(CIUDADELA) - Hace un año que murió Francisco, trabajando en condiciones deplorables, cuando se acercó a una estantería en mal estado y se le cayó encima, destrozándole la cabeza. Fue asistido por algunos compañeros y trasladado en un camión como si fuese un animal hasta el hospital donde falleció.
Inmediatamente se empezaron a hacer reuniones para no trabajar e ir al funeral, en contra de la postura de los gerentes y la burocracia que querían que vayamos por tanda. Se logró no trabajar e ir al velatorio. Todos juntos con mucho dolor y bronca empezábamos a discutir sobre la responsabilidad de la empresa por la muerte de Pancho, como cariñosamente le decíamos. El era uno de los principales que reclamaba la falta de personal y las condiciones en que se trabajaba.
Por eso queremos denunciar en estas páginas que quedó impune su muerte y que se sigue trabajando en las mismas condiciones, razón por la cual tenemos que seguir peleando por justicia y que nunca más se vuelva a repetir.