Los trabajadores de Indugraf, llevan 43 días de ocupación contra el cierre y por la defensa de los puestos de trabajo. La patronal había tomado la decisión de cerrarla el 24 de noviembre, con dos meses de deuda salarial y años de aportes previsionales y obra social. Los compañeros denuncian que, lejos de estar en crisis, la empresa trabajó a plena capacidad durante gran parte del año y tenía pedidos de trabajos pendientes. El recurso de amparo presentado ante la justicia reclamando que sea sancionada la patronal por lockout ofensivo y obligada a reabrir la planta (respetando todos los derechos obreros), fue respondido con una orden de desalojo. En los últimos días, la propuesta patronal consistió en el pago de la deuda salarial de octubre y noviembre y la posible reapertura, sin ninguna garantía de estabilidad laboral de todo el plantel, a cambio de desistir de la ocupación y permitir la venta de dos máquinas.

Continuar con la ocupación hasta obtener una salida obrera

Los trabajadores de Indugraf, en asamblea resolvieron, a propuesta de la Red de Bandas Obreras y otras agrupaciones la realización de actividades como el exitoso festival del 10 de enero, que reunió a casi mil personas y una próxima jornada artística el viernes 30 de enero.

Recibieron el apoyo de numerosas delegaciones obreras, entre ellos los trabajadores del Indec, junto con los cuales participaron del abrazo que se realiza cuando el gobierno presenta los índices dibujados de inflación. También con ellos viajaron a Villa Constitución en solidaridad con la lucha de Paraná Metal.

Entre las delegaciones obreras que acercaron el apoyo se destacan los compañeros de empresas recuperadas como Brukman, entre ellos Celia Martínez y Yuri Fernández (ver recuadro) y de Zanon, Chicho Navarrete, quien en charla con los compañeros planteó la necesidad de poner la planta a producir para que la lucha no sea quebrada por el hambre. En ese sentido, les contó que la lucha de los trabajadores de Zanon se apoyó y se sigue apoyando en dos patas, la pata productiva y la política, ambas son vitales para seguir adelante con la fábrica en marcha y rodeada de solidaridad. En este sentido desde el PTS venimos apoyando de las distintas reuniones y acciones que los trabajadores vienen realizando, como su reclamo que se expropie bajo gestión obrera.

Los trabajadores han expresado la determinación a resistir el desalojo, y la voluntad de poner a producir la planta. Hace meses que no cobran sus salarios y es necesario exigirle al Estado que garantice el pago de los mismos. Es imperioso que los dirigentes del sindicato dejen de hacerle el juego a la patronal y se convoque ya a un plenario de delegados y un plan de lucha de todo el gremio, que sufre las consecuencias de la crisis económica que quieren descargar sobre los trabajadores, con despidos y suspensiones. En este marco las cooperativas recuperadas (como en la que trabajo) estamos especialmente afectadas, dejadas a los avatares del mercado. Por eso, el estado debe garantizar la continuidad de estas fuentes de trabajo en condiciones dignas para los trabajadores.
La lucha de Indugraf es de todos.