logo PTS

Informaciones Obreras

Por una paritaria nacional única

24 de enero 2006

Las luchas de los trabajadores desplegadas en el 2005 continuarán en el 2006. En esta dinámica, la apertura de paritarias agregan en la mesa la discusión de los convenios colectivos de trabajo. Es decir, la relación obrero-patronal; las condiciones de trabajo, la jornada, categorías, el salario, seguridad e higiene, reivindicaciones básicas, derechos e imposiciones. En los últimos años tanto la CGT como la CTA vienen entregando las conquistas firmando convenios con una mayor flexibilización. Para lo que viene, el eje central de la burocracia es la “moderación sindical”, y solicitar que los “empresarios contengan los precios”. A la vez, la patronal propone que toda mínima recomposición esté atada a aumentos en la productividad, y fomentan negociaciones por empresa. El gobierno, coincide en ello; y para los estatales niega la mínima mejora salarial.

Gobierno y burocracia

La inflación se ha comido rápidamente lo poco conseguido, y las horas extras no hacen más que aumentar. Conquistar un aumento salarial acorde a la canasta familiar actual, 1880 pesos con una jornada laboral de 8 hs. o 40 horas semanales; o mejoras en las condiciones de trabajo y salud, no vendrán desde arriba. La inflación llegó para quedarse y extenderse. La lucha por una escala móvil de salarios acorde a este índice es fundamental. Pero lo salarial está unido a la lucha por trabajo, ya que el básico actual son los 150 pesos que reciben los trabajadores desocupados.
Los acuerdos de precios del gobierno son más que nada un ejercicio mediático, que la realidad de los mercados y almacenes se encarga de disipar enseguida. La promocionada “distribución de la riqueza” y el trabajo genuino del que tanto habla Kirchner es un verso, cuando favorece a los capitalistas, paga al contado al FMI y subsidia a los empresarios.
Mientras, la patronal y el Estado están “recuperando” a veinte manos sus ganancias y superávit fiscal. El costo laboral está por debajo de la década de los ’90 y las ganancias ya superan los porcentajes de aquellos días, los ritmos, jornadas y la precarización crecen, y el escaso empleo creado es en negro o ultra flexibilizado. Las tasas de pobreza rozan el 50% de la población y el desempleo carcome a millones de trabajadores. La productividad capitalista no cesa de crecer. El derecho al tiempo libre de los trabajadores, al disfrute de la vida y de la familia está casi olvidado.
Ocio y bienestar, sin embargo, es el que disfrutan los nuevos gordos como Moyano y Barrionuevo en Mar del Plata, donde almuerzan suculentos asados, juegan al sapo y apuestan cajas de vinos y champán de miles de pesos mientras charlan cómo ayudar a la patronal y continuar con sus privilegios millonarios. Por eso ellos -como dice el Dr. Recalde, uno de los abogados del moyanismo y diputado por el kirchnerismo- quieren “mantener la disputa salarial en la racionalidad”, como les pide Kirchner. Por lo tanto nada podemos esperar de estos dirigentes entreguistas en las próximas paritarias.

Paritaria nacional única

Debemos evitar que nos sigan quitando conquistas de los convenios, como viene sucediendo bajo la dirección de la burocracia. Por lo tanto en cada gremio, en cada fábrica y empresa debemos imponer la elección de delegados paritarios para que vayan con mandato a discutir los nuevos convenios. Ningún trabajador sabe lo que los burócratas suelen negociar. Un buen ejemplo democrático es el de los trabajadores del subte, donde el convenio se está discutiendo en la base, y se hizo público el anteproyecto del cuerpo de delegados a discutir con la patronal.
Sin embargo, una de nuestras principales debilidades es la enorme fragmentación. En la discusión gremio por gremio la patronal saca ventajas. De lo que se trata es de unificar las filas obreras, y pelear convenios, salario y trabajo todos juntos. Privados y estatales, afiliados y no afiliados, trabajadores de servicios, obreros rurales e industriales, precarizados y también los trabajadores desocupados, que ni la CGT ni la CTA toman en cuenta. En definitiva, la clase trabajadora de conjunto por un lado y enfrente la clase patronal, la UIA, la Sociedad Rural, los banqueros, etc. y los gobernadores y el gobierno nacional, como “patrones” de los estatales y docentes. Esta es nuestra propuesta de una paritaria nacional única, con delegados paritarios elegidos en asambleas democráticas.

Las perspectivas

La presión desde abajo, que puede llegar a extenderse, es el pequeño gran problema por encarar y resolver por parte de los dirigentes vendidos. Los burócratas no están dispuestos a ir hasta el final, y esto les provoca cuestionamientos en la base. Es que el movimiento obrero desconfía y mete presión. Y preocupa a los patrones, ante el miedo de desbordes.
A la vez surgen activistas antiburocráticos, se eligen nuevos delegados más combativos en diversos gremios, que conforman una vanguardia que empieza a foguearse. Unir y coordinar estas expresiones más avanzadas es una tarea de todos los que nos reivindicamos clasistas, para enfrentar las maniobras en las próximas paritarias. En este marco es que proponemos a todos los sectores combativos que nos econtramos en el Encuentro Obrero del 2 de abril y los nuevos sectores que surgieron al calor de las luchas a que encaremos una gran campaña por una Paritaria Nacional Única.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: