por PTS Zona Norte

Desde que el Juzgado N°1 de San Isidro dispuso la clausura temporaria de la planta Florida de PepsiCo denunciando la contaminación que produce, los trabajadores realizaron dos asambleas y reuniones con trabajadores contratados y la CI para discutir qué hacer frente a este hecho.

Pese al boicot de la Verde de Daer que llegó a mandar a sus pichones a la estación de tren para “convencer” a los trabajadores que no concurran, las asambleas fueron numerosas. Una con más de 150 compañeros, la otra de 250, de efectivos y contratados. Los trabajadores de PepsiCo plantean que la fábrica debe reabrirse de forma inmediata, pero que son los propios trabajadores los que deben establecer un control sobre la higiene de la planta. Es la única manera de evitar la contaminación que en primer lugar perjudica a los propios trabajadores y también a los vecinos que deberían ser parte de una Comision de Control ambiental. Por último, exigen que esta crisis provocada por la empresa no caiga sobre ningún trabajador, que no se descuente ni una hora no trabajada por responsabilidad de la empresa, ni se despida a un contratado. Los trabajadores de PepsiCo resolvieron en este marco que no van a resignar por esta situación su pedido de aumento salarial, ya que esta crisis no impide a este gran monopolio aumentar de forma seria los salarios.

La asamblea del miércoles 20 decidió convocar a una marcha para el viernes al Juzgado. Las consignas plantean la reapertura de la planta, el control de los trabajadores y los vecinos sobre las medidas de higiene y cuidado ambiental, y una garantía de que no haya despidos ni descuentos. Pese a todo, la empresa se viene negando a dar estas garantías. En este marco a eso de las 18 hs del miércoles, un grupo de trabajadores notó que la empresa estaba realizando movimientos dentro de la planta. La patronal intentaba retirar algunas máquinas en camiones. Su intención era armar en Mar del Plata, en su planta de la ex Pehuamar, una línea para producir “Cheetos”. Un centenar de trabajadores fue hacia la puerta a oponerse a este intento que pone en peligro fuentes de trabajo. La patronal intentó una explicación frente a los trabajadores pero se negó a dar garantías públicas sobre los derechos de los trabajadores y se retiró.

Guardia contra las maniobras de PepsiCo

En asamblea, nuevamente, por la noche se resolvió montar una guardia de trabajadores para controlar que no salga ningún camión con maquinaria. Al poco tiempo un dirigente “verde” quiso convencer que la situación estaba solucionada y que no hacía falta nada de todo esto. Trajo un acta firmada con la empresa donde esta se comprometía a no retirar ninguna maquina. Aseguraban además que iban a llevar el acta al Ministerio para dar más garantías de su validez. Los trabajadores lo repudiaron en primer lugar por no haber consultado a quienes estaban en la puerta de la planta y a la Comisión Interna antes de firmar un acta y se negaron a retirarse por la desconfianza que ya existe hacia la empresa y los propios dirigentes del sindicato. Como dijo el delegado Leo Norniella “las palabras se la lleva el viento, nosotros nos quedamos acá para garantizar que no se lleven las maquinas” y planteó que el acta no decía nada sobre el compromiso de la empresa de no despedir ni descontar, lo cual evidenciaba que la empresa quiere descargar esta crisis sobre los trabajadores nuevamente.

Un trabajador propuso que se vuelva a hablar con la empresa, esta vez con la Interna y se firme una nueva acta con el compromiso solicitado por los trabajadores. Esto fue votado pese a los representantes del sindicato. La delegación que fue a entrevistarse con la empresa no fue recibida demostrando que PepsiCo se compromete con los dirigentes de Daer sólo para tratar de engañar a los trabajadores pero se niega a todo compromiso real con los obreros y la Interna para garantizarles sus derechos. Es por eso que la guardia de trabajadores quedó ya en la madrugada en la puerta de entrada. Es una pulseada que recién comienza. El viernes acompañemos a los trabajadores de PepsiCo en esta lucha por su fuente de trabajo, por la reapertura y el control de los trabajadores y vecinos sobre la higiene y el medio ambiente, y contra todo ataque a sus derechos.