Varios trabajadores nos comentaban que José Rodríguez, comenzó el año agitando en las asambleas de las principales automotrices que los trabajadores mecánicos se tenían que sentir orgullosos de ser el gremio con mejores salarios ($ 1850) y que este año, le guste o no al gobierno, a la CGT de Moyano y a las empresas, el aumento iba a ser del 32%. Dos meses de negociación, amenazas de paro que nunca se concretaron y un quite de colaboración de casi un mes que agotó más a los trabajadores que a las empresas. El gremio hizo oídos sordos a los compañeros que reclamaban a sus dirigentes “corte de Panamericana”, paros escalonados, y medidas más contundentes para lograr el objetivo, y entonces el resultado es un aumento del 15% mas 5% no remunerativo, acorde a las necesidades de Kirchner. Después para el 2007 un 5% en enero y otro igual en marzo. El 32% esta…en el año 2007!!! Pero si esto no es muy “orgulloso” que digamos, viene abrochado un segundo año a un ¡¡8%!! hasta marzo de 2008 en 2 cuotas de 4%, una no remunerativa. Gran disposición a la pelea salarial había en las bases para romper el techo salarial del gobierno nacional. Pero los dirigentes no quisieron dar esta pelea. En un momento inmejorable de la industria, donde hay nuevas inversiones en Toyota, Ford y VW, con nuevos modelos y compromisos muy importantes de exportación, no se hizo nada serio para que SMATA logre el 32% en este año. Y encima, cuando todos los sindicatos criticados por la cúpula del gremio firmaron el 19% por un año, el SMATA le regala a las empresas un segundo año de grandes negocios a cambio de un 8%, para que los trabajadores vivamos pendientes de horas extras, única forma de tener un salario acorde a lo que necesita un trabajador para vivir dignamente.

Se podría haber logrado
Si las asambleas “informativas” se hubieran hecho resolutivas, fue el año pasado, hubieran obligado al gobierno nacional, que no quiere conflicto a aceptar el justo reclamo. Si las comisiones paritarias hubieran funcionado y llevaran el mandato del conjunto de los compañeros a cada reunión, si en lugar de unidad de cúpulas de las terminales hubiera sido unidad de todos los obreros en asamblea general, como hicieron los aeronáuticos en la Federación de Box, se podría haber logrado. En síntesis, hacía falta dirigentes que quisieran hacer fuerza y no las reuniones secretas que terminaron en acuerdos que, con el pasar del tiempo, perjudicarán a los trabajadores.

El gremio firma sin consultar
Los compañeros están enojados, con justa razón. ‘¿De qué sirve apoyar o no el acuerdo si ya está firmado?’ se preguntaba un compañero.
Es necesario que se empiecen a organizar los activistas, con delegados y trabajadores opositores y combativos, incluso de otros gremios y empresas, para apoyarnos unos a otros, aprender de otras experiencias, y cuando llegue el momento en que la mayoría de los mecánicos digan “esto no se aguanta mas” y salgan a pelear, encuentren en gente honesta y luchadora, una nueva dirección de los trabajadores, contra las empresas y su gobierno.