Como venimos informando desde estas páginas, los trabajadores de la papelera Massuh vienen luchando por el pago de salarios adeudados y la defensa de su fuente de trabajo. Sin embargo, hasta el momento no han obtenido una respuesta favorable. La patronal se ha dedicado a ganar tiempo en las audiencias, manifestando que se encuentra “quebrada” y prometiendo la solución de la mano de un grupo inversor que nadie conoce.

En la última reunión realizada en el Ministerio de Trabajo bonaerense se firmó un acuerdo donde los Massuh lograron imponer algunas de sus condiciones, estableciendo un pago fraccionado de las quincenas adeudadas a condición de que los obreros les dejen retirar parte de la materia prima y pateando para la segunda quincena de febrero la puesta en funcionamiento de la planta.

Inmediatamente la burocracia papelera se apuró a difundir en los medios el fin del conflicto. En palabras de Rubén Rico, secretario adjunto del sindicato, “lo logrado es el esfuerzo mancomunado de los trabajadores y su organización sindical…”. También expresó su alegría el intendente de Quilmes, “Barba” Gutiérrez, quien se manifestó comprensivo con una patronal que estafó en varios millones a la Comuna: “estamos contentos por el compromiso que ha tomado la empresa Massuh y su titular Héctor Massuh, con quien estuvimos dialogando y sabemos de las problemáticas económicas que atraviesa la empresa”.

El conflicto continúa

Durante años esta patronal vaciadora pudo actuar impunemente, realizando todo tipo de maniobras fraudulentas. Para ello contaron con la colaboración de la burocracia y el gobierno para quienes Massuh es apellido conocido (ocupa una de las vicepresidencias de la UIA).
Son muchas las denuncias de los vecinos de la planta de Quilmes por contaminación y las pésimas condiciones a las que someten a sus operarios, incluyendo varias muertes. Los únicos que salieron a enfrentar esta situación fueron los obreros, demostrando que son los únicos interesados en que la planta produzca. Por eso todas las gestiones ministeriales y del sindicato persiguen el objetivo de desmovilizar a los trabajadores y borrar un peligroso ejemplo para la clase obrera de la región ante la crisis que empieza a darse en varias ramas de la industria y está dejando un tendal de despedidos y suspendidos.

Los compañeros han manifestado su voluntad de seguir la lucha y no abandonar las medidas de fuerza en la puerta de la fábrica hasta haber logrado el conjunto de sus reclamos. Es necesario redoblar la solidaridad para que no queden aislados, haciendo todo tipo de actividades como el festival que convocan para el sábado 7 a las 16 hs. en Camino General Belgrano y Triunvirato, jóvenes de Massuh y la textil Filobae-Febatex junto a la Red de Bandas Obreras.

Asimismo, y para evitar que las maniobras de la patronal, el Ministerio y la burocracia que juegan con el hambre de los compañeros tengan éxito, resulta fundamental para los trabajadores fortalecer las asambleas que han permitido sostener la lucha, soldando la unidad entre los distintos sectores de la fábrica, impulsando la organización del activismo para llevar adelante las principales tareas del conflicto: un gran fondo de huelga, la coordinación con otras fábricas en lucha de la zona como Filobae-Febatex y Envases del Plata, que tienen problemáticas similares y la preparación para enfrentar el vaciamiento que pone en serio riesgo todas las conquistas, incluso la continuidad de las fuentes de trabajo de las que dependen 400 familias.