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Informaciones Obreras

Triunfo parcial de los trabajadores

Seguir el ejemplo de Tersuave - Villa Mercedes (San Luis)

16 de junio 2005

La lucha de Tersuave se inicia en abril, a raíz de los despidos de siete compañeros. Los trabajadores deciden en asamblea ir a la huelga y cortar la salida y entrada de camiones a la fábrica, reclamando varios puntos, entre ellos: el cese de los despidos, aumento salarial y un nuevo médico laboral. La burocracia del sindicato de la pintura a nivel nacional con el Secretario General Pedro Zambeletti, que venía de traicionar hace ya dos años la lucha de los trabajadores de Tersuave y Disal contra la fusión de estas empresas, en la primer audiencia con la patronal, presenta una propuesta que consiste en pasar $100 que recibían en tickets al básico en efectivo. Esto provocó la bronca de los compañeros, que pedían un aumento de entre $300 a $350. La burocracia, al no poder imponer sus manejos, se terminó retirando, ante los abucheos de los trabajadores que quemaron la bandera del sindicato. De allí en más se dedicarían a boicotear la huelga, visitando a los trabajadores menos convencidos, generando rumores e incluso ofreciendo dinero para que desistan de la huelga. La patronal, con la complicidad del gobierno de la provincia, aducía, ante la ausencia del sindicato, no reconocer como parte a los trabajadores y a sus delegados, negándose a negociar y apostando al desgaste.
Pero no lo lograron, luego de 40 días de huelga, gracias a la acción de algunos trabajadores, entre quienes estaban aquellos que asistieron al Encuentro Nacional de Nuestra Lucha, no aceptaron el acuerdo y decidieron cortar en forma total la ruta nacional N° 148 que atraviesa el Parque Industrial Sur y afectaron las producciones de importantes f˜àbricas. Mientras cortaban, los trabajadores de estas empresas que iban a trabajar se bajaron de los colectivos en señal de solidaridad. Las grandes patronales, para quienes cada minuto sin producir significa enormes pérdidas, a través de la UIA presionaron y demandaron a la patronal de TERSUAVE. Esto hizo que la justicia laboral tomara parte. Finalmente, la patronal tuvo que firmar: un aumento no remunerativo de $ 600 en efectivo y 200 en tickets, el compromiso de que en 9 meses no habrá despidos y un plazo de 10 días para negociar con los trabajadores el monto del aumento al básico.

Las lecciones

Si bien se trata de un triunfo parcial ya que aún queda el tema del aumento, esta lucha es un gran ejemplo ya que es parte de los primeros pasos que estamos dando los trabajadores mercedinos en la organización y la lucha. Los compañeros pudieron resistir a las amenazas de la patronal y al hambre gracias al apoyo de los trabajadores de distintas fábricas, estudiantes y docentes que impulsaron el fondo de huelga y rodearon de solidaridad la lucha. El triunfo no se consiguió con artilugios legales de un abogado ni con negociaciones por arriba de la burocracia. Se consiguió con una medida de lucha que afectó lo que a la patronal más le duele: sus ganancias.
El gobierno del Alberto, que dice gobernar “para el pueblo” no hizo nada, los compañeros viajaron a San Luis, sin obtener respuesta. Sólo cuando cortaron la ruta apareció un funcionario haciéndose el desentendido. Esto es así porque la familia Rodríguez Saá gobernó siempre para las grandes empresas, que sacan enormes ganancias con la promoción industrial, mientras al bolsillo del trabajador se destina una miseria y las peores condiciones de trabajo. A veces, ni siquera permiten la sindicalización, todo eso con la complicidad del “Ministerio del Capital” (el equivalente a lo que sería el Ministerio de Economía, del cual depende el Ministerio de Trabajo) Es tal la sumisión de estos gobernantes a los empresarios, que mientras los trabajadores de Tersuave cortaban el acceso a la fábrica, la patronal producía en Santa Fe, con el sello de San Luis, violando así la ley de promoción industrial sin que hubiera queja de gobernación. Esto demuestra que las leyes y los funcionarios están hechos para los ricos, mientras que a los trabajadores sólo nos queda la lucha.
Los trabajadores de Villa Mercedes tenemos que tomar el ejemplo de estos compañeros y empezar a organizarnos en asambleas por fábrica, para luchar por nuestras condiciones de trabajo y recuperar los sindicatos de las garras de los dirigentes traidores, que negocian con las patronales y el gobierno a nuestras espaldas. Hay que poner en pie comisiones internas, elegir delegados, echar a los que no cumplen con el mandato de la mayoría y confiar en nuestras propias fuerzas para enfrentarnos a las patronales y a su representante: el gobierno de los Saá.
 

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