El gobierno anuncia que aumentará el salario mínimo a $800, pero sólo para un millón de trabajadores en blanco porque al resto, supuestamente, ya le alcanza para superar el nivel de pobreza. Sería para los trabajadores que, estando registrados, no están incluidos en los convenios colectivos que se acaban de negociar en las paritarias con techo salarial del 19%. Para los que están bajo convenio - opina el gobierno- alcanza con los acuerdos de la CGT con los empresarios ya que, entre el salario mínimo y los adicionales, superan los $800. Y para los 4.600.000 trabajadores que están en negro y promedian los $500 mensuales - con Kirchner hay el mismo nivel de trabajo clandestino que a mediados de 2002, en el peor momento de la crisis bajo el gobierno de Duhalde- tampoco es necesario el aumento porque, dice el gobierno, el salario subirá por el efecto de arrastre de elevar el salario de los registrados.


En tanto un gerente general de las empresas de primera línea que ponen el tope salarial gana alrededor de $45.000 y un gerente de área alrededor de 12.000 mensuales. Muchos de ellos están ahora en Alemania viendo el Mundial desde la platea, gastaron 800 euros por cubierto en una cena en un castillo medieval agasajando a la selección nacional y levantaron las copas al grito de ¡Vamos Argentina!


Los burócratas sindicales que firmaron los acuerdos salariales restringidos también ganan, claro está, mucho más que el mínimo. Por los pocos datos publicados se puede saber que Daer, cuando era titular de la CGT, reconoció en declaración jurada que cobraba $9.100 por mes, a los que había que sumar otros $4.500 de “gastos de representación”.


Todos recordamos cuando Cavallo, siendo ministro, dijo que no podía vivir con menos de $10.000, mientras les negaba el aumento a los jubilados. Hoy, aunque no lo digan tan descaradamente, ministros y legisladores rondan el “salariazo” que tenía Cavallo. Por caso, los miembros de la Corte en el poder judicial de Santa Fe cobraron el mes de enero $12.500, en promedio. Los senadores nacionales, si son del interior, ganan alrededor de $7.600, un diputado que vive a más de 200 km de la Capital gana $7.700, en tanto los que no cobran el adicional por “desarraigo”, porque viven cerca, se llevan $6.300 por mes. Todos ellos pueden ampliar sus ingresos canjeando los veinte pasajes aéreos que cada legislador recibe por mes. Recientemente pidieron un aumento de un 19% (como el de las paritarias) sobre los $4.500 de “gastos de representación”. Sólo ese incremento sería de $900, es decir más que el salario mínimo que el presidente nos dice que nos tiene que alcanzar para vivir a los trabajadores.