¿Por qué te suspendió la patronal de Techint por 29 días?

Reclamábamos aumento salarial y mi participación en las asambleas del sector era notoria, haciendo propuestas para la votación de las resoluciones, como que la base apruebe o rechace las ofertas en asambleas de toda la fábrica. Es decir, fue una verdadera persecución gremial y política.

¿Cuáles fueron los primeros pasos?

Como siempre, asamblea en mi sector. Estaban todos indignados, tengo un legajo intachable y me querían dejar fuera de fábrica después de 20 años, sin motivo. Se votó rechazar la suspensión y reclamar que vuelva a mi sector. Los compañeros efectivos y contratados hicieron una colecta porque la empresa me castigó económicamente, justo en medio de las fiestas y de que nació mi hijo Renato. Una insensibilidad total.

¿Y el sindicato?

Al principio los directivos me plantearon que lo mejor que pudieron conseguir para evitar el despido era que acepte el retiro “voluntario” o el traslado de sector y la suspensión. Ese fue un momento de decisión importante. Pensé ¿por qué tengo que elegir entre que me corten un brazo o una pierna? Quiero seguir entero. Así que decidí confiar en la fuerza de mis compañeros, en la campaña, en la solidaridad que recibí con más de 200 firmas de personalidades, sindicatos y comisiones internas de todo el país.

¿Cómo hicieron semejante campaña en tan poco tiempo?

Soy parte del periódico Nuestra Lucha que impulsan los trabajadores de Zanon y el Sindicato Ceramista de Neuquén. De ahí que me escribió hasta Osvaldo Bayer y tantos otros, sino no sé como hubiera hecho. Muchos compañeros pasaron por esta situación. Si cometés un error por los ritmos de trabajo o como en mi caso te persiguen, viene la suspensión y después el retiro “voluntario” o la jubilación anticipada, formas de despidos encubiertos. Te tienen dando vueltas, en personal, sin tareas, te basurean. Yo quería ponerle un límite, por mí y por mis compañeros. Esto mismo le expliqué a Vitorio Paulón dirigente de la UOM de Villa, que está en la CTA. Pero me dijo que no hiciera nada, que no denunciara en los medios, que esperara. Y lo peor de todo, fue el único que no firmó la solicitada. Un papelón para la UOM de Villa que tiene esa historia de combatividad y que evidentemente hoy sólo se ve en los libros. Sin embargo, delegados de Acindar sí firmaron. Quiero agradecer a los metalúrgicos de Ensenada, Haedo, Campana y de Villa, también a la APDH de Rosario y La Plata y a otras organizaciones de derechos humanos, como a los abogados del CeProDH, al “Perro” Santillán y tantos otros.

¿Qué conclusión sacás de lo que pasó?

Como escribí en mi carta de agradecimiento, con la lucha firme y organizándose junto a nuestros compañeros es posible frenarle la mano incluso a empresas como Siderar.