Como venimos informando existen en la provincia varias ofensivas del gobierno. Fellner y sus políticos avanzaron con un tarifazo de más del 30% a favor de la empresa LIMSA (empresa de limpieza urbana), junto a 1 millón y medio de pesos en subsidios a los empresarios del transporte urbano hasta marzo, cuando el boleto pase a 90 centavos1. En el plano político-estatal, el PJ concretaría, luego de años, la tan mentada “reforma política”: una reforma constitucional que deja abierta la puerta a la re-reelección para un tercer período de Fellner, el primero que llega a cumplir su mandato tras la caída de 8 gobernadores por las grandes luchas de estatales y desocupados en los ’90.
En este marco se realizó hace unas semanas el 2° plenario del Frente de Gremios Estatales (FGE), participando unas 120 personas de los gremios CEDEMS, APUAP, ATSA y SEOM. No estuvieron ADEP ni ATE-CTA. Del SEOM, hubo unos 15 delegados más 20 trabajadores de planta y unos 100 precarizados municipales; es decir, que el 80% del Plenario lo constituían los compañeros municipales en negro, organizados desde su cuerpo de delegados. Este es el índice más claro de la crisis del FGE2.
Algo nuevo -que está surgiendo en la provincia -fue la participación de delegados de la sanidad, representantes de trabajadores en negro de los hospitales Pablo Soria, San Roque, de Niños y distintas salas de la ciudad capital, además de hospitales de San Pedro y Alto Comedero. Propusieron la unificación de la lucha a los municipales precarizados pero la dirigencia del Frente ignoró esta intervención.
En el movimiento obrero jujeño prima la pasividad, lo que se puede ver ante el seguro cierre de la empresa El Manantial, que está por dejar en la calle a sus choferes.3 E incluso en fábricas como Zapla –donde hubo importantes huelgas- hay más bien espera y confianza en las negociaciones con la patronal ante el pedido de aumento salarial. En otras fábricas, donde hubo disputa política entre los dirigentes de la CTA y el PCR/CCC4, como en el Ingenio La Esperanza, pese a que los primeros se impusieron a los últimos, tampoco hay ninguna política distinta. Ambas organizaciones se adaptaron a las prebendas estatales y hoy están enfrentadas en una pelea de aparatos e “imagen política” que deja a los trabajadores ocupados y desocupados débiles, sin unificación, ante los ataques del gobierno.
Los municipales precarizados demostraron que aún en esta difícil situación, con la organización y fuerza de las bases se puede triunfar, luchando contra la “ley de emergencia económica”, por el pase a planta permanente: el gobierno aceptó que los trabajadores en negro –¡habiendo compañeros así desde hace años!- reemplacen a quienes se jubilen este año. Desde el PTS sostenemos que la única salida para los trabajadores es la unidad desde las bases, la coordinación entre ocupados y desocupados, estatales y privados, para movilizarse y enfrentar las políticas del gobierno y la patronal.

1 Esto ya provocó que los pasajes de media distancia (de San Salvador de Jujuy a zonas del interior como Libertador, Perico, etc.) aumenten un 20% aproximadamente. La tarifa San Salvador-Palpalá también aumentó.
2 Semanas atrás se había hecho un primer plenario donde participaron 200 personas.
3 Esta empresa no recibirá los subsidios estatales por “incumplimiento administrativo”.
4 O en las elecciones del gremio de docentes universitarios ADIUNJu.