Entrevistamos a Miguel López, docente de Libertador Gral San Martín –Ledesma y dirigente del PTS

¿Qué pasa con la lucha en Ledesma después de las elecciones del 14 de agosto?

ML: A pesar de que el gobierno de Jujuy salió fortalecido de las elecciones, la situación sigue indefinida. Pese al constante esfuerzo que hace el gobierno para desactivar la lucha por la tierra y la vivienda en Jujuy, cerca de 2000 son las familias trabajadoras sin techo que se mantienen asentadas en la localidad de Libertador Gral. San Martín. Este miércoles 17, en el día de San Martín, el gobierno decidió suspender el desfile en el pueblo por temor a provocar alguna reacción popular. Lo mismo hizo en el año 97, después del levantamiento contra la represión a los desocupados. Es decir que pueden estar agrandados por los votos pero ‘no comen vidrio’, porque saben que los trabajadores siguen en vigilia. La política del gobierno es el engaño y el intento de desgastar el proceso de las tomas con la promesa del plan “un lote para cada familia jujeña que lo necesite”. Esto hace que las familias se mantengan ocupando, a la espera. Pero nosotros creemos que no puede ser una espera pasiva a la solución desde arriba sino que tenemos que llamar a la solidaridad activa en todo Jujuy y el apoyo de las organizaciones de todo el país para que los miles de trabajadores sin vivienda no sean derrotados como en el Indoamericano en Buenos Aires.

¿Hay algún avance en la investigación de la represión y los asesinatos?

Ninguno. No hay un solo imputado por los asesinatos de los tres compañeros en la mañana del 28 de julio. Peor todavía porque se intenta salvar no sólo a los que dieron la orden desde poder político del gobernador Barrionuevo, sino que quieren deslindar responsabilidad hasta de la propia policía y a la empresa Ledesma. En plena veda electoral, como denunciamos, el partido de gobierno salió a difundir la increíble teoría que “la policía sufrió una emboscada”. Alberto Matuk, el mismo que fue jefe de gobierno cuando la represión del 97, es el que sale ahora a decir que la policía no tiró con balas de plomo, cuando hay testigos y los medios nacionales han tenido que dar a luz el testimonio de trabajadores que mostraron los cascos de balas de plomo. Es una hipocresía total, como también de la empresa Ledesma que, por un lado, desplazó al gerente en funciones cuando sucedieron los asesinatos, Gatti, y por otro el que lo reemplaza Nogués dice por televisión que la seguridad privada de la empresa no tuvo nada que ver cuando los 700 policías que envío el gobierno entraron por los campos de Blaquier. Si no hay una campaña nacional y una reacción contra este atropello, en Jujuy y en todo el país, va a terminar como en Soldati que nadie fue preso por las muertes, y ahora encima nos enteramos que se le abren causas penales a los ocupantes de los terrenos, causas contra las víctimas.

Concretamente, ¿qué ha hecho el gobierno en torno al plan de “lotes para todos”?

Barrionuevo manda a las familias a que, una vez censadas, se levanten del terreno tomado y vayan a fijarse si están en el listado de su página web. No se puede creer una trampa tan infantil. En la provincia ya hay 33.000 familias anotadas en el Instituto de Viviendas y Urbanismo de Jujuy que vienen esperando hace años una vivienda. Teniendo en cuenta el ritmo de la construcción de las viviendas del gobierno, 1000 por año, recién dentro de 30 años podrán tener su vivienda los que se anoten ahora. Por eso hay sectores ya concientes de esto que no aflojan, no solo en Ledesma sino en otras localidades como Perico. Pero Libertador, además, tiene el problema que ya no hay tierras fiscales para repartir, y se necesita avanzar sobre la propiedad terrateniente del monopolio de la familia Blaquier que asfixia el casco urbano de la ciudad. Por eso el gobierno dictó, en medio de la crisis política, a pocos días las elecciones, la ley de expropiación de 40 hectáreas. Pero esto ni alcanza ni se sabe donde están ubicadas esas tierras.

Por otra parte, en el plan de “lotes para todos”, con tierras fiscales o incluso que expropien algunas tierras inundables que posee Blaquier y ahí manden a la gente a sufrir los desbordes del rio, lo que se dice es lotes, pero no vivienda. Es decir, que el plan es demagógico y engañoso. La solución de vivienda para todos está, primero, en la entrega de las tierras ociosas y la expropiación de las tierras que hagan falta para satisfacer las necesidades de todos, mediante un plan de obras públicas controlado por los trabajadores y bancado con impuestos a las grandes fortunas de las azucareras, las tabacaleras y las mineras. Esto no lo hará ni el PJ ni la UCR que vienen gobernando para ellos. Cristina volvió a dejar en claro que sus prioridades no son las soluciones de fondo. Tras el triunfo del 14 de Agosto, la presidenta retomó el proyecto de Ley de Tierras que no ataca un ápice la superconcentración de la tierra, ya que concede a los inversores extranjeros que hoy poseen el 10% de las tierras acceder hasta del 20%. Lo presenta como un límite pero es un guiño a los especuladores inmobiliarios, en momentos de alta inestabilidad por los golpes de la crisis financiera internacional.

¿Cuáles son las perspectivas?

Es una lucha dura, porque no hay otra salida real que apoyar las tomas y que también empiece a jugar la movilización de los grandes sindicatos, que tienen muchos de sus afiliados ocupando terrenos y muchos más todavía sin vivienda. Es una causa muy popular pero se necesita avanzar en la lucha para ganarla. De lo contrario, la cuestión de fondo volverá a surgir una y otra vez, porque el problema profundo es que son las familias trabajadoras, que con su acción directa, sientan un precedente para millones de familias sin techo de todo el país. Es que la contradicción abiertamente marcada en la región de empresarios terratenientes y trabajadores presos del hacinamiento y el déficit habitacional, lo resolvieron tomando las tierras del patrón. Tierras que siglos atrás fueron de los pueblos originarios de la zona, los guaraníes y los tobas, así que a modo de devolución de lo perdido la joven clase obrera de los ingenios azucareros, descendiente de los originarios, al grito de tierra y vivienda para satisfacer sus necesidades más básicas, se le arrancan a la patronal genocida de Blaquier, como en una revancha.

En esta perspectiva de lucha, como hemos propuesto en la hoja especial del periódico Nuestra Lucha, un hecho decisivo sería que los dirigentes de los sindicatos, como los de la CTA que hace una semana se hicieron presentes en Ledesma para repudiar las muertes, así como la nueva conducción del Sindicato de los obreros azucareros de Ledesma, impulsen la lucha por tierra y vivienda como en el año 73 hizo el sindicato clasista dirigido por Melitón Vázquez que, gracias a la lucha decidida obtuvieron la construcción de muchos de los barrios donde hoy viven los obreros de Libertador. En ese camino de unidad de la clase trabajadora, insistimos en la propuesta que hemos hecho a la CCC y a las familias sin techo, una Asamblea unificada de todos los delegados de los asentamientos, abierta a los sindicatos solidarios, para que los punteros de Barrionuevo no dividan la lucha, que nadie negocie por separado a espaldas de los que se jugaron la vida contra la represión y se discutan los pasos a seguir hasta triunfar.