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Informaciones Obreras

Entrevista a José Montes

Por la coordinación y el reagrupamiento de la vanguardia obrera

22 de diciembre 2005

¿Cómo evalúan las perspectivas de la izquierda en la clase trabajadora?
Mirá, fue uno de los grandes temas que discutimos en los plenarios zonales que el PTS realizó en todo el país, donde participaron decenas de nuevos delegados. En el marco de esa reflexión, constatamos que lo que prima entre los trabajadores son las enormes expectativas en el gobierno. Pero esto no es sinónimo de quietud, ya que existe un enorme proceso que surge desde abajo y se expresa en la sostenida oleada de luchas salariales y en el crecimiento de las huelgas: noviembre fue el mes de mayor actividad huelguística. Y lo más destacado es el resurgir de un activismo obrero, de nuevos delegados que enfrentan a la patronal y la burocracia.
Otro aspecto que evaluamos, como expresión de los nuevos fenómenos que recorren al movimiento obrero, es lo que sucede entre los obreros industriales, donde empiezan a luchar los jóvenes y trabajadores tercerizados, incluso de empresas donde ni siquiera había representación gremial y hoy luchan por tenerla. Coincidimos en los plenarios, que estos sectores más jóvenes son más abiertos y receptivos a las ideas de la izquierda. Confiamos en que en el 2006, este proceso se desarrolle y extienda y que esta lenta recomposición de la clase obrera, sea la continuidad de una gimnasia que empezaron los trabajadores y que inexorablemente van a hacer una experiencia con este gobierno en el que tienen depositadas hoy sus expectativas.

¿Qué tareas tenemos por delante?
En primer lugar, los marxistas revolucionarios tenemos la obligación de poder entablar un diálogo entre las expectativas reformistas y las ilusiones de los compañeros trabajadores, para dirigirlas hacia adelante, en lo posible para pasar a la acción, que es lo que más hace avanzar la conciencia de los trabajadores. Por ejemplo, desde ya que tenemos que estar a la cabeza de la recuperación salarial, pero si junto a esto no luchamos por la igualdad de salarios y de derechos gremiales de los sectores contratados y tercerizados, no estaremos ayudando a que la lucha salarial de un paso adelante. Es una gran pelea contra la herencia de los ‘90, también hay que levantar el reclamo de la anulación de todas las leyes que nos han impuesto, debemos transformar la lucha reivindicativa, en una lucha más política.
En Astillero, nosotros planteamos que hay que luchar por recuperar todo lo perdido bajo los anteriores gobiernos, por ejemplo, el 40% de los terrenos del Astillero que se llevaron para hacer negocios con la Zona Franca en un Ente presidido por Mario Cafiero, como parte de los intentos de privatización bajo Menem y Duhalde.
En segundo lugar, nos parece que sigue planteada la necesidad del reagrupamiento independiente de los sectores más concientes, como continuidad de lo que fue el Encuentro del 2 de abril, para coordinar y apoyar las luchas e impulsar la reorganización contra la burocracia sindical.
En tercer lugar, necesitamos un amplio frente único en defensa de delegados combativos ante las proscripciones y las persecuciones, porque las patronales quieren aprovechar la confianza de los trabajadores en el gobierno para hacernos retroceder de las posiciones conquistadas con la lucha. Ya hay una declaración que hemos firmado delegados del Astilleros, del Garrahan y que impulsan organismos de derechos humanos como la Correpi y el Ce.Pro.DH por esta campaña que queremos iniciar con todas las organizaciones antiburocráticas.

El pasado 10 de diciembre se formó una nueva corriente sindical, ¿qué opinás?
Bueno, antes que nada decimos que no se trata de ir creando un agrupamiento por acá u otro por allá. Lo que necesita nuestra clase y los centenares de nuevos luchadores, es algo verdaderamente centralizador. Por eso insistimos con la necesidad de un Encuentro Nacional de Trabajadores, en lo posible con mandato de base o al menos con representación de agrupaciones, no de dirigentes sueltos, sino que se exprese el peso real en la base de cada sector, aunque sea de los trabajadores que forman una agrupación en algún gremio o empresa. Un Encuentro verdaderamente unitario y democrático, donde se expresen las distintas corrientes, dentro de la democracia obrera.
Además, todo reagrupamiento que intente expresar al nuevo proceso del movimiento obrero, tiene que ser claramente antiburocrático. Sino mirá qué contradicción: en FOETRA, los telefónicos del PTS, junto a los del MST(2) y a compañeros independientes, participamos de la lista Violeta-Roja, que obtuvo más del 20% de los votos en las elecciones en el gremio y metimos congresales por minoría. En el conflicto con las telefónicas hace unas semanas atrás, los delegados opositores nos negamos a aceptar la conciliación obligatoria por parte de la directiva de Iadarola (CGT) y Marín (CTA). Además, los delegados del PTS y del MST fuimos los únicos que no votamos la propuesta de Iadarola, apoyada por Marín, de dejar para enero la lucha por los reclamos de los jóvenes trabajadores de ATENTO.
Lamentablemente, hoy los delegados telefónicos del MST se unen en el Movimiento Intersindical Clasista con Claudio Marín quien comparte la dirección del gremio, sin diferencias sustanciales, con el moyanista Iadarola. Es decir que pasaron de opositores a la burocracia de FOETRA, a impulsar una corriente sindical con un sector de esa conducción burocrática. Entonces, ahí hay una pata floja de este movimiento sindical, que tiene entre sus componentes principales, no sólo a Marín, sino a otros dirigentes como Bazán de Córdoba que son dirigentes oficiales de la CTA.

¿Querés agregar algo más?
En relación a lo que te decía recién, creo que hay una contradicción muy grande entre proclamarse clasistas y estar en “espacios” y/o alianzas con burócratas como Marín, Bazan o políticos arribistas como Mario Cafiero. El 10 de diciembre, los compañeros de los dos MST, junto a algunos delegados del Subte y estatales, se reunieron para formar el “Movimiento Intersindical Clasista”. La convocatoria no fue claramente antigubernamental, esta es una segunda falla grande de un movimiento que se reclama clasista.
Pero hay más todavía, una semana después, en la Facultad de Filosofía, varios de esos referentes sindicales se volvieron a reunir para proclamar “una alternativa política” junto al ex diputado Cafiero y ex legisladores zamoristas, que es lo opuesto al clasismo y a la independencia política de los trabajadores.
Hasta hace poco, con el compañero Pianelli y algunos delegados del Subte, nosotros discutíamos que el clasismo consecuente debía expresarse en la construcción de un partido de clase, y no quedarse en el terreno sindical, porque el sindicalismo es una variante del pensamiento burgués.
En ese debate, estos compañeros sostenían una acalorada posición antipartidos... de izquierda!!!. Pero ahora, dan un giro de 180°, y van junto al MST1, el MST2 y grupos menores, a definir un partido o un frente político con un ex-funcionario de Menem y Duhalde, personaje que los trabajadores del Astillero conocemos muy bien.
En nuestros plenarios acordamos que la unidad de los sectores combativos debe darse en forma independiente del gobierno, la burocracia sindical, los partidos patronales y políticos arribistas. Impulsar esta perspectiva, sería de gran ayuda para que el nuevo activismo que surge en las empresas, lo haga en el camino de la independencia de clase.

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