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Se les frustró la Asamblea universitaria trucha

LAS CAMARILLAS DE LA UBA, EN DEFENSA DE UNA UNIVERSIDAD PARA LOS CAPITALISTAS

Se les frustró la Asamblea Universitaria trucha

El lunes 6 de agosto se realizó la primera Asamblea Universitaria desde el 18 de diciembre, día de la escandalosa asunción del veterinario Rubén Hallú como rector de la UBA. Si aquella sesión confirmó el contenido de su política y la subordinación del rector al gobierno nacional (que garantizó el congreso y 700 policías), esta “Asamblea” tuvo la intención, en lo formal, de lavarse la cara posando de “democráticos”, pero para avanzar en algunos contenidos restrictivos y pro capitalistas.

Octavio Crivaro

9 de agosto 2007

Crisis presupuestaria y grandes empresas: ¿Cómo se financia la UBA?

Fue la negativa de la gente del rector a encarar la discusión del problema presupuestario lo que hizo que la Asamblea Universitaria se desinflase hasta naufragar. Desde ya que no puede extrañar que la UBA dirigida por un bloque reaccionario de peronistas, radicales, macristas y con un rector K, se niegue a reclamar el presupuesto para solucionar la sangría del Hospital de Clínicas, otorgar un salario al 52% de la planta docente que trabaja “ad honorem”, pagar salarios acordes a la canasta familiar, lanzar miles de becas para hijos de trabajadores, o resolver la crisis edilicia que provoca que haya facultades separadas en 4 sedes (Sociales).
Sin embargo, las camarillas de la UBA tienen una “salida” a la crisis presupuestaria: por eso se proponían legalizar en la Asamblea Universitaria la práctica ya generalizada de la utilización de recursos privados. El economista Axel Kicillof1, denunció que un monto equivalente al 40% del presupuesto de la UBA se obtiene por “aportes” privados. Es decir, que las empresas líderes en cada disciplina “colaboran” con dinero a cambio de determinados investigaciones, o de formar profesionales con una orientación específica.2 Demás está decir que esta práctica condiciona todos los contenidos: por poner un ejemplo, ningún empresario va a financiar una carrera de Arquitectura que diseñe un masivo plan de obras públicas para acabar con el problema de la falta de vivienda. ¿Alguien se imagina a Bagó o Roche financiando investigaciones para enormes planes de medicamentos gratuitos genéricos para las epidemias sociales? 3

En otros casos las facultades actúan como “agencias de empleo” al servicio de empresas telefónicas, call centers, medios de comunicación, o en la industria. Allí, la propia facultad obtiene por contrato un “diezmo” que roba al nuevo trabajador precario, convirtiendo a las facultades en empresas tipo “Manpower”.
La “antidemocracia” universitaria

La discusión sobre democratización tiene como trasfondo la lucha contra este contenido de clase de la universidad. Toda exigencia por democratizar la UBA, debe ir de la mano de atacar el poder de la oligarquía que gestiona la UBA “para los capitalistas”. Así se explica por qué las camarillas de la UBA quieren “reformar” los estatutos en una instancia digitada por ellos mismos, y se niegan a que sean los 300 mil estudiantes, los 40 mil docentes y los casi 10 mil no docentes los que discutan qué UBA necesitamos.

Dentro de las camarillas, sin embargo, han surgido dos tendencias. Los sectores más ligados al PJ y la UCR sostienen que el actual es un “gran estatuto”. ¡Por supuesto, si éste consagra la dominación de su puñado de profesores! Frente a ellos, el sector de decanos centroizquierdistas propone medidas de maquillaje para ocultar el mismo contenido procapitalista. Proponen que los cargos ejecutivos (decanos, directores de carrera) sean electos con el voto directo ponderado, y aumentar la participación de los estudiantes en los consejos directivos de las facultades (actualmente es de 4, por cada 8 profesores). Ya en lo estrictamente formal, este planteo es reaccionario: en la elección, se opone al elemental criterio de “una persona, un voto”, calificando el voto de un puñado de profesores; se opone a la mayoría estudiantil; y se niega a levantar el reclamo de un claustro docente unificado. Sin embargo, en lo que es más rechazable, es en lo que caracteriza históricamente a la centroizquierda: ofrecen este “gatopardismo” como forma de no cuestionar el contenido de la universidad, que ellos también usufructúan. Por ello la política del Bloque Schuster-Sorín, lejos está de ser una alternativa al bloque de Hallú, sino que se trata de una variante edulcorada de lo mismo.

Nuestro programa

Desde En Clave ROJA levantamos que todos los órganos de gobierno de la UBA cuenten con mayoría estudiantil, claustro único docente, voto de los no docentes; además reclamamos consejos directivos en los colegios Nacional de Buenos Aires y Comercial Carlos Pellegrini, y que todos los funcionarios cobren lo mismo que un docente. En organismos así, y en una Asamblea Universitaria estatuyente de la que participen a través de delegados los miles de estudiantes y trabajadores, podrían anularse los convenios con grandes empresas, expulsar a todos los miembros de la dictadura de la UBA, establecer acuerdos con organizaciones de trabajadores, etc. Por otra parte, en cada facultad debería cuestionarse el conjunto de los planes de estudio que “forman” desde la óptica de naturalizar el actual orden social capitalista, impulsarse cátedras paralelas, etc. Esta es la perspectiva para construir una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

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