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JUVENTUD

UN DEBATE CON PCR-PO

Tucumán: ¿Por un movimiento estudiantil combativo o sálvese quien pueda?

La vuelta a clases tras el fin del paro docente se ha visto envuelta por las discusiones en los cursos. Si bien el sector activo del estudiantado se limitó a unos centenares, de conjunto se vio atravesado por la polarización, ya sea a favor o en contra del paro docente. Las agrupaciones del régimen, ya sean peronistas o radicales, actuaron en conjunto atacando al paro. El kirchnerismo, con los docentes carneros a la cabeza, utilizó todos los medios a su alcance para desprestigiar al paro. Los centros de estudiantes y consejeros en manos de la Franja Morada organizaron marchas, sentadas, presentaciones, con el lema “Gobierno, queremos clases ya”. Una consigna heredera de la tradición liberal noventista, que fomentaba el individualismo que tenía como lema (en palabras de Menem) “Los estudiantes sólo deben preocuparse por estudiar”. En este marco, un sector de la Franja Morada y el Movimiento Humanista (K), impulsaron con el visto bueno de las autoridades la toma de Bioquímica.

PTS

29 de agosto 2014

Tucumán: ¿Por un movimiento estudiantil combativo o sálvese quien pueda?

La vuelta a clases tras el fin del paro docente se ha visto envuelta por las discusiones en los cursos. Si bien el sector activo del estudiantado se limitó a unos centenares, de conjunto se vio atravesado por la polarización, ya sea a favor o en contra del paro docente. Las agrupaciones del régimen, ya sean peronistas o radicales, actuaron en conjunto atacando al paro. El kirchnerismo, con los docentes carneros a la cabeza, utilizó todos los medios a su alcance para desprestigiar al paro. Los centros de estudiantes y consejeros en manos de la Franja Morada organizaron marchas, sentadas, presentaciones, con el lema “Gobierno, queremos clases ya”. Una consigna heredera de la tradición liberal noventista, que fomentaba el individualismo que tenía como lema (en palabras de Menem) “Los estudiantes sólo deben preocuparse por estudiar”. En este marco, un sector de la Franja Morada y el Movimiento Humanista (K), impulsaron con el visto bueno de las autoridades la toma de Bioquímica.

Sin embargo, el apoyo mayoritario al reclamo docente que se mostró en la enorme recepción que tuvo la campaña de fotos “10.000 estudiantes en apoyo a los docentes” también muestra su correlato en las aulas. El movimiento estudiantil ha jugado un papel importante durante la lucha docente, escribir estos apuntes militantes tiene por objetivo aportar a las reflexiones y conclusiones de cara a las tareas pendientes.

¿“Queremos volver a clases…” o “Todos somos docentes”?

La CEPA (PCR), fiel a su tradición consideró aliados a todo aquel que enfrente el gobierno, sea por izquierda o sea por derecha. Es así, que bajo el lema “Gobierno, queremos clases ya”, no tuvo empacho en coincidir con la Franja Morada, que dirigía a los estudiantes antiparo. Haciéndola propia, quisieron que la toma del Rectorado sea bajo esta consigna radical.

Desde la Juventud del PTS junto a las agrupaciones que impulsamos y decenas de activistas de las tomas del 2013 y otras agrupaciones, dimos la pelea para que la toma se defina claramente en apoyo a los docentes. La salida de la CEPA de la toma (y de la lucha docente) fue por la puerta chica. Violando un mandato de asamblea, se reunieron con la rectora para intentar presentar como “triunfo” algo que los docentes ya venían rechazando.

El PO reivindica que su consigna “Queremos volver a clases con el triunfo docente” izquierdizó a la del PCR, y que era algo que podía unir a los que apoyaban a los docentes y a los que… no tanto. Su intento de unir en una ficción lo que la realidad dividía terminó en una adaptación a los planteos del ala antidocente de la toma del Rectorado. Pusieron las mil y una excusas para que los docentes no puedan ingresar a la toma, y hasta votaron en contra de la consigna “Todos somos docentes”, llegando a marchar tras la bandera “Gobierno, queremos volver a clases”.

“Todos somos docentes” es una consigna que permite que se comprenda que el estudiante no es víctima de ningún paro y que a fin de cuentas está dispuesto a perder tiempo de clases si eso es para defender la educación. La chispa que encendió el proceso profundo que atraviesa la UNT desde el año pasado fue la toma docente-estudiantil de la Artes luego del suicidio del profesor Lobo, quien ante la precariedad de un “interinato” de más de 20 años y un despido injustificado, puso en evidencia la cruda realidad del trabajador de la universidad. Los estudiantes tomaron la facultad a riesgo de perder el cuatrimestre. Este acto de unidad docente estudiantil le arrancó a la gestión plata y trabajo para la familia del profesor y más presupuesto por cada carrera.

Lejos de ser una pelea de consignas, se trata de direccionar la perspectiva con la que tiene que intervenir el movimiento estudiantil. El retroceso electoral del PO y el PCR ha reforzado su histórica política de concebir al estudiantado como homogéneo, o que en última instancia se puede unir tras una demanda reivindicativa. Procesos como los del año pasado mostraron los límites de esta concepción, cuando por ejemplo un amplio activismo repudiaba a la policía por ser cómplices en las redes de trata, mientras que estas corrientes reforzaban el discurso de la “seguridad”. Como contracara, se priorizan los cálculos electorales en frentes que no aportan en nada a la autoorganización del movimiento estudiantil: tras la toma de 2013 el consejero del PO en Filo se limitó a pedir una reprogramación de clases.

¿Y ahora?

Si mostrar el apoyo estudiantil fue parte fundamental del triunfo docente, creemos que esta experiencia debe desarrollarse aún más con la vuelta a clases. En primer lugar llevando adelante una gran campaña en todas las facultades por expulsar a las patotas del PJ en la UNT encabezadas por Saab y Leguizamón, desmantelando la Dirección de Protección Universitaria. Las Secretarías conquistadas en Psicología y Artes están al servicio de organizar al movimiento estudiantil para ello.

En segundo lugar, es central organizar al movimiento estudiantil contra la trampa que impulsa el régimen universitario: la reforma cosmética del estatuto. Lejos que buscar una verdadera democratización, intentarán dar algunas concesiones a los docentes, y algún nivel de “transparencia” en la elección del rector, pero manteniendo lo central del régimen, es decir, el gobierno de una pequeña camarilla al servicio de mantener una universidad cada vez más privatizada al servicio de las empresas, como minera La Alumbrera.

Conjuntamente con estas batallas en el terreno de la educación, hay que retomar con fuerza el motor y las banderas que dio impulso a la emergencia de este nuevo movimiento estudiantil durante las tomas del 2013, preparándonos para el II Encuentro Provincial de Mujeres y LGTBI como instancia de confluencia y organización de estudiantes y trabajadoras, de cara al próximo Encuentro Nacional de Mujeres en Salta.

Cuando las luchas por paritarias, contra los despidos y las suspensiones son elementos centrales en la realidad, reforzar en el estudiantado las ideas individualistas o corporativas solo lleva a un callejón sin salida. Por eso, desde la Juventud del PTS, creemos que es necesario extender la experiencia y las conclusiones de esta lucha y avanzar en agrupamientos estudiantiles en todas las facultades con una perspectiva consecuente de lucha en defensa de la educación, contra toda forma de opresión y junto a lxs trabajadorxs.

Prensa

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