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¿Qué muestra el paro del campo?

27 de julio 2006

La medida fue producto de cientos de asambleas del sector agremiado en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que se vienen realizando en los últimos meses. Los que más impulsan las medidas son los pequeños y medianos productores, más perjudicados por la política oficial, mientras los dirigentes se mostraban propensos a negociar con el gobierno. El resultado fue que la contundencia de la medida sorprendió a propios y extraños. En las asambleas realizadas en estos días numerosas eran las voces de quienes exigían endurecer las medidas, hasta se habló de una paro de quince días.
Ante esto, el gobierno se apresuró en impulsar un “plan ganadero”, que no conformó a nadie, lo que se expresó en la ausencia, en el acto oficial, de los representantes de CRA y Federaciones Agrarias (FA). Por lo tanto el conflicto sigue y se siguen evaluando nuevas medidas.

El camino de la vaca
Diversos son los sectores que intervienen entre el criador de ganado y la carnicería de la esquina.
Los criadores son quienes retienen al ternero y lo venden hasta el destete a los invernadores que son quienes se dedican a la recría y al engorde. Este sector luego vende el ganado en las ferias o envía el mismo a Liniers para el remate. Aquí intervienen los Consignatarios que son quienes compran el ganado y lo revenden a los frigoríficos, quienes lo faenan, se pueden dedicar exclusivamente a la exportación o al consumo interno (consumeros), y hay algunos que venden a los dos sectores. Los frigoríficos que venden en el mercado interno pueden distribuir directamente la carne a las carnicerías o venderlas a los matarifes que a su vez lo venden a carnicerías. Por último hay que afirmar que hay otro gran sector que son los hipermercados, quienes al comprar en grandes cantidades intervienen en la fijación de los precios y los hay, como por ejemplo Coto, que también son frigoríficos y exportan.
Como el lector se imagina, cada uno de estos sectores le agrega un nuevo valor al producto hasta llegar a la góndola. También es evidente que los primeros eslabones de la cadena son quienes menos ganan y quienes están más diversificados; según Pagina 12 del 25/07/06, “Sobre un total de 190 mil productores ganaderos registrados en todo el país, el Gobierno estimó que 148 mil son titulares de pequeñas unidades de explotación de menos de 250 animales (78 por ciento). Tan sólo 7.600 explotaciones son grandes establecimientos con más de 1.000 cabezas (el 4 por ciento)”.
Quienes más se benefician en el negocio son los sectores mas concentrados, los frigoríficos y los consignatarios, lo que explica que los primeros hayan apoyado al gobierno no comprando hacienda en Liniers el primer día del paro para debilitar la medida. Las medidas de Kirchner que restringen la exportación y eleva las retenciones, perjudican especialmente a los pequeños productores porque los consignatarios y frigoríficos les compran la carne a un menor precio evitando así el costo de la medida. Esto es lo que explica que el precio de la carne en el mostrador bajó en un 4,8% mientras que el productor observó una caída del 21,1%, según las estadísticas del INDEC.

La unidad del sector
No obstante esta división, en los sectores productores se sumaron a la medida tanto los grandes como los pequeños, y levantando el reclamo de todo el sector agropecuario –el levantamiento de las retenciones y la libre exportación de sus productos– su objetivo es el de maximizar sus ganancias vendiendo al “precio de mercado”, que para ellos es el de exportación, el mas elevado. Los grandes productores se montan en el descontento de los pequeños, ya que su objetivo es la baja de las retenciones y el cese de los cupos de exportación. Por fuera quedan los trabajadores y el pueblo pobre quienes ya hoy no pueden consumir lo que quieren. De esta manera no tienen en cuenta a los que tienen ingresos promedio por debajo del mínimo que marca la pobreza (hoy en $857), quienes ven cada vez más lejano el tradicional asadito.

La oligarquía rural
Este es el término que agitó el gobierno cuando trepado a diversas tribunas anunció la suba de las retenciones o el cese de las exportaciones. Un término que ante el paro del campo se lo guardó en el bolsillo y en el acto en el que se anunciaban las medidas no dijo ni mu.
Y este es el problema de fondo en nuestro país, donde un sector minoritario fija las reglas y las normas para la inmensa mayoría en desmedro de éstas. Así en su momento los grandes productores se dedicaron a plantar soja o alquilar sus campos abandonando la ganadería, sin utilizar las fabulosas ganancias que obtenían para las mejoras técnicas que se pueden implementar para ampliar el stock ganadero.
Por este motivo las medidas que toma Kirchner no sólo no dan solución a los pequeños productores, sino que no afectan a los sectores más concentrados.
La única alternativa pasa por la expropiación y nacionalización de los grandes campos y los grandes frigoríficos y la implementación del monopolio del comercio exterior que garantice la compra de toda la producción –a los pequeños productores se le podría ofrecer un precio sostén que les garantice la producción, y el acceso con créditos baratos a las mejoras técnicas necesarias para ampliar la producción–. Con la gran propiedad nacionalizada y el monopolio del comercio exterior podría determinarse cuánto se exporta y cuánto necesita el mercado interno, en base a un plan que ponga las enormes riquezas del país al servicio de los trabajadores y el pueblo.


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