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Partido de Trabajadores: Opinan trabajadoras telefónicas

4 de febrero 2005

¿Cómo ven la necesidad de construir un Partido de Trabajadores?

P.: Lo veo muy bien. Por ejemplo marchar como organización por lo de Cromañón, marchar los trabajadores juntos, y no estar nosotros telefónicos solos con una pecherita. A mí me parece bueno. Quizás lo que me planteo es cómo estaría dirigido. Quiénes los dirigirían. Cuál sería la dirección. Acá me parece que es donde va a estar lo más duro. A mí se me ocurre pensar cómo va estar dirigido; cómo va a ser la dirección. ¿Va a ver un partido único; varios partidos? Yo no milito en ningún lado, y veo muy difícil que entre partidos políticos de izquierda pueda haber una conciliación para una dirección. 
M.: La necesidad de la unificación está clara. Para eso me parece que con una concepción y plataforma política puntual, en la cual creo que -más allá de las diferencias que pueden llegar a haber a nivel dirección-, creo que si hay un criterio único en un montón de aspectos. El no pago de la deuda externa, por ejemplo. Creo que hay concepciones políticas determinadas en las que estamos muchos sectores de izquierda en común, y creo que son las que tenemos que resaltar para poder llegar a un partido de trabajadores unificado. Me parece que partimos de una misma base marxista, leninista y trotskista.

Desde el PTS, consideramos que la organización de este partido debe ser en base a la democracia obrera, con libertad de tendencias, con voto a mano alzada de cara a toda la base...
P.: A mí me parece bien lo que planteas. Pero como no hay una experiencia acá, se hace difícil pensar que podemos llegar a eso. De hecho nosotros tenemos una especie de democracia así en el trabajo, de tener asambleas, de que todo sea votado en la base. Nos hemos opuesto a la burocracia. Por momentos hemos estado solos. Por ejemplo, el periódico Nuestra Lucha, me parece piola que haya un periódico que nos mantenga unidos, y con conocimiento de lo que pasa en otros lugares. Igual suena difícil. Yo resalto siempre lo de Zanon. Me parece que es el ejemplo a seguir.
M.: Comparto lo de las decisiones democráticas y que podamos invertir el orden que de hecho intentamos revertir de Desde Abajo, en lo que es nuestro gremio, de que determinada dirección burocrática decida, procese, maneje y tome postura de algo que tendría que haber decidido su base. Sino que el camino tiene que ser al revés. Es decir, los trabajadores deciden sobre la lucha que están llevado adelante porque son los que hacen el paro, ponen el cuerpo y la llevan adelante; y el organismo que los representa, precisamente los representa porque tienen que responder a lo que la base decida y les sube como dirección y no a la inversa, como viene sucediendo en muchísimos organismos. Digo: no estamos de acuerdo con un organismo burocrático que se nos imponga desde arriba. De ahí asambleas democráticas, con mandato de base, me parecen fundamentales para cualquier decisión (...) Necesidad y derecho a intervenir tiene cualquiera. El tema es que todo lo que se decida sea votado en la base, decida en su mayoría. Nosotros en la Asamblea General de FOETRA fuimos minoría, aunque sin embargo nos sentimos en esa minoría una gran mayoría que pudo llevar adelante una propuesta distinta e independientemente que el resultado no nos favoreció. Completamente orgullosos que en un futuro en lugar de 300 vamos a ser 500, como la otra vez fuimos 100 y esta vez somos 300. Se ve un avance y la gente toma conciencia de eso. 

¿Cómo ven ustedes llevar esta propuesta a los telefónicos de impulsar un partido de trabajadores, más allá de la experiencia de la lucha sindical, elevándola a lucha política?
M.: Bien. El problema radical está en ciertos sectores que hacen esa diferenciación de lucha gremial con postura política. Y se quiere limitar únicamente a su propia lucha y todo lo que tenga que ver con algo más amplio y de unificación, te dicen “no, es hacer política (...) yo no quiero hacer política” o “yo no soy un militante”. Esta era una de las respuestas que nos planteaban con algo tan simple como llevar una solidaridad a los trabajadores de Metrovías. Pero creo -como contestábamos-, que si no ves que todo es política, y que salís a la calle y también la vida es política y tenés que intervenir también en lo que te pasa afuera de tus horas cuadradas de trabajo. Creo que tuvo buena aceptación esta respuesta y mucha gente comprendió que nos teníamos que hacer carne de problemas que podrían ser los nuestros y que de hecho es el de cualquier trabajador independientemente del sector específico en que labure. La explotación es la misma en todos los trabajos. En ese sentido creo que hay una visión más amplia de hacerse eco de otros temas. Por ejemplo en lo de Cromañón, que vino gente a traer la solidaridad, a pesar de que se decía que no debía haber banderas y demás. No. Vamos, llevamos el apoyo, somos obreros telefónicos. Se hizo, se llevó adelante y fue bien recibido. Creo que desde ese punto un Partido de los Trabajadores sería bienvenido, y el tema si es el momento o no: bueno, compañeros, generalmente llegamos a la conclusión de que nunca aparece el momento pero siempre hay que hacer algo con lo que te está pasando. En ese sentido, siempre es el momento de hacerlo.
P.: La necesidad de hecho está. Yo creo que este gobierno lo que está haciendo en realidad es maquillarnos todo para que creamos que hay algún cambio, cuando en realidad es lo mismo de siempre y peor porque se calla todo. Creo que lo que logró en un primer momento, después del 19 y 20, fue aplacar pero por suerte no lo logró, porque de hecho como se ve en lo de Cromañón no están marchando solamente los familiares. Nosotros estamos y han venido compañeros de otros edificios. Para mi al gobierno se le están yendo las cosas de las manos. Por eso me parece que volvió a primera plana el caudillismo de Duhalde. Y por algo volvió Menem, también.
M.: Me quedé pensando en el ejemplo del Frente Amplio de Uruguay, que ellos mismos se plantean como la izquierda moderada. La propia definición del concepto es muy delicada, llamarte de izquierda y decirte moderado, la verdad que es una derrota. Planteando negociación de deuda y no, no al pago, y decir que sos de izquierda. Nefasto. Pero volviendo a la visión de la necesidad de un gobierno de trabajadores, desde ya: un gobierno de los trabajadores desde donde se pueda revertir el orden dado.

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