Terrabusi es la fábrica alimenticia más grande del país. De los casi 3000 trabajadores y trabajadoras de la planta, casi la mitad son trabajadores precarios, contratados, de agencias de empleo o de empresas tercerizadas.
Esta división, permitida por las traiciones de la burocracia sindical en las últimas décadas, como denunciamos desde la páginas de LVO, debilita a los trabajadores para luchar por sus reivindicaciones y permite a las patronales como la imperialista Kraft Foods-Terrabusi, super explotar a los trabajadores y obtener fabulosas ganancias costa de su trabajo.

¡Paro histórico!
Pero en los últimos días los trabajadores de Terrabusi nos propusimos cambiar la historia. Un volante de la Comisión Interna de la fábrica cuenta los hechos: “la noche del 8 de julio fue un día histórico para nosotros. En la tarde de ese día, 3 compañeros/as contratados/as de distintos sectores de la fábrica fueron despedidos, como es común hace años, por habérseles vencido el contrato. Al entrar ya el turno noche, en una reunión que se hizo en las escaleras, hubo una discusión con los congresales de la Verde. Los delegados de la Comisión Interna les planteamos que esta situación no daba para más (…) le exigimos al sindicato que era necesario tomar medidas para pararle la mano a la patronal y que con las actas del ministerio de trabajo no alcanzaba y que había que parar la fábrica.”
En una asamblea con más de 100 trabajadores de distintos sectores los trabajadores resolvimos: “Ir al paro por la reincorporación inmediata de los compañeros/as despedidos/as” y que “el sindicato firmara un acta haciéndose responsable de la situación, comprometiéndose a tomar medidas de lucha si la patronal tomaba represalias contra los trabajadores y que ante cada nuevo intento de despidos hay que actuar de la misma manera” (este acta fue luego firmada por Pedro Rojas, de la Comisión Directiva del Sindicato de la Alimentación).
Así, los trabajadores hicimos un paro histórico de dos horas en Terrabusi, como no se veía hace años, que sólo se levantó ante el compromiso de la patronal de reincorporar a los compañeros despedidos. Sin embargo, la empresa, con la complicidad del sindicato, desconoció el acta firmada ante la base, a los dos días terminó despidiendo a los compañeros contratados.

Lecciones hacia adelante
A pesar de haber sido un gran acontecimiento y lo que en un principio parecía un triunfo, al haber quedado los compañeros despedidos ocurrió lo que la mayoría de los compañeros temíamos: “lo del sindicato fue puro cacareo y en realidad no les interesa luchar y enfrentarse a la patronal para que no haya mas despidos”.
Si se dio el paro fue porque se vieron presionados y principalmente por la bronca que hay entre los contratados y de agencia, y de los efectivos que nunca vieron que el sindicato este dispuesto a hacer algo por los trabajadores.
La patronal, al despedir a los compañeros contratados, demostró que no está dispuesta a darnos un triunfo a los trabajadores. Daer no va a permitir la unidad y la organización democrática y combativa de los trabajadores.
El paro que hicimos en Terrabusi es para nosotros un nuevo punto de partida para lograr la efectiva unidad de los trabajadores en la fábrica, para conquistar la efectivización de todos los compañeros contratados y tercerizados, en el camino de poner en pie un fuerte Cuerpo de Delegados elegidos por la base y revocables, que oponga el poder de los trabajadores a la prepotencia patronal.

Gerardo Cracker
Trabajador de Terrabusi