“El hallazgo de Loma de la Lata eleva a 16 años las reservas de gas”, dice el gobierno neuquino, reivindicando la unidad de acción con Cristina. El MPN está batiendo el curioso récord de cobrar las regalías más bajas de América Latina. El 18% contra el 37% de Perú, cuyo gobierno es arquetipo de política neoliberal.

La apuesta de Sapag y Cristina es aún más “generosa” con las petroleras. Gracias al programa “Gas Plus” lo extraído en los nuevos yacimientos se pagará hasta tres veces más. “A partir de la firma de un acta entre gobiernos, el gas que se obtenga de yacimientos no convencionales (shale o tight) se pagará al productor hasta 6 dólares el millón de BTU y no a 2,20 como se hace con el gas extraído de yacimientos convencionales” (La Nación, 6/12).

El gobierno quiere generar presupuesto con la típica teoría neoliberal del “derrame”, que en la práctica comparte el gobierno nacional: que las petroleras se sigan llevando millones por día permitiría que entre un poco más de dinero por las regalías y “generar empleos”.

El Sindicato Petrolero de Pereyra, que viene de firmar la paz social con las empresas y el gobierno, demuestra una vez más su pérfido corporativismo burocrático, cambiando el aval al saqueo de Repsol por prebendas y puestos de trabajo, que no está dispuesto a defender, como lo saben los cientos de despedidos y suspendidos. Mientras, faltan más de 40.000 viviendas en la provincia y el sistema público de salud y educación se cae a pedazos.

Los antiguos “abanderados” del aumento de las regalías, el UNE que impulsa la conducción de la CTA local, se llamaron a silencio y se centran en temas municipales, sin plantear ninguna alternativa. Mientras, las ganancias de Repsol se incrementaron un 80% durante el año y el promedio diario de la industria petrolera es de $20 millones. La política actual del gobernador con la colaboración de Cristina reforzará este curso entreguista y antipopular.

Muchos trabajadore/as dicen que ahora Sapag no puede decir que le faltan recursos para atender los reclamos de aumentos o de presupuesto para educación y salud. Es cierto, pero sería un error que las organizaciones obreras reclamemos sólo nuestras reivindicaciones, sin cuestionar el saqueo que se viene. Si en estas condiciones el gobierno va a contar con mayores recursos, imaginemos todo lo que se podría hacer si el petróleo y el gas se renacionalizaran bajo control de los trabajadores.

Hay que plantear una alternativa de la clase trabajadora y el pueblo frente a esta política de saqueo que lo único que genera es más riqueza para los mismos de siempre. Hay que debatir en todos los lugares de trabajo, asambleas y cuerpos de delegados de base, cómo podemos plantear una alternativa. Desde el PTS consideramos que es la renacionalización sin pago del petróleo y el gas, bajo control de los trabajadores, para hacer una explotación racional de los recursos, que respete al medioambiente y los derechos históricos de las comunidades mapuces y se oriente a resolver las necesidades populares de Neuquén y todo el país.