Este 10 de agosto está convocado el juicio oral contra Jesica Calcagno, Patricio del Corro y Juan Oribe, referentes estudiantiles que junto a miles de estudiantes se solidarizaron activamente con la lucha histórica de los obreros/as de la Kraft-Terrabusi cortando Callao y Corrientes, enfrentando la represión y movilizándose durante casi dos meses de lucha. Fue por el 2009, en el medio de los coletazos de la crisis internacional, que en nuestro país dejó a más de 300 mil trabajadores en la calle. Fueron momentos donde los obreros de la Volkswagen en Córdoba resistían los despidos de la patronal imperialista.
Después de la derrota electoral de los K en la provincia de Buenos Aires en manos del derechista De Narváez, la patronal yanqui, que pertenece a Warren Buffet -uno de los hombres más ricos del mundo-, creyó ver el momento oportuno para atacar a los trabajadores/as de la Kraft, despidiendo a más de 160 de ellos, entre ellos importantes referentes de la comisión interna y del cuerpo de delegados elegidos por los propios trabajadores. La patronal quiso imponer su propia ley y para ello contó con la complicidad de la burocracia de la CGT -que le dio la espalda a los trabajadores-, pero también con la del gobierno nacional y el provincial que mandaron a la Policía Bonaerense y su Montada a pedido de la embajada yanqui a tratar de quebrar la resistencia obrera. Pero lo que no tuvo en sus planes la patronal fue que su ley iba a desatar la bronca y resistencia de los obreros y la enorme solidaridad de múltiples sectores. Los obreros de la Kraft no dieron la batalla solos: fueron millones los que siguieron atentamente su lucha y fuimos miles los que salimos a las calles poniendo en movimiento una alianza social que pudo hacerle frente a una multinacional que parecía invencible. Las organizaciones de desocupados cortando el puente Pueyrredón, el movimiento estudiantil plantándose en Callao y Corrientes, las comisiones internas antiburocráticas y combativas de Zona Norte participando junto a los obreros de los cortes de la Panamericana fueron la muestra de la potencia de una alianza entre trabajadores ocupados y desocupados y el movimiento estudiantil que le pudo hacer frente a los planes empresariales.

Una causa escandalosa y otro “servicio a la comunidad”

La Justicia del gobierno de la ciudad no le da la “bienvenida” a la lucha y organización de los estudiantes. Como pasa a nivel nacional, con los más de 5000 procesados por luchar, en la ciudad PRO de Macri no son admisibles los cortes de calle, las tomas de tierras -como vimos en el indoamericano- o la toma de colegios y facultades. Esta causa judicial por la cual van a juicio tres de nuestros compañeros/as, es el botón de muestra de un Estado que con su Justicia y su Policía es muy eficaz para poner todos sus recursos al servicio de perseguir a los que luchan, mientras libera al policía que asesinó al joven Ariel Domínguez en San Telmo. La misma Policía que para los medios de comunicación dispara “accidentalmente” balas que asesinan a “peatones” hace otro “servicio a la comunidad” realizando tareas de inteligencia ilegal sobre las manifestaciones, filmando y sacando fotos, que los fiscales y su justicia presentan como pruebas en una causa de más de 600 fojas contra los que participamos de los cortes de calle y movilizaciones.

Una solidaridad a prueba de causas

La solidaridad estudiantil con las luchas obreras tuvo un antes y un después con la lucha de Kraft-Terrabusi. Lo que intentan juzgar el 10 de agosto es el compromiso y la solidaridad de la juventud con la lucha de los trabajadores. Como también intentan poner en el banquillo, con causas penales, a los dirigentes obreros como Oscar Coria, Lorena Gentile y el “Poke” Hermosilla que fueron parte indispensable de la chispa que se prendió en la lucha de Terrabusi. Hoy, frente a un gobierno nacional y una oposición que coinciden en marcar una agenda derechista, frente a los fusilamientos impunes por parte de la Policía y de las bandas organizadas de las patronales como los Blaquier en Jujuy, tenemos el desafío de redoblar una unidad que a lo largo de la historia mostró sus fuerzas. Hoy, frente a una crisis internacional que se reedita, frente a un gobierno que funciona como socio de los planes de las patronales y que está al servicio de sus agendas derechistas, la defensa de la lucha obrero-estudiantil que protagonizamos en el 2009, es una parte indispensable frente las tareas que nos plantea el porvenir. La FUBA, los Centros de Estudiantes, los organismos de DD. HH y las comisiones internas combativas tenemos una cita el 10/8 para decirle NO a la criminalización de la protesta social y defender nuestros métodos de lucha.