El pasado 16 de febrero directivos universitarios custodiados por la policía intentaron desalojar la toma del estacionamiento de la sede de sociales de Marcelo T de Alvear, y así recuperar una mina de oro deseada por el rectorado. Este espacio lo venimos ocupando producto de la lucha por el edificio único del cuatrimestre pasado, denunciando que ese grandioso negocio va a parar a las arcas del rectorado, en lugar de financiar mejoras edilicias en las 3 sedes que se caen a pedazos.

Frente a este ataque, el Director de Carrera de Ciencias de la Comunicación , Alejandro Kaufman, envió una carta a la Junta de Carrera (de la cual En Clave ROJA es parte por la mayoría estudiantil) en la que expresa su preocupación por el “trastorno urbanístico” generado por el estacionamiento ubicado dentro del predio de la universidad, también reconoce que “no puede menos que considerarse atendible la demanda estudiantil en favor de un uso sustentable del espacio lindero al edificio de la facultad, en lugar de encuadrarla como una trasgresión sin un debate previo”. Y manifiesta lo “inconducente” de la respuesta judicializadora por parte del rector Hallu, el mismo que valló el Congreso y reprimió a los estudiantes para asumir el cargo.

Estas afirmaciones del Director de Carrera nos parecen muy importantes y saludamos su repudio a la judicialización de los reclamos estudiantiles, sobre todo después que el mismo Kaufman haya tildado de “amarillistas” y “privatizadores” a los estudiantes que nos organizamos por mayor presupuesto y el edificio único para sociales. Y de haber minimizado la toma de la facultad el cuatrimestre pasado, después de que una viga caiga sobre una compañera en un baño de Marcelo T y de alinearse acriticamente junto al gobierno nacional en el conflicto del campo, adhiriendo al Observatorio de Medios a espaldas de los estudiantes.

Por todo lo mencionado, es que nos parece sumamente saludable que hoy modifique su actitud y se pronuncie por las demandas estudiantiles y repudie el intento de judicializar nuestros reclamos, como así también su llamado a espacios de discusión en donde se puedan abordar todas estas cuestiones.

Sin embargo, no coincidimos con Kaufman en que este es “un litigio ínfimo, referido a unos pocos metros cuadrados”; todo lo contrario, la toma del estacionamiento puso al desnudo que el usufructo de un negocio bastante rentable para el gobierno de la universidad no esta destinado a dar respuesta a las exigencias de los miles de estudiantes de Sociales que cursamos hacinados y en condiciones paupérrimas, que hay un estacionamiento que factura cientos de miles de pesos mientras el edificio único sigue postergado desde hace 10 años. En la carrera de Comunicación las salas de edición, de radio y los equipos en general son totalmente desbordados por los 10 mil estudiantes que cursamos a diario.

Cuántas mejoras se podrían realizar si ese dinero fuese destinado a las necesidades de los estudiantes, quienes no tenemos el más mínimo derecho democrático de decidir el destino de los fondos de la UBA. Resulta curioso que Kaufman pase por alto esto y el intento de violar la autonomía universitaria mediante el ingreso de las fuerzas represivas del Estado, cosa que no se hacia desde la última dictadura militar. Pero lo más curioso es que ni siquiera mencione a los principales responsables de esta situación: el rector Hallu, y el mismo Schuster que hasta ahora sólo ha guardado silencio.

El conflicto del estacionamiento es bastante ilustrativo de la situación de la UBA, del ahogo presupuestario por parte del gobierno nacional y la desidia del gobierno de la universidad que se dedica a administrar la miseria y a repudiar a los estudiantes que salen a luchar en defensa de la educación pública.

También pone de manifiesto lo antidemocrático del régimen universitario, en donde los miles de estudiantes, cientos de docentes y no-docentes somos excluidos de estas cuestiones, sin el mínimo poder de decisión en este régimen de voto ponderado (donde el voto de un estudiante vale menos que el de un graduado, y el de este menos que un docente); este mismo régimen fue el que llevó a Kaufman a ser Director de Carrera con solo el 13.46% de los votos entre los estudiantes (donde se impuso Mangone, triplicando los votos del actual Director).

En un año en el cual se volverá a votar Director de Carrera y que promete ser convulsivo, atravesado por una crisis económica a nivel mundial sin precedentes que, como se ha demostrado históricamente, va a traducirse en recortes a la educación y la salud publica, intentando descargar los costos de la crisis sobre los trabajadores y el pueblo pobre; estas declaraciones suenan más a una reubicación pensando en el calendario electoral que otra cosa.

Desde ya saludamos su repudio al intento represivo, pero si Alejandro Kaufman quiere realmente apoyar a los estudiantes, debe pronunciarse públicamente frente a toda la comunidad académica, exigiendo que Schuster haga lo mismo, abriendo la discusión sobre el destino de los fondos en la universidad y su crisis presupuestaria. También debería apoyar el proyecto presentado al rectorado por parte del Centro de Estudiantes para hacer de este negocio un espacio para los estudiantes.

En Clave ROJA – Comunicación

Mayoría estudiantil en la Junta de Carrera de Comunicación