¿Cómo va la campaña?

Los compañeros que integramos la lista venimos recorriendo varios edificios donde nos encontramos con una realidad distinta a la que pinta el oficialismo. Esto, debido a que el aumento recibido el año pasado aparte de no ser lo que nos merecíamos o lo que necesitábamos, hoy directamente está muy por debajo de la canasta familiar.
Ante esto se demuestra que teníamos razón de oponernos a firmar un acuerdo por el 20 % de la masa salarial (con el decreto de gobierno incluido) así como la cláusula que impide discutir salario hasta el 2006. Pegado a nuestro conflicto surgió el de los trabajadores de subte, que consiguieron un porcentaje del 44%. ¡Más del doble que nosotros! Esto demuestra que los telefónicos con la fuerza con la que llevamos adelante la lucha podríamos haber conseguido mucho más de lo que la Azul y Blanca firmó. Hoy muchos gremios como SMATA y otros vienen de firmar salarios de $1800 o más.
La defensa incondicional de aquel acta lleva a Claudio Marín, Secretario Adjunto, a plantear en la campaña que es mentira que los trabajadores de subte consiguieron ese monto, intentando así tirar para abajo el triunfo de subte y defender lo indefendible que es una dirección que en la negociación le cedió a las empresas y al gobierno. 

¿Cuáles son sus diferencias centrales? 

Nosotros queremos un sindicato democrático, donde la base decida de verdad, y combativo para desarrollar todas las energías de los trabajadores, no para frenarlas. Además, a la Azul y Blanca no le parece mal que los monopolios imperialistas sigan manejando estas empresas y acumulando superganancias. Por el contrario, los compañeros de la lista opositora vemos la necesidad de abrir el debate ante miles de trabajadores sobre quiénes deben tener el manejo de las empresas de las telecomunicaciones y al servicio de quién. Por eso, para la Violeta la pelea de fondo es luchar por recuperar el manejo de estas empresas nacionalizándolas pero bajo gestión de los trabajadores y usuarios populares y no de los funcionarios al estilo María Julia. 
Sabemos que esta es una discusión a llevar adelante no sólo por los trabajadores telefónicos sino por el conjunto de los trabajadores de las privatizadas y de la población para terminar con el saqueo a nuestra nación e implementar desde las telefónicas un servicio beneficiando al conjunto de la población trabajadora y pobre. Y que esto implicará una dura lucha.
Nosotros estamos por enfrentar a las direcciones de la CGT y de la CTA y profundizar la coordinación con lo sectores combativos y antiburocráticos como Subte, Zanon, Garrahan, Lafsa, y otros, para avanzar hacia una nueva dirección del movimiento obrero. 

La buena recepción que nuestra propuesta tiene en importantes sectores de los telefónicos, no sólo los más nuevos sino en la vieja guardia que viene de ENTEL nos hace ser optimistas con las perspectivas que tenemos de consolidar una corriente clasista en nuestro gremio.