones de dólares, que multiplicarán en las misma magnitud las necesidades y penurias populares. Como expresamos antes, Lavagna comprometió una mejora a la oferta sobre los bonos en default. Las garantías del ministro son varias: un nuevo bono atado a la recuperación del PBI, un bono con respaldo por la recaudación impositiva o bien un bono perpetuo. Analistas burgueses, alejados por un instante de su cinismo natural, consideran "que hay margen para que el Gobierno mantenga su consigna política de pagar un 25% y, que a la vez, la oferta se mejore en términos concretos"5. La operación, que se guarda bajo siete llaves, tenderá a ajustar los números a favor de los acreedores, aplicándose un descuento sobre el valor real medido a cambio de altas tasas de interés. Con todo, el capital financiero ya ha trazado el camino: los bonos en cuestión cotizan por encima del 35% actualmente. Con lo cual, ese será el piso. El pago del 25% que esgrime el gobierno se debilita tras cada paso.

Sobre trabajadores, patrones e imperialismo

 

La economía argentina está subordinada y atada a la deuda externa. Su relación es brutal: 132% sobre el PBI nacional (en Brasil sólo es de 58%). El gobierno avala la impunidad e ilegalidad de una deuda que ni siquiera se molestó en investigar, siendo su fraude "materia comprobable" hace ya varios años6. Su reconocimiento y pago no hace más que agravar el desempleo y la pobreza, y los nuevos compromisos asumidos anuncian un ajuste mucho más fuerte al corto y mediano plazo. Todo ello en un marco donde "algunas proyecciones razonables muestran claramente que aun mejorando mucho las actuales metas de refinanciación, la economía tiene para al menos una década de recomposición".7 Y esto haciendo una proyección lineal sobre los precios internacionales de la soja y petróleo, junto a las bajas tasas de interés del Tesoro norteamericano (que se estima comiencen a subir), que en algún momento sufrirá los descensos lógicos del ciclo capitalista. Por consiguiente, las negociación con el imperialismo no garantiza ni siquiera el desarrollo capitalista futuro. El no pago de la deuda y la ruptura con el FMI y los organismos de crédito es el único paso posible para encarar seriamente el problema que asfixia a los trabajadores y al pueblo desde hace décadas. El gobierno y los patrones nacionales junto al imperialismo sólo respetan la tasa de ganancia, y es la única bandera que defienden. En las manos de los trabajadores y el pueblo están las llaves para hacer girar y transformar la situación. El resto, es cinismo e hipocresía burguesa.

1 Marcelo Bonelli; Clarín, 17/03/04. Según la nota esta seria una de las concesiones argentinas al FMI en la carta acuerdo firmada.

2 "El desenlace de la crisis provocó un repunte de los mercados financieros y bursátiles locales (…) el índice Merval de la Bolsa porteña subió el 5,89 por ciento." La Nación 12/03/04.

3 La Nación; ANSA, 11/03/04.

4 En cuanto al 3% firmado en Dubai: "según prevén en promedio los economistas, a nivel gobierno nacional los pagos serán (…) 19 por ciento más de lo nominalmente estipulado." Julio Nudler, Página 12; 05/03/04.

5 La Nación 14/03/04.

6 Elementos que surgen claramente en la investigación realizada por Alejandro Olmos, que se puede ver en un documental de reciente estreno: "La mayor estafa al pueblo argentino".

7 Le Monde diplomatique, Carlos Gambetta, Marzo del 2004.

 

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¿Qué es Merrill Lynch…?

Merril Lynch, es la institución financiera elegida por el gobierno de la "dignidad nacional" para comandar el Comité de Bancos. Kirchner, aparentemente, pasó por alto su frondoso prontuario sobre el manejo de la deuda externa en la región. En 1997, en Brasil, el Gobierno de Cardozo le cedió la evaluación y negociación de la principal sociedad pública la Vale do Río Doce, empresa minera; "Merrill Lynch fue acusado por numerosos parlamentarios brasileños de haber devaluado en un 75% las reservas de minerales de la empresa"1. Asimismo, bajo Menem, el gobierno le confió al banco norteamericano "la evaluación del valor de YPF. Merryl Linch deliberadamente redujo en 30% las reservas petroleras disponibles"2. A la vez, Merril Lynch, fue responsable de manejar el megacanje de Cavallo en junio del 2001, una de las más fraudulentas de todas las renovaciones de la deuda argentina, que elevó la misma de 30.000 millones de dólares a 55.000; mediante la emisión de nuevos bonos a tasas de más del 15%. ¿Esta banca es la garantía para no pagar con el "hambre y la pobreza del pueblo"?...

H.E.

1 Eric Toussaint; Fuente: O Globo, 8/4/97, Brasil.

2 Eric Toussaint.

 

 

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Desembolsos, tribunales y privatizadas

La opresión perversa de la deuda sobre las masas populares no tiende a modificarse y el gobierno la alimenta día a día. Por ejemplo: el desembolso hecho el 10 de marzo de 3100 millones de dólares, que representa el 20% de las reservas, no retornarán así porque si como se escribe vulgarmente en la prensa oficial, sino bajo nuevos préstamos con nuevas tasas de interés que se suman a la cadena histórica de expoliación imperialista. Sin olvidar, que el giro fue hecho sobre palabras de promesa, que aún deben ser ratificadas por el FMI. El otro punto relevante es que toda discusión en torno a la deuda de acá hacia delante; toda "diferencia legal", será zanjada en los tribunales internacionales. La autonomía nacional pasa a manos de los jueces norteamericanos y europeos. Esos tribunales que el imperialismo se niega a aceptar cuando se trata de juzgar los crímenes de genocidio que está cometiendo en Irak, fallaran sobre las negociaciones. Asimismo, el gobierno, según la carta elevada al FMI, "se comprometió al cierre de la renegociación de los contratos de mayor parte de las privatizadas"1, Naturalmente, queda esbozado el aumento de tarifas, y se alinea la letra con el 10% de inflación estipulado en el presupuesto.

H.E.

1 Clarín, 10/03/04.