El jueves pasado los trabajadores del Sindicato de Empleados de Comercio realizaron una protesta frente a la sucursal de Miguelito Mayorista, que junto a la cadena de supermercados Comodín son propiedad del vicegobernador Pedro Segura (PJ). La exigencia fue la reincorporación de Pablo Gutiérrez, trabajador despedido. Vale recordar que durante la campaña electoral, la empresa se había comprometido a través de solicitadas a no despedir. Sin embargo, desde esa fecha han pasado despidos, entre ellos varios contratados.

En este caso, la empresa alega problemas de “indisciplina”. El verdadero motivo del despido de Pablo es su atrevimiento a cuestionar las condiciones de trabajo e intentar organizar a sus compañeros, en una empresa en donde la superexplotación de los trabajadores es brutal.

Tan pésimas son las condiciones en la empresa de Segura que, por ejemplo, en la Sucursal 3 los trabajadores deben pedir autorización y firmar un registro para ir al baño, y no sólo eso sino que hasta se les toma el tiempo.

“Paradójicamente”, el mismo apuro que la empresa muestra cuando cuenta los minutos que los trabajadores “pierden” en el baño, no lo tiene cuando los trabajadores deben retirarse una vez cumplido el horario, haciendo que éstos realicen hasta dos o tres horas extras por día que la empresa no paga. Es bien conocido el nefasto lema de la patronal: “¡Aquí hay horario de entrada, pero no de salida!”.

Ante la intransigencia patronal y la complicidad del gobierno es necesario impulsar desde el Sindicato de Empleados de Comercio –CGT– un plan de lucha, que incluya asambleas, paros y otras medidas que fortalezcan el apoyo de sus compañeros, logrando romper con el aislamiento y el miedo que impone la patronal. Además es importante que sindicatos como ATE–CTA, que se movilizó bajo la consigna “prohibir los despidos”, se solidaricen y coordinen medidas de lucha conjuntas con todos los sindicatos de la CGT.

Por último, necesitamos saltar el cerco de los medios, que no dicen nada como El Tribuno –propiedad del diputado Rivarola, socio de Segura–, con las medidas de fuerza y una gran campaña en donde dirigentes sindicales, las personalidades más importantes de la provincia y el país, organismos de DD.HH., y organizaciones sociales expresen su solidaridad. Sólo así, se podrá lograr la reincorporación de Pablo y fortalecer la lucha contra la superexplotación y la persecución en la empresa.

Corresponsal