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LIBERTADES DEMOCRÁTICAS

Patota y represión para defender a las mineras

Llegamos el lunes 16 al campamento previamente bajado del micro y requisado por Gendarmería. Ya en el campamento el comentario que más se hablaba era de la patota minera que estuvo el sábado comiendo asado y tomando con unos amigos muy particulares: la policía.

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26 de julio 2012

Patota y represión para defender a las mineras

Llegamos el lunes 16 al campamento previamente bajado del micro y requisado por Gendarmería. Ya en el campamento el comentario que más se hablaba era de la patota minera que estuvo el sábado comiendo asado y tomando con unos amigos muy particulares: la policía.
El campamento transcurría con asambleas para ir decidiendo como nos íbamos a mover, talleres de geología, stencil, discusión política. También haciendo el corte selectivo de los suministros de la minera e informando a los vehículos sobre las consecuencias de la mega-minería, la deforestación y expulsión de los pueblos originarios. El jueves 19 nos enteramos de que íbamos a festejar el “día del amigo” con los promineros, una patota compuesta por matones y proveedores, con sus camionetas 4x4 y el apoyo incondicional de todas las fuerzas represivas que están al servicio de las mineras transnacionales. Ya siendo el viernes 20 llegan nuevos “amigos”, con un colectivo y varias camionetas más 30 policías de Infantería. Entonces el secretario de seguridad provincial, Juan Pablo Morales, y la fiscal de Tinogasta, dieron la orden de desalojo de la ruta nacional 40, en la cual no tienen jurisdicción. Después de una asamblea, acatamos la orden para tratar de mantener el campamento, en medio de un clima hostil por parte de la patota minera, que no cesaban con los ataques de piedras y bombas de estruendo que caían sobre nuestro campamento. Una de estas bombas hirió a una compañera que estuvo inconciente por un tiempo. Mientras, la policía de civil encapuchada filmaba a los asambleistas. ¿Proyecto X?

Luego del desalojo empezamos el almuerzo, pero la patota minera avanza con la complicidad de la policía sobre nuestro campamento, del cual no se retrocedió. Luego se presenta la fiscal nuevamente, dando la orden de desalojo del campamento con la policía rodeándonos y amenazando con reprimir. Mientras, las piedras y las bombas de estruendo no dejaban de caer. Viendo la relación de fuerzas en total desventaja y en un lugar desértico se decide levantar el campamento e ir a Tinogasta, a esperar la caravana que había salido desde Buenos Aires. En ese momento la policía nos dice que no podemos ir a Tinogasta, y nos llevan para la provincia de La Rioja. Al llegar, la policía catamarqueña, violando la juridiccion provincial, bloquea los accesos a La Rioja y en complicidad con la patota prominera emboscan el micro con 56 compañeros y las camionetas y autos en que nos movilizábamos. Luego de este enfrentamiento secuestran el micro, dividiéndonos, mientras el resto es perseguido por otra parte de la patota.

A pesar de la orden de un juez de La Rioja de que inmediatamente se intercepte el micro y lo lleven a La Rioja, otra vez la impunidad se hace presente y la policía catamarqueña desoye esta orden y siguen con el secuestro del micro “paseándolo” hasta llegar a Córdoba. Toda esta situación se daba ya en un clima de nerviosismo, por los compañeros que no aparecían, los teléfonos que dejaron de funcionar, cosa que siempre pasa cuando reprimen las fuerzas policiales y para-policiales de Catamarca.

Ya siendo sábado los compañeros se encontraban en Córdoba volviendo para Buenos Aires. Algunos fuimos para Andalgalá, Famatina, Tinogasta y Patquia, y ver donde se iba a esperar a los compañeros que se estaban movilizando desde Buenos Aires, compañeros que sufrieron el acoso de la Gendarmería y la policía durante todo el viaje para que no lleguen a Tinogasta.

Hoy denunciamos el accionar de las patotas de las mineras, que cuentan con la colaboración de las policías provinciales, como demuestra esta crónica.

Son hechos que desnudan el pacto del gobierno nacional y los gobiernos provinciales con las multinacionales mineras, para garantizar los negociados y el saqueo de nuestros recursos naturales, y la mentira del relato nacional y popular.

No a la megaminería.

No a la criminalización de la protesta social.

Basta de Proyecto X.

Corresponsal desde Tinogasta

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