Ante un público de 200 estudiantes, docentes y otras trabajadoras y trabajadores, se presentó el libro La mujer, el Estado y la revolución, de la historiadora norteamericana Wendy Goldman, editado por Pan y Rosas y Ediciones IPS. Andrea D’Atri, autora del prólogo a la edición en castellano, planteó que tanto la izquierda como las corrientes feministas reconocen que la Revolución Rusa de 1917 significó un gigantesco avance para las mujeres y que, para el bolchevismo, la igualdad ante la ley era apenas el puntapie inicial de la permanente revolución por conquistar, para las mujeres, la igualdad frente a la vida. Pero también señaló que “lo que ni el feminismo, ni gran parte del marxismo contemporáneo reconocen es que la emancipación de la mujer -que para el bolchevismo se fundamentaba en cuatro pilares programáticos como la incorporación de las mujeres al trabajo asalariado, la socialización del trabajo doméstico, la extinción de la familia y el amor libre- era una tarea central de la revolución proletaria y no una cuestión secundaria o subordinada.” Luego, agregó: “Apenas cincuenta años después de la heorica gesta de la Revolución Rusa, los movimientos sociales por la emancipación de las mujeres y la liberación sexual emergieron dándole la espalda a esta monumental experiencia histórica que se mostraba ante los ojos de millones de hombres y mujeres oprimidos y explotados como una revolución traicionada, deformada, estrangulada. Y ante las aberraciones del stalinismo, fue fácil deducir de manera simplona que, lo que había que hacer era evitar ese mal trago de tener que lidiar con una revolución y un estado de transición, con todas las dificultades que esto entraña. Esos crímenes y esa política reaccionaria, implementados en nombre del socialismo son los que permitieron embellecer a las democracias imperialistas que cooptaron, finalmente, a los movimientos de lucha contra la opresión sexual, los que se vieron, a su vez, cada vez más alejados de una alianza con con el movimiento obrero en la lucha por un cambio radical de la sociedad.”

Previamente, la agrupación de mujeres Pan y Rosas había participado, junto a otras organizaciones feministas de la Universidad de La Plata, de un escrache al juez Horacio Piombo, profesor de Derecho, quien redujo la pena a un abusador de menores argumentando que el delito no se configura por tratarse de “mujeres que viven en comunidades en las ue el nivel social acepta relaciones a edades muy bajas” y que además, las adolescentes que fueron víctimas de abuso, “poseían experiencia sexual”.

Al finalizar, invitamos al público a participar de la presentación que se hará en la Feria del Libro, el próximo sábado 23 de abril, donde también participará la autora en videoconferencia.