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Conflicto testigo de los jóvenes de TVB (ex Jabón Federal)

Piquete obrero en La Matanza contra la esclavitud

31 de agosto 2006

A fines de los años ‘90 los piquetes de los desocupados, desde Cutral Có y Jujuy hasta llegar al corazón del peronismo en La Matanza, llamaron la atención popular detrás de la demanda de trabajo para todos. Los Blumberg, Macri y López Murphy apoyaban el envío de la Gendarmería para desalojar las rutas mientras la clase empresaria a la que representan estaba ocupada en cerrar fábricas y fugar la plata del país. Hoy también surgen quienes se rebelan en La Matanza, en el corazón del peronismo. Los trabajadores de Jabón Federal cortan el Camino de Cintura, ponen carpas frente a la planta, realizan huelgas de la producción en lucha por la reincorporación de 38 despedidos. O, como mejor lo dicen ellos: “peleamos por algo más que eso”. ¿Por qué “despidos masivos” cuando cada vez producen más? Los capitalistas del “fondo buitre” de The Value Brand, que compró barata Jabón Federal después de la devaluación, dicen que los despiden por “indisciplinados”.
Los empresarios que en los ’90 cerraban fábricas o despedían masivamente, ahora embolsan superganancias pagando bajos salarios y con trabajo precario. O casi esclavo como relata este trabajador del Lavadero Industrial Quinteros de Córdoba: “somos todos jóvenes entre 18 y 24 años, que trabajamos entre 9 y 14 hs. diarias, percibiendo entre 5 y 15 centavos por prenda. Tratamos con amoníacos sin contar con guantes, máscaras. Los domingos también se trabaja, esos días el trompa nos deja adentro, pone candado al portón y se va, hasta las cinco de la tarde que vuelve y nos deja salir. Si pasa algo o se prende fuego nos quemamos adentro…”. Este empresario despidió a la mitad del personal por reclamar ser “blanqueados”.
Los jóvenes trabajadores de Jabón Federal se “indisciplinaron” y hacen un piquete contra esta esclavitud y dictadura que reina en las empresas. Vienen de conquistar con su lucha el derecho, que no tenían, de una organización gremial en la fábrica y eligieron una comisión interna democrática y combativa. Se los persigue lo mismo que a los trabajadores de Coca Cola, que despide y envía patotas a golpear activistas por elegir delegados y afiliarse sindicalmente. Estas patronales, seguramente simpatizantes de Blumberg, Macri o López Murphy, aunque contentos con los negocios que hacen bajo Kirchner, quieren imponer condiciones de superexplotación. Son despidos persecutorios y ataques contra los trabajadores que no se resignan y se organizan. Por ello la lucha de TVB ex Jabón Federal debe ser apoyada y, en especial, tomada como un nuevo emblema de toda la juventud trabajadora.
El de los jóvenes obreros de la ex Jabón Federal es un conflicto testigo. Ellos son una parte de avanzada de los millones de trabajadores, muchos de ellos precarizados y en su mayoría jóvenes y sin derechos sindicales. Son parte del destacamento de los que luchan por organizarse y sufren el hostigamiento patronal, como también pasa en los Call Center de las telefónicas como Atento o APEX de Rosario, en lavaderos industriales de Córdoba, en los Mc Donald’s y los hipermercados, en empresas como Cargo tercerizada de Renault, en metalúrgicas como Fundiciones Canning de Ezeiza. Son la vanguardia de una nueva generación de trabajadores que ingresó a las fábricas con la reactivación económica de los últimos años, que no cuenta con mucha experiencia previa, pero que tampoco tiene el peso de las derrotas de los años "90, y se “indisciplina” contra la “paz de los cementerios” que reinaba en las empresas.
En general la cúpula de los sindicatos y la CGT les da la espalda, cuando no directamente actúan en forma coordinada junto a los empresarios. No es casual. En contraste con esta lucha contra la esclavitud de los sectores más oprimidos de la clase trabajadora, Hugo Moyano acaba de inaugurar un Hotel de 10 pisos del Sindicato de Camioneros en Mar del Plata. Hoteles de ese tipo, cuando fueron construidos por los sindicatos durante el primer peronismo, eran una muestra de nuevos derechos de la clase trabajadora de los años 40-50 que (si bien a costa de la formación de una burocracia sindical) conquistaba el medio aguinaldo y las vacaciones pagas por las patronales. Hoy, son apenas el taparrabos con que la decadente burocracia pretende esconder su manipulación de los fondos de las Obras Sociales que abarcan a cada vez menos trabajadores y que no podrán utilizar jamás esos hoteles. Los invitados de honor de Moyano fueron el presidente Kirchner y su esposa, el secretario de Transporte Ricardo Jaime (funcionario proveniente de las filas sindicales), el jefe de gabinete Aníbal Fernández, y los ministros De Vido y Carlos Tomada. Este último, a la cabeza del ministerio de Trabajo que, a pesar de los discursos oficiales “contra el trabajo en negro”, hacen la vista gorda para que las patronales violen toda legalidad, e incluso, como en el caso de TVB, hasta les permiten que desoigan la conciliación obligatoria que dicta el propio Ministerio. Todos brindaron en la cena de inauguración del Hotel de Moyano con Baron B (champagne de $40 la botella).

Fondo de lucha nacional
Estas luchas tendrían un enorme respaldo si, por ejemplo, tuvieran a su disposición la recaudación de las cuotas sindicales, que aportamos los trabajadores, como verdaderos fondos de huelga para que no los hagan retroceder por hambre y necesidades. Ante esta imposibilidad son las organizaciones obreras y estudiantiles combativas junto a la izquierda los que debemos asumir la tarea de coordinar el apoyo a sus acciones, formando comisiones de solidaridad y creando “cajas de resistencia” propias de la tradición de los inicios del movimiento obrero que la burocracia sindical, con su sistema de prebendas y privilegios, ha desterrado. Justamente fueron los obreros de Zanon y el sindicato ceramista de Neuquén los que hicieron la propuesta de crear un “Fondo de lucha nacional” impulsado por las organizaciones antiburocráticas reunidas el 2 de abril del 2005 en el Encuentro Obrero que congregó cientos de delegados y activistas de todo el país. Esa oportunidad desaprovechada en aquel momento, se presenta ahora como una tarea urgente para la lucha de Jabón Federal. Una vez más, el ejemplo de los obreros de Zanon que votaron en asamblea aportarles $10 pesos por cada trabajador debe extenderse como propuesta a los trabajadores del subterráneo, a los telefónicos, a los ferroviarios, los astilleros, a todos los sectores del movimiento obrero. Igualmente, la demostración de unidad obrero-estudiantil que dieron las agrupaciones combativas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA que organizaron una fiesta destinada a recaudar para el fondo de lucha, debe ser imitada en facultades, colegios y barrios. Estos ejemplos y todas las iniciativas posibles deben ser desplegadas por los interesados en que estos jóvenes le doblen el brazo en esta dura pulseada que tienen contra los capitalistas que quieren imponer sus condiciones de superexplotación e impedir la organización de una nueva dirección obrera.

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