El sábado recibieron los telegramas de despidos sin causa tres de los principales activistas, “el viejo Chicho”, el “flaco Miralles” y Luquita.
El lunes en el ingreso a la fábrica nos encontramos con que Martín Peralta, el principal dirigente y Marengo también estaban despedidos, lo que provocó la bronca del conjunto de los compañeros que iban ingresando a trabajar. Se encontraban despedidos quienes habían sido designados delegados por sus propios compañeros y en ese carácter habían participado de audiencias previas en el Ministerio de Trabajo. Incluso Martín había sido reincorporado semanas atrás con un acta firmada en el Ministerio. Es que en Cargo, tercerizada de Renault, encuadrada en el gremio Camioneros no hay delegados. 
Los de adentro se empezaron a comunicar con los despedidos y nosotros para decirnos que estaban organizando el paro de la línea dentro de planta, que terminó de concretarse a las 8 a.m. logrando la adhesión parcial de los trabajadores pese a las amenazas.
Ante esto, decidimos con los despedidos, organizar el primer piquete en la puerta principal de la fábrica. A medida que fueron llegando los compañeros de las distintas organizaciones se fueron bloqueando todos los portones de la fábrica para impedir el ingreso y egreso de los camiones y se redujo considerablemente la producción por la falta de piezas. En la asamblea de trabajadores, al salir de la fábrica, se decidió mantener los bloqueos.
Ante la falta de respuesta de la patronal y del sindicato que no concurrieron a la audiencia en el Ministerio, se ratificó en una nueva asamblea la continuidad de los piquetes durante la noche. 
Renault movió su poder e influencia para que la “justicia” y la policía de De la Sota actuara y de-salojara los portones, luego de 20 horas de bloqueo, en la madrugada del martes. 
El desalojo se realizó con un operativo descomunal y sin intimación previa, que incluyó carros hidrantes, caballería, división canes y los policías pertrechados de escudos, itacas, etc. realizaron una verdadera cacería y levantaron a todos las personas que se encontraban en las inmediaciones, dejando un saldo de 45 detenidos, de los cuales fueron liberados inmediatamente unos 20.
Ante esto, los abogados junto a los trabajadores y compañeros que lograron eludir la detención nos encargamos de contarles lo ocurrido a los trabajadores que volvían a la fábrica. Una nueva asamblea decide no ingresar a trabajar en repudio a la represión y por la inmediata reincorporación de sus compañeros.
A media mañana, luego que los acontecimientos ocuparan la primera plana en los principales canales de TV, radios e incluso en medios nacionales, se hizo presente un inspector de la Secretaría de Trabajo que notificó una nueva audiencia para el día miércoles. Estos hechos junto a la noticia que los detenidos iban siendo liberados, hizo que una nueva asamblea decidiera ingresar a la planta y preparar una movilización para el momento de la audiencia.
En la audiencia la patronal ratificó los despidos y el Ministerio intimó a la empresa a cumplir con la ley, que plantea la necesidad de un procedimiento preventivo de crisis para realizar despidos “sin causa”. Eso coloca a la patronal de Cargo en la ilegalidad.
En este marco, nuevamente en asamblea los compañeros despedidos, los trabajadores y las organizaciones que nos hicimos presente, decidimos continuar la pelea por la reincorporación, con una gran campaña nacional que incluya carpas frente al Ministerio, actos, festivales movilizaciones, un fondo de huelga nacional y todo lo que sea necesario hasta lograr que vuelvan los despedidos, mientras los compañeros mantienen la organización firme en la fábrica.
Esto demuestra que a pesar de la represión, la pelea sigue firme y nuestro compromiso seguirá hasta que logremos torcerle el brazo a esta patronal.