I. Resolución sobre programa de acción nacional y campañas políticas

Fundamentos sobre la situación política y programa

1. Nuestra Conferencia se reúne pocos días después de la primera movilización masiva de un sector de la clase obrera sindicalizada en Plaza de Mayo con demandas justas contra el gobierno kirchnerista, a pesar de la política nefasta de Hugo Moyano de no dar ninguna continuidad a la lucha por imponer los reclamos y utilizar esa fuerza de los trabajadores para su interna en la CGT y el PJ. Todo el gran debate nacional desarrollado en torno al impuesto al salario y el conflicto entre el gobierno nacional y el Sindicato de Camioneros de la semana previa al acto, vuelve a poner en cuestión la relación entre la clase trabajadora, el gobierno y el peronismo, en el marco de una economía nacional que se frena y una crisis que quieren hacer pagar (y ya lo están haciendo) a los trabajadores.

Frente al paro de Camioneros, el gobierno de Cristina venía mostrando a las claras, nuevamente, a qué clase responde. Como ya ocurrió en el 2009 cuando Scioli ordenó el desalojo de la ocupación de Kraft con la Guardia de Infantería, como también ocurrió con la represión a los hermanos inmigrantes sin techo que ocupaban terrenos en el Indoamericano, o con las comunidades Qom en Formosa, otra vez recurrió a la represión estatal poniendo a la Gendarmería del “Proyecto X” a intentar desalojar los piquetes y quebrar una huelga de trabajadores. El nuevo discurso de Cristina ha convertido a los gendarmes en “pobres víctimas” de trabajadores “egoístas”. Cuando las papas queman, el supuesto Mandamiento K “no reprimirás” desaparece.

A su vez, el impuesto a las ganancias aplicado a los salarios, muestra que prefieren atacar el salario de los trabajadores antes que meterse con las ganancias de los capitalistas: quieren “distribuir” entre los pobres y no tocar a los ricos. Este impuesto afecta tres veces más trabajadores este año que en el 2007. Mientras el 35% de los trabajadores que están en negro ganaban en el 2011 un promedio de $1800, y los “privilegiados” que están en blanco un promedio de $3900, poco más de la mitad del costo de la canasta familiar, los empresarios, como dijo Cristina, “se la llevan en pala” más que en la época de Menem: las ganancias empresarias fueron en promedio de un 37,2% durante el período K (2003-2010) un tercio por encima del promedio de la convertibilidad menemista del 24,8% (1993-2001). La explicación es simple: desde el pozo del 2002, los salarios reales crecieron, pero recién en el 2008 alcanzaron el nivel del 2001 (luego de 6 años), mientras que todos los años creció la productividad de cada trabajador. ¡Más que pala fue una topadora! ¡Y ahora quieren hacernos creer que “no les cierran los números”!

2. El gobierno se viene negando a aumentar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y a subir el techo de las asignaciones familiares, porque necesita mayor recaudación del estado para seguir pagando la deuda usuraria, financiando la fuga de capitales y subsidiando a los empresarios. Al igual que otros gobiernos antiobreros, quiere financiar la “fiesta” capitalista con una parte del salario obrero. Cristina había anunciado, ni bien asumió, la suba de tarifas y el recorte del gasto público para responder a la crisis fiscal que vienen cubriendo con los fondos de la ANSES. Lo que llamó “sintonía fina”. Pero la rebelión de los estatales de Santa Cruz y la masacre ferroviaria de Once le impidieron atacar directamente el salario de los estatales y aumentar los boletos de trenes y ómnibus. Apelaron entonces a recortar gastos públicos y buscar toda fuente de financiamiento adicional posible y poner un techo a las paritarias por debajo de la inflación.

Ahora por una disputa política por la sucesión presidencial, pero motivado fundamentalmente por el déficit fiscal, el gobierno nacional no envía fondos a las provincias, lo que ya llevó al ex menemista Scioli al anuncio de que se pagarán los aguinaldos de los estatales provinciales en cuotas, medida que tampoco se puede descartar en Santa Fe y en Córdoba.

Esto se da en el marco de la crisis internacional que ya ha llevado a un freno del crecimiento de Brasil y China. Contra las ilusiones del gobierno K, la economía argentina también se está frenando bruscamente. De un crecimiento del 8% en 2011, está pasando a un 3% o menos este año. En las ramas más afectadas por el comercio con Brasil, como las automotrices, ya comenzaron las suspensiones, recortes de extras y despidos. Los primeros perjudicados son los compañeros contratados. Hay cierres de plantas de otras ramas que exportan a ese país, ante la guerra de trabas comerciales entre los dos países para intentar “protegerse” de la crisis. Pero las tendencias recesivas tarde o temprano se extenderán a todas las ramas de la economía.

3. Desde la izquierda clasista venimos alertando que la crisis internacional seguirá desarrollándose y que los capitalistas insistirán en descargarla sobre las espaldas de los trabajadores. Mientras los gobiernos de los países centrales han gastado varios billones (millones de millones) de dólares en rescatar a los bancos, según la OIT, desde el pico de la crisis en 2008, hay 27 millones de desocupados nuevos, totalizando 200 millones en todo el mundo. Y entre los que tienen empleo, 900 millones de trabajadores ganan menos de 2 dólares por día. En la Unión Europea, la recesión se traduce en despidos y brutales recortes del gasto público en salud y educación. Ya cayeron, por movilizaciones o por elecciones, 18 gobiernos. La crisis muestra cómo los capitalistas compiten entre sí para ver quién pierda más y quién sobrevive, como se ve en las pujas entre Estados Unidos y Alemania conduciendo buena parte de la Unión Europea, o la burocracia restauracionista china buscando su “lugar en el mundo”. Estas brechas preanuncian mayores enfrentamientos. Pero todos ellos están de acuerdo en que los principales “pagadores” deben ser los trabajadores. Esto da nuevos fundamentos al internacionalismo de la clase obrera, que comienza por apoyar a todos los que luchan por sus derechos en todos los países. Ahí vemos la dura huelga de los mineros españoles que ya lleva varias semanas de marchas, piquetes y enfrentamientos con la policía contra el cierre de las minas. Las huelgas generales en varios países europeos. O las nuevas movilizaciones masivas en Egipto. O la juventud que se levanta, por distintas reivindicaciones, en Chile, México, el Estado Español o en el mismo corazón imperialista de los Estados Unidos. La experiencia de los trabajadores argentinos con el gobierno kirchnerista es parte de esta nueva etapa signada por la crisis y la creciente lucha de clases a nivel internacional.

4. En Argentina, como en todo el mundo, los políticos patronales se debaten entre dos formas de hacernos pagar su crisis: ajustes directos (despidos, rebajas salariales directas, etc.) o indirectos (devaluaciones e inflación que licuan los salarios reales, aunque aumenten en dinero). El impuesto al salario o la suba de tarifas, son ataques del primer tipo. La inflación del segundo tipo. Hay sectores patronales (como Lavagna, sectores de la UIA ¿en acuerdo con Moyano?) que alientan por una devaluación mayor del dólar, lo cual empujaría más la inflación, y así “bajar” más los salarios pero de forma indirecta, como ya pasó en el 2002. Los trabajadores debemos estar alertas y denunciar las dos vías de ataque.

5. Es una vergüenza que los “progresistas” del gobierno K estén defendiendo el impuesto a los salarios como si los trabajadores que ganan un poco más que el costo de la canasta familiar fueran “privilegiados”. Quieren “nivelar” los salarios para abajo.
Todas las personas que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, mientras no cumplan tareas gerenciales, de mando (jefes, capataces, líderes) ni su nivel de ingresos les permita acumular capital (explotando trabajo ajeno), son trabajadores explotados por la clase capitalista, los dueños de los medios de producción, de distribución y de cambio. Estamos en contra que los asalariados “financien” el estado mediante el IVA y menos que menos mediante impuestos al salario.
Moyano dio en la Plaza una gran lección de peronismo: dijo que los empresarios también son trabajadores. Esto es una idea bien peronista pero totalmente falsa: si los patrones están en sus oficinas muchas horas “trabajando”, en ese tiempo no producen nada sino que se dedican a ver cómo aumentar sus ganancias en base a la explotación de los que sí hacemos funcionar la economía capitalista y generamos toda la riqueza social. Como demostraron los obreros de Zanon y las obreras de Brukman, las fábricas pueden funcionar sin patrones pero no sin trabajadores. Moyano expresa cómo los burócratas sindicales piensan más como patrones que como trabajadores. Esto es lo nefasto de la ideología del peronismo para justificar que “trabajadores y patrones deben ir de la mano”, y lo dijo junto con reivindicar al Perón de la “unidad nacional” y del Pacto Social antiobrero de los ‘70. Por esto le propuso a Cristina “sentarse a dialogar” planteando que está dispuesto a “poner el hombro” frente a la crisis. Nosotros, por el contrario, proponemos medidas para que la crisis la paguen los capitalistas y, contra los intentos de Moyano de transformar la lucha justa de los trabajadores en una base de maniobras en la interna peronista al servicio de una política de pacto social y contener a los trabajadores dentro del peronismo, no hay otra que impulsar la construcción de un partido de trabajadores sin patrones. Todo compañero sindicalista honesto que sea muy bueno en la defensa de sus compañeros en su empresa, pero no vea la necesidad de impulsar la construcción de un partido propio de los trabajadores a nivel nacional, deja a los trabajadores indefensos ante los burócratas que quieren poner a los sindicatos al servicio de proyectos políticos patronales.

6. Moyano mostró en la huelga de Camioneros qué tan valiente es en su “defensa de los trabajadores”. Aceptó bajar su reclamo del 30% de aumento de salarios para los camioneros, a un 25,5% escalonado (que en realidad es, anualizado, un 19% efectivo) inferior al 23% que negoció su “competidor” Antonio Caló para los metalúrgicos, porque no se atrevió a seguir con el método de la huelga y los piquetes que tan nervioso había puesto al gobierno y a las patronales, porque demostraban al conjunto de los explotados el poder que tenemos los trabajadores (en este caso del transporte de combustible) en el funcionamiento del conjunto de la economía del país, frente al cual nada pueden hacer con sus tramposas “conciliaciones obligatorias”. Moyano, en lugar de apelar a los demás trabajadores para organizar una lucha unificada, fue fiel a sus “amigos” como Scioli, ya que siempre busca a qué ala del PJ servir para poder, a cambio, mantener sus privilegios. Ayer fue Duhalde con la devaluación, Rodríguez Saá en el 2003, luego Kirchner en el gobierno, hoy es Scioli. Su separación del gobierno de Cristina no fue por ninguna diferencia “de programa” sino por las disputas de poder al interior del peronismo en el gobierno primero, y por el control de la CGT luego. La lucha interna por la sucesión entre las distintas fracciones del peronismo es un motor permanente de conflictos. El conflicto con Moyano está cruzado por esta pelea. La puja por el control de la CGT parece encaminada a dar origen a dos o tres CGTs, en línea con la política del gobierno que ya llevó a la división de la CTA y promovió la división de la FUA (aunque en este caso el peso de la fracción kirchnerista es muy minoritario). Todas las alas de la burocracia sindical están saliendo debilitadas de esta crisis. El gobierno nacional seguirá haciendo todo lo posible por debilitar a Moyano, y puede avanzar ya que, como todos los demás burócratas, depende de muchos beneficios que le brinda el estado. Por esto no podemos descartar nuevas arrugadas: todo es posible menos que llame a la organización independiente y para la lucha de los trabajadores.

El problema de la paritaria de Camioneros no fue sólo el sueldo de esos trabajadores, sino que de conseguir el 30% podía convertirse en un símbolo para los demás gremios y los trabajadores no sindicalizados, para elevar los reclamos y exigir la reapertura de las paritarias allí donde cerraron muy abajo. Moyano sólo pelea por los intereses de su propia base, y es enemigo de unir las filas de la clase obrera: permanentes, contratados, tercerizados, y los más explotados de todos: los trabajadores en negro, los hermanos inmigrantes bolivianos, peruanos o paraguayos, y los desocupados. Sabe que esta unidad es poderosa y explosiva, porque allí están los que no tienen nada que perder. Moyano busca aliarse a algún político patronal. Todos los demás burócratas sindicales que le disputan la CGT, con Caló o con Barrionuevo, son iguales o peores. Los dirigentes de la CTA opositora (Micheli, con el apoyo de la CCC/PCR y el MST) están con las patronales sojeras que representan Binner y el gobierno “socialista” de Santa Fe.

7. El gobierno de Cristina intentó además utilizar el drama de la falta de vivienda lanzando un nuevo plan demagógico de créditos para la construcción de casas para sólo el 3% de los que tienen necesidades habitacionales, y no para los más pobres (ya que exigen trabajar en blanco y ser dueño de un terreno). Luego de 8 años de gobierno con una economía de alto crecimiento, no han podido resolver esta necesidad que ha llevado a miles de familias a ocupar terrenos en todas las provincias, sufriendo muchas veces la represión policial, tanto de la Federal a las órdenes del gobierno de Cristina, como de la Metropolitana de Macri (en el Indoamericano) o las policías provinciales de los gobernadores oficialistas y opositores.

8. El gobierno, las burocracias sindicales y todos los ideólogos del sistema (tanto “progresistas” como reaccionarios), quieren convencer a los trabajadores que su mayor aspiración tiene que ser el ingreso a la “clase media”. Fomentan así la división de las filas de los explotados, el desprecio a los inmigrantes, la discriminación hacia los contratados, hacia los jóvenes, el machismo hacia las mujeres. La vida “sindical” está organizada para intentar integrar al régimen a los activistas más combativos. Una izquierda clasista en el movimiento obrero no puede ceder a esas divisiones. Nos proponemos no sólo defender los intereses de los más explotados, sino organizarlos, transformarlos en una fuerza material real.

9. La lucha por echar a la burocracia de los sindicatos, implica hacer política para ganar a su base mediante su propia experiencia. Por esto participamos de toda lucha justa que convoquen las direcciones burocráticas, con total independencia política, señalando sus límites, con exigencias y denuncias para que los trabajadores lleguen a la conclusión de que es necesario superarlas. Por eso estuvimos en la Plaza el 27/6 con la columna del sindicalismo combativo y clasista. Los que llamaron a no ir, como la CTA Micheli y corrientes estudiantiles “independientes de izquierda” (como la Mella y el FPDS), cedieron a la campaña del gobierno, boicotearon el polo clasista que impulsamos y no presentaron ninguna alternativa para los trabajadores allí movilizados por el reclamo justo contra el impuesto al salario y por las asignaciones familiares (que en esos días se transformó en un gran debate nacional, seguido por millones). Si se trata de definir participar o no de una lucha por lo que opinamos de sus dirigentes, no tendríamos que participar en ninguna llamada por ningún burócrata, sea “gordo”, moyanista, de Yasky o Micheli, ya que todos usan su peso sindical para algún proyecto patronal. Ninguno de ellos, cuando se pone al frente de una lucha, está dispuesto a llevarla adelante en serio. Pero mientras haya trabajadores que los consideren como sus dirigentes, es nuestra obligación intervenir con toda la fuerza necesaria para demostrar que nuestros métodos de lucha y nuestro programa son los necesarios, y que hay que echar a esos parásitos del movimiento obrero.

10. En una situación nacional motorizada fundamentalmente por los problemas económicos, los conflictos sucesorios en el peronismo y la crisis y división de la burocracia sindical, es previsible una dinámica creciente (aunque no sabemos los ritmos) de la lucha de clases y, por lo tanto, de la experiencia de los trabajadores con el kirchnerismo, más allá de lo que haga Moyano. Los sectores antiburocráticos y combativos del movimiento tienen una amplia posibilidad de desarrollo, a condición de levantar un claro programa y una estrategia que parta de la más intransigente independencia política de los trabajadores, y proponerse organizar sus propios lugares de trabajo como verdadero bastiones clasistas, y a los sectores más explotados de la clase trabajadora (sin depender de la administración de la asistencia social del estado, como lamentablemente hicieron aquellos que construyeron colaterales piqueteras en el 2001-2002).

La Conferencia Nacional de Trabajadores del PTS, resuelve:

1. Defender el siguiente programa de acción:

1.a) Anulación del impuesto al salario de los trabajadores y universalización de las asignaciones familiares. Reapertura de las paritarias y que funcionen con paritarios votados en asambleas de base. Que el salario mínimo cubra el costo de la canasta familiar para TODOS los trabajadores y trabajadoras. Que todos los salarios se indexen por la inflación real. Que todos los contratados y tercerizados pasen a planta con el convenio más favorable. 82% móvil para los jubilados. Que las centrales sindicales, empezando por las opositoras (CGT Moyano, CTA Micheli) llamen a un plan de lucha con asambleas en todos los gremios, llamando a los sindicatos oficialistas a romper la subordinación al gobierno. Ningún apoyo de los sindicatos a los proyectos políticos patronales que buscan hacernos pagar su crisis. Por un fondo de huelga nacional.

1.b) Hay que terminar con el trabajo en negro (siendo el Estado uno de los principales precarizadores) y la flexibilización laboral impuesta en las últimas décadas: ¡basta de trabajar los domingos por obligación! Por 5 días de trabajo por semana con una jornada de 8 horas como máximo para todos los trabajadores, tendiendo a reducirla, con un salario básico que cubra el costo de la canasta familiar.

1.c) La crisis “fiscal” no es nuestra crisis: impuestos progresivos a los capitalistas (incluyendo la renta financiera) y dejar de pagar la deuda externa. Por la expropiación sin indemnización de todo el gas, el petróleo y las mineras, de las privatizadas, de la gran propiedad terrateniente, las ramas esenciales de la industria y la banca, para reorganizar la economía en función de las necesidades de los trabajadores, bajo su gestión y con participación de comités de usuarios populares. No al vaciamiento de la ANSES para subsidiar a las patronales. Que se cobre impuesto a los jueces, no a las jubilaciones de privilegio. No al desdoblamiento del aguinaldo. Que los funcionarios políticos cobren lo mismo que un maestro.

1.d) Rechazamos los despidos y suspensiones, tanto en las empresas privadas como en el estado. Aún con 10 años de crecimiento la desocupación se mantiene, y aumentará con la crisis. Reparto de las horas de trabajo sin reducción del salario. El Plan Argentina Trabaja debería ser igual al salario mínimo. Allí donde los empresarios digan que “no le cierran las cuentas” y nos quieran imponer suspensiones, despidos o se nieguen a aumentos de salarios, tenemos que exigir que abran los libros de contabilidad de los últimos 10 años, junto al control obrero. Y si hay fábricas que cierran, ahí está nuestro glorioso ejemplo de Zanon, que lleva más de 10 años: ocupación y puesta en producción bajo gestión obrera, exigiendo que el estado se haga cargo, con planes de obras públicas en función de las necesidades populares.

1.e) Apoyamos a los que luchan por una vivienda digna, y las tomas de tierras como se dieron en el Parque Indoamericano y Ledesma y estamos por un verdadero plan masivo de viviendas populares para todos, para resolver el problema habitacional que ningún gobierno hizo, expropiando todos los terrenos y viviendas de lujo u ociosas (como las de la Iglesia) y de los grandes especuladores inmobiliarios, bajo control de los trabajadores.
Apoyamos las demandas de los pueblos originarios, y la lucha por sus derechos históricos, territoriales, culturales y sociales. Expropiación de los grandes terratenientes y multinacionales de la explotación agraria, devolución de los territorios a los pueblos originarios y campesinos pobres.

1.f) Para conquistar la unidad del movimiento obrero, tenemos que romper las barreras impuestas por la burocracia y las patronales, entre gremios, entre efectivos y contratados, entre ocupados y desocupados, entre trabajadores de planta y tercerizados, entre nativos e inmigrantes, entre trabajadores en blanco y trabajadores y trabajadoras en negro, defendiendo a su vez los derechos de las mujeres trabajadores contra todo tipo de discriminación, y de la juventud explotada. Defendemos el derecho a la sindicalización de los trabajadores en negro, contratados y tercerizados, y el derecho a ser representantes sindicales. Hay que echar a los burócratas sindicales de nuestras organizaciones, recuperando los cuerpos de delegados, comisiones internas, sindicatos y centrales sindicales, recurriendo al funcionamiento en base a votaciones en asambleas, donde haya libertad de expresar las posiciones de todos los trabajadores y de cada agrupación política o sindical. Por un Congreso Nacional de Delegados de Base para unificar al movimiento obrero.

1.g) En la Argentina hay más de 350.000 trabajadores golondrinas. Una buena parte somos trabajadores temporarios de las cosechas y de las industrias por temporada, como el citrus en Tucumán, los ajeros en Mendoza, o la fruta en Cipolletti, entre otros. La unidad de trabajadores de la cosecha, el empaque y la industria, trabajadores temporarios y permanentes es la primera condición para empezar a pelear por una temporada mínima de 8 meses, en la perspectiva de acabar con el trabajo temporario, el trabajo infantil y a destajo, y garantizar el salario y obra social para todo el año. La Conferencia Nacional de Trabajadores levanta bien alto las banderas de la unidad de los trabajadores del campo y la ciudad.

1.h) Contra los dirigentes millonarios y los privilegios de la burocracia, que transforman los sindicatos en una fuente de negocios personales y ganan sumas siderales “en blanco” mientras se llevan mucho más “en negro”, tomamos como ejemplo el estatuto del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN) que establece que todo dirigente no puede estar más de un período sin trabajar, que luego de dos mandatos no puede ser reelegido y debe volver a su lugar de trabajo (como efectivamente hicieron Raúl Godoy y Alejandro López), y que siempre debe cobrar el sueldo que ganaba en su puesto de trabajo. Revocabilidad de los mandatos.

1.i) Contra la creciente criminalización de nuestras luchas. El Estado destina millones de pesos para armar a sus gendarmes, policías que no dudan en asesinar si hiciera falta para defender los intereses de las patronales. El “Proyecto X” persiguiendo a los dirigentes antiburocráticos de Kraft y Pepsico es sólo una muestra más de cuál es el sentido de la “inteligencia” de este Estado burgués. Sobre miles de compañeras y compañeros luchadores pesan causas penales para amedrentarlos. Basta de criminalizar nuestras luchas. Apertura de los archivos del Proyecto X. Plenos derechos a la luchar con los métodos que decidan los trabajadores. Por el derecho de autodefensa de los trabajadores. Abajo la Ley Antiterrorista. Desprocesamiento de todos los luchadores obreros, estudiantiles y populares. Abajo el Proyecto X y disolución de todos los órganos de inteligencia del Estado. Juicio y castigo a todos los genocidas (cárcel común, perpetua y efectiva). Juicio y castigo a los responsables de las desapariciones de Jorge Julio López y Luciano Arruga. Esclarecimiento del asesinato de Silvia Supo. Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de todos los compañeros y compañeras asesinadas por luchar.

1.j) Bajo el gobierno de los K ya son más de 1600 los pibes asesinados por el gatillo fácil, mientras la mafia policial goza de total impunidad. Es esa misma policía que maneja el negocio de la trata, el tráfico de droga, y el juego clandestino. Rechazamos las campañas contra la “inseguridad” que piden mayor presencia policial en nuestros barrios. No a la criminalización de la pobreza. Ninguna solidaridad con las huelgas policiales que piden más presupuesto y ser mejor pagados para mejor reprimirnos. Basta de gatillo fácil. No a la militarización de nuestros barrios. Basta de abuso policial contra las mujeres.

1.k) Mientras luchamos por el conjunto de este programa, apoyamos toda lucha progresiva de los trabajadores, más allá de su dirección burocrática, como hicimos con el paro de los Camioneros y la marcha convocada por Moyano a Plaza de Mayo. Sin darles ningún apoyo político a sus proyectos, exigimos a los dirigentes de cada lucha que den todos los pasos progresivos posibles. Así los trabajadores harán la experiencia con sus dirigentes, para superarlos. Fuera el Estado de las Organizaciones Obreras.

1.l) Contra los proyectos políticos patronales como el del Frente para la Victoria y el PJ de Cristina, las variantes peronistas de recambio como impulsa Moyano, o los otros opositores como el radicalismo, el Frente Amplio Progresista (sojero) de Binner y otras variantes de centroizquierda, impulsamos el debate en el movimiento obrero sobre la necesidad de construir nuestra propia herramienta política, un Partido de Trabajadores, sin patrones, que luche por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Proponemos a los partidos del FIT impulsar en común esta batalla.

1.m) Como internacionalistas, consideramos que la clase obrera es una sola más allá de las fronteras, apoyamos todas las luchas de los explotados y oprimidos en los diversos países, y promovemos la organización internacional de los trabajadores para luchar contra el imperialismo y las burguesías “nacionales”. Como antiimperialistas, estamos por el triunfo de los pueblos y países oprimidos que luchan por su emancipación, contra el pago de las deudas externas usurarias, contra la ocupación inglesa de Malvinas y contra toda ocupación, ataque o agresión imperialista. Repudiamos el golpe de estado en Paraguay como lo hicimos ayer en Honduras, apoyando las acciones en este sentido que impulse la comunidad paraguaya en Argentina, mientras llamamos a los trabajadores de toda Latinoamérica a confiar en sus propias fuerzas y organización, y no en los que quieren conciliar sus intereses con los de los capitalistas, como Chávez, Evo Morales, Correa o Lugo.

1.n) La crisis capitalista internacional demuestra una vez más que el sistema capitalista sólo puede prometer la riqueza de unos pocos a costa de la degradación de la especie humana y el planeta, mientras el nivel de desarrollo alcanzado por la ciencia y la técnica aplicados a la producción permitirían eliminar el hambre y las enfermedades curables. Nuestro país produce alimentos para 8 veces su población, sin embargo hay bolsones de miseria en distintos puntos, y los hambrientos siguen hurgando en la basura. Ya vivimos la depresión en el 2001-2002, con 25% de desocupación, y nuevas crisis volverán a “resolverse” de la misma manera si no logramos estar preparados para vencer las salidas patronales e imponer por vía revolucionaria el gobierno de los trabajadores, basado en organismos democráticos de autoorganización de las masas.

1.o) Contra todo tipo de discriminación, sea por género, por orientación sexual por nacionalidad o cualquier otra. En las fabricas, escuelas, oficinas y todos los ámbitos sociales, seguimos sufriendo la discriminación patronal a la hora de acceder y permanecer en los trabajos para quienes hacemos visibles que no aceptamos la “heterosexualidad obligatoria” o si nuestros cuerpos se salen de lo estereotipado socialmente. A veces hasta nuestros compañeros reproducen esta discriminación, haciendo más insoportable las horas de trabajo o las reuniones sociales.
Mientras perdure este sistema continuará existiendo patologización, criminalización y judicialización hacia quienes tenemos una identidad sexual disidente, así como también la discriminación que sufren los inmigrantes y la violencia hacia las mujeres que incluso nos llevan a la muerte. Por eso es necesario levantar las banderas de una perspectiva política para los oprimidos y explotados que sienten las bases de una sociedad por venir.
Luchamos por la separación de la Iglesia del Estado, institución reaccionaria y participe de la dictadura militar que continúa impartiéndonos su ideología homolesbotransfóbica y arremete contra el derecho de las mujeres y los tipos trans a decidir sobre su cuerpo, oponiéndose a la legalización del aborto.
Basta de “Códigos Contravencionales”. Basta de subsidios a la Iglesia. Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

Desde las comisiones internas y cuerpos de delegados antiburocráticos y clasistas debemos dar una lucha por garantizar no sólo las condiciones de trabajo contra la explotación sino también contra toda forma de opresión racial, sexual, etc.

1.p) Apoyamos todos los derechos de la juventud estudiantil y trabajadora. Derecho a organizarse en las escuelas independientemente de las autoridades y partidos patronales. Unidad obrero – estudiantil. Defensa de la educación y la salud pública y gratuita.

2) Impulsar las siguientes campañas:

2.a) Por el apoyo y coordinación de todas las luchas de los trabajadores, promoviendo acciones de solidaridad y campañas de apoyo, sean por demandas salariales, contra suspensiones y despidos o por la reapertura de las paritarias. Contra el ajuste de Scioli y Marioto, plan de lucha unificado y asambleas comunes de todos los estatales, docentes y judiciales. No a la ley de emergencia económica.

2.b) Por el desprocesamiento de las y los luchadores obreros y populares. Contra la persecución patronal y burocrática de los luchadores. No a las suspensiones a Bustillo y Hospital del FFCC Roca. No a los despidos persecutorios (como en Cedinsa contra representantes sindicales). Por la reincorporación de los despedidos de Kraft que ganaron sus juicios de reintegración. Contra las expulsiones de los opositores combativos (como Puddu del SMATA Córdoba o Bentancourt de UOM Campana, entre otros). Defensa de la Comisión Interna de LEAR, no a los desafueros.

2.c) Juicio y Cárcel a Pedraza y su patota asesina de Mariano Ferreyra. Participación de las jornadas de lucha frente al juicio que comienza el 6 de agosto.

2.d) Por una gran Asamblea Nacional Clasista, impulsada en común por todas las corrientes independientes de las direcciones de las centrales sindicales (CGTs, CTAs), empezando por las que fueron parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, para poner en pie un polo que promueva un programa de lucha de los trabajadores y la pelea contra las distintas alas de la burocracia sindical en crisis, recuperando comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos. Como parte de esta batalla, somos parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y apostamos a su desarrollo.

2.e) Por el desarrollo de las agrupaciones antiburocráticas y clasistas con el objetivo de agrupar a los mejores activistas y recuperar cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos, para ponerlas al servicio de los trabajadores, aprovechando la experiencia con el kirchnerismo producto del giro anti-obrero del gobierno y la crisis de todas las alas de la burocracia sindical.

2.f) Por los derechos de las mujeres trabajadoras, discriminadas en los lugares de trabajo con los peores puestos o manteniéndonos en las categorías más bajas, como parte de la opresión que sufrimos en la sociedad. Porque ganamos un 30% menos que los varones. Porque del conjunto de los trabajadores precarizados somos la mayoría mujeres. Porque no hay guarderías en los lugares de trabajo, o nos niegan la posibilidad de trabajar si tenemos hijos. Porque han aumentado enormemente las enfermedades laborales éstos últimos años y no son reconocidas por las patronales y las ART. Además si te enfermás o faltás por tus hijos, nos discriminan y nos tratan como material descartable, cuando muchas veces cargamos con la incapacidad por alguna enfermedad que nos genera la misma patronal. Porque volvemos a nuestros hogares después de trabajar, muchas veces más de 9 horas y recaen en nosotras las tareas domésticas y la responsabilidad de nuestra familia, aún más si somos madres solteras. Porque hay cientos de casos de violencia, hasta femicidios. Porque son secuestradas muchísimas mujeres para ser explotadas sexualmente. Porque mueren mas de 400 mujeres por año por abortos clandestinos. Porque todavía el 54% de las mujeres trabaja en negro. Peleamos por todos los derechos de las mujeres trabajadoras.
Esta campaña debe adquirir valores concretos de acuerdo a cada gremio o empresa, apelando a la tradición y apoyo de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Por el impulso a las comisiones de mujeres y familiares en cada lucha.

2.g) Por la organización de la juventud trabajadora, los que recién ingresan a las empresas y son echados cada 3 meses y deben volver a mendigar un puesto de trabajo para volver a ser superexplotados. Esta realidad implica organizar a los jóvenes trabajadores más allá de sus lugares de trabajo, en los barrios, con sus amigos, familiares, etc. Esta es una campaña central de la Juventud del PTS, siguiendo el ejemplo del apoyo militante llevado adelante en la campaña de la Lista Bordó en las elecciones de la Alimentación, donde logramos una militancia común entre los activistas de la lista y los jóvenes trabajadores y estudiantes. Ahora el objetivo debe ser doble: por un lado, volver a todas las fábricas donde llegamos en las campañas electorales de Alimentación, Gráficos, Jaboneros, etc., buscando organizar tanto jóvenes como adultos, y tomando también campañas como la de defensa de los derechos de los trabajadores inmigrantes, por la anulación de las leyes de flexibilización laboral y contra la tercerización y a su vez que esta actividad permita movilizar a otros jóvenes trabajadores que no pueden hacer actividad sindical en su lugar de trabajo, junto con estudiantes. Nos proponemos constituir una gran fuerza militante de jóvenes trabajadores que potencie el desarrollo de la izquierda clasista en el movimiento obrero y estudiantil. Impulsamos el desarrollo de una gran campaña contra la precarización laboral y la persecución entre los trabajadores aeronáuticos de Aeroparque.

2.h) Por los derechos de los trabajadores y trabajadoras inmigrantes superexplotados. Hay que terminar con el trabajo en negro, cifra que en los talleres textiles alcanza al 80% de nosotros. Las jornadas laborales se extienden hasta 16 hs. por día, estando incluso un sector de los trabajadores condenados a dormir en los mismos lugares de trabajo. Basta de tráfico y trata de personas, de retención de los documentos y de trabajo infantil en los talleres. Jornada de trabajo de 8 horas para todos, blanqueo inmediato y bajo convenio. Documentación universal, rápida y gratuita. Castigo a los empresarios que utilizan mano de obra esclava, a la policía y a los funcionarios cómplices.

Esta campaña de denuncia del gobierno y su política cómplice de la esclavitud laboral y el trabajo en negro, está dirigida sobre todo a la comunidad boliviana.

2.i) Proponemos llevar a todas las agrupaciones y corrientes que se reivindiquen antiburocráticas y clasista, la necesidad de impulsar en las organizaciones obreras la discusión contra los proyectos políticos patronales que defiende la burocracia, levantando como alternativa la necesidad de construir un Partido de Trabajadores sin patrones (ver resolución siguiente).

2.j) Saludamos y apoyamos a las compañeras de la Asociación de Empleadas Domésticas de Neuquén, que comenzaron a organizarse por sus derechos y, con el apoyo del Sindicato Ceramista y la Banca Obrera del FIT, vienen peleando por una ley provincial que regule el trabajo doméstico. Desde la Conferencia nos pronunciamos por los derechos de las trabajadoras domésticas de todo el país.

2.k) Proponemos realizar una campaña con stickers que reflejen las dos principales consignas que votó la Conferencia Nacional de Trabajadores del PTS: “Por sindicatos sin burócratas. Por un partido de trabajadores sin patrones, para que la crisis la paguen los explotadores”, para pegar en cada lugar de trabajo, fábrica, taller o establecimiento.

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II. Resolución sobre la organización de los trabajadores y la necesidad de un partido propio de los trabajadores

Fundamentos

1. Los compañeros y compañeras que participan de esta Conferencia vienen de una gran experiencia de unidad de acción con la burocracia sindical moyanista, donde participamos en la movilización y acto en Plaza de Mayo, manteniendo nuestra independencia política desde la columna del sindicalismo de base. Este es un ejemplo de acciones que tendremos que hacer, si sectores de la burocracia se ven obligados a hacer medidas de lucha progresivas. Se trata de acuerdos “en la acción” o con mayor grado de organización y definición de objetivos, con organizaciones obreras que impulsan luchas determinadas, aunque estén dirigidas por burócratas, por lo cual mantenemos nuestro propio programa y perspectiva. Nuestro objetivo es “golpear juntos y marchar separados”. A su vez, siempre hacemos exigencias a las direcciones para ir más allá, y promovemos asambleas y plenarios o congresos de delegados de base para no quedar atados a decisiones burocráticas traidoras. Estas tácticas permiten, a la vez que reunir fuerzas para que las luchas triunfen, que los trabajadores vean, por su propia experiencia con sus direcciones actuales, la justeza de nuestro programa, métodos y perspectiva.

2. Muchos de los compañeros y compañeras vienen también de participar en las listas antiburocráticas que impulsamos en los sindicatos (Alimentación, Gráficos, Jaboneros, docentes de ATEN) donde hacemos acuerdos incluso con agrupaciones no clasistas (como hicimos con la orientada por el PCR/CCC de Kraft en el STIA, o la agrupación Naranja de ATEN) siempre que en su programa y composición signifiquen un claro paso delante de los procesos reales concretos, defendiendo los métodos de la democracia obrera (asambleas, plenarios de delegados, independencia política de las variantes patronales).

3. En las fábricas y empresas con comisiones internas y cuerpos de delegados combativos, impulsamos la organización seria y consecuente del activismo como “militancia obrera” frente a la patronal y la burocracia, como engranaje indispensable entre los delegados y la base, sin lo cual es mucho más difícil organizar cualquier lucha seria, a la vez que nos proponemos agrupar a los contratados, tercerizados, etc.

4. Alentamos la participación de los dirigentes y activistas que se reclaman clasista en los procesos políticos nacionales e internacionales. En este sentido, la campaña del Frente de Izquierda y de los Trabajadores en el 2011 fue una gran experiencia que queremos profundizar.

5. Somos impulsores del periódico obrero Nuestra Lucha, junto con los compañeros independientes de la agrupación Marrón del SOECN, y con este periódico organizamos agrupaciones clasistas en los diversos sindicatos (Bordó de la Alimentación, de Gráficos, de Jaboneros, del FFCC Roca, Marrón de estatales, Corriente Nacional 9 de Abril en docentes, Metalúrgicos de Nuestra Lucha, Metalmecánicos en Nuestra Lucha, etc.) integradas por militantes del PTS y compañeros independientes, para desarrollar una experiencia común de lucha y organización por un programa clasista.

6. Partiendo de que los sindicatos agrupan sólo a una parte de la clase trabajadora, cuando la lucha de clases tiende a masificarse se plantea la necesidad de organismos de coordinación más amplios. Impulsamos la mayor realación posible entre sectores en lucha, como fue en el 2002 la Coordinadora del Alto Valle que se propuso agrupar a los obreros ceramistas con los movimientos de desocupados combativos, con permanentes propuestas hacia los gremios agrupados en la CTA de Neuquén (docentes y estatales). Pretendemos hacer experiencias, aunque sean al comienzo pequeñas, en el camino de las Coordinadoras interfabriles que surgieron en el GBA en el ‘75, que a su vez no lograron un desarrollo a nivel de las grandes experiencias de “consejos obreros” (ver apéndice). Este tipo de organizaciones, con delegados votados en los lugares de trabajo y libertad de tendencias, permiten organizar la lucha en forma mucho más potente, armonizar los distintos intereses en un programa común, y que la clase obrera adopte una perspectiva revolucionaria en base a su propia experiencia.

7. Todas estas formas de organización de la clase trabajadora que impulsamos demuestran que somos lo contrario del sectarismo que nos adjudican los burócratas sindicales o los defensores de las políticas patronales. Son ellos quienes buscan dividir todo el tiempo a los explotados. Por esto, somos conscientes que para derrotar a los capitalistas no alcanzan estas formas de organización que hemos señalado. La herramienta estratégica que necesitamos los trabajadores para vencer es un partido propio independiente de todas las variantes de conciliación con las patronales y sus partidos, una organización experimentada en la lucha de clases contra los patrones, el estado y sus burócratas sirvientes, que defienda un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Un partido que pueda alentar las más variadas formas de lucha y organización para que la clase obrera una sus filas y acaudille a los demás sectores oprimidos, como los pobres de la ciudad y del campo o los sectores de la sociedad que, ante los golpes de la crisis, se verán empujados a optar entre la clase trabajadora o las salidas de derecha: los estudiantes, los pequeños comerciantes, cuentapropistas y pequeños chacareros arruinados, los jubilados. Sin un partido de estas características, la clase obrera no podrá levantar e imponer una alternativa propia frente a los golpes de la crisis capitalista y sufrirá inevitablemente nuevas y duras derrotas, como lo indica la experiencia histórica.

A su vez, también las experiencias antiburocráticas y combativas del presente serán derrotadas (o integradas al sistema). Muchas de las actuales experiencia de los sectores llamados del “sindicalismo de base” en Argentina, como Zanon, las internas combativas de Kraft y Pepsico, el ala clasista del Subte, la Bordó del Roca promotora de la lucha de los tercerizados, los delegados de Donnelley y la ex Jabón Federal (hoy Alicorp) impulsores del agrupamiento clasista en gráficos y jaboneros respectivamente, los sectores combativos metalmecánicos, etc., no existirían sin la organización, la lucha y el esfuerzo de los que integramos el PTS. Y este es sólo un pequeño ejemplo de lo que verdaderamente necesitamos: un partido de decenas de miles, que dirija fracciones enteras de la clase obrera y la juventud en la lucha. Un partido que pueda impulsar, por ejemplo, columnas de varias decenas de miles de trabajadores en actos como el que hizo Moyano (en el cual pudimos ser sólo un pequeño polo) con una personalidad y una perspectiva independiente, porque sabemos que con Moyano terminamos siendo una pata de la interna del PJ. Es necesario avanzar en la construcción de este partido hoy, que será imprescindible cuando la crisis plantee las batallas decisivas.

8. La construcción de ese partido no será autoproclamatoria, separada de la experiencia real de los trabajadores. Los que integramos el PTS apoyamos todo paso que den los trabajadores en organizar su propia herramienta política, como sería un Partido de Trabajadores impulsado por organizaciones obreras, a la vez que señalamos la necesidad de un programa anticapitalista, antiimperialista e internacionalista, por lo tanto revolucionario, orientado con una estrategia que apunte a conquistar un gobierno de los trabajadores, sin lo cual no hay solución duradera y generalizada para nuestras demandas. Por esto hoy estamos proponiendo impulsar en forma amplia el debate sobre la necesidad de un Partido de Trabajadores, y las formas que pueda adquirir serán más claras en el momento que surjan sectores significativos dispuestos a llevar adelante una experiencia de estas características.

La Conferencia Nacional de Trabajadores del PTS resuelve:

a) Impulsar el frente único y la unidad de acción que sirva para que toda lucha triunfe, así como la coordinación de los sectores en lucha, la organización seria del activismo y la base en los lugares de trabajo donde hay comisiones internas y delegados combativos, y la conformación de listas antiburocráticas en los sindicatos, planteando a su vez de abrir el debate entre los activistas sindicales, en las organizaciones obreras antiburocráticas, con todas las corrientes políticas de izquierda (más aún si se dicen clasistas o combativas), etc., sobre la necesidad de impulsar la construcción de un gran Partido de Trabajadores como proyecto político alternativo a las internas del PJ y el FPV (donde juegan tanto Cristina como Moyano, Scioli, De la Sota, etc.) o las variantes de oposición patronal. Un Partido de los Trabajadores que, desde el PTS, plantearemos que debe postularse como dirección consciente, revolucionaria, de la lucha contra el estado y las patronales, para vencer, levantando un programa acorde a este objetivo. A los partidos que componen el FIT, les plantearemos levantar en común esta política (a la vez que seguiremos insistiendo en desarrollar seriamente el debate sobre los acuerdos y diferencias para impulsar en común la construcción de un partido revolucionario unificado).

b) Impulsamos en común con los compañeros independientes del Sindicato Ceramista de Neuquén, el periódico obrero y clasista Nuestra Lucha, en el cual se referencian todas las agrupaciones sindicales de las que participamos.

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III. Resolución sobre Campaña Financiera

Dado el importante gasto que ha insumido la realización de esta Conferencia, resolvemos buscar la colaboración económica de todos los trabajadores, jóvenes y simpatizantes, aprovechando el cobro de los aguinaldos, para cubrir los costos de este gran evento.