Se hace difícil a este corresponsal transmitir, a todo el movimiento obrero, la ya eterna lucha de los trabajadores de Parmalat. Han pasado 18 meses desde que el vaciador Taselli se hizo cargo de la empresa y los obreros iniciaron un plan de lucha. En todo este tiempo han sufrido todo tipo de traiciones y carnereadas, que dejan tan claramente al descubierto el repugnante pacto político que maneja toda la conducción del movimiento obrero con el gobierno de Kirchner. Héctor Ponce, Sec. Gral. de ATILRA (gremio lechero) llega en diciembre del 2005 a la planta de Pilar y dice que el gremio es el único medio que puede llevar adelante la lucha y hasta prometió un paro de toda la industria lechera del país para echar a Taselli y defender los puestos de trabajo de los afiliados. Toda una sarta de mentiras y demagogias que acostumbra todo burócrata sindical.
Hoy la realidad es otra: en estos meses la patronal se burló de todo el mundo y sigue adelante con su macabro plan de vaciamiento y ATILRA es el principal cómplice de Taselli. Obreros despedidos (Stein y Carrizo), abona los sueldos en cuotas, el deterioro de la planta que la hace inoperable y la inhumana discriminación que sufren Paco Trejo y Gabriel Osores que hace 9 meses que no cobran. Y ATILRA no hace nada. Todas las acciones que se hicieron fueron impulsadas por el activismo de los trabajadores: cortes en el parque industrial, en la Ruta 2, boleterías de Estación Constitución, escrache a las oficinas de Taselli.
Y hay que resaltar hasta que punto llega la traición al movimiento obrero de parte de la dirigencia: en las últimas asambleas donde se estaban agitando las próximas acciones contra la patronal, los delegados frenan todo diciendo que Ponce y ATILRA no están de acuerdo con las medidas porque el líder de la CGT, Moyano, no quiere que los trabajadores salgan a reclamar a la calle. Así, queda tan claramente al descubierto el pacto y el romance entre Kirchner y Moyano con toda la dirigencia sindical. En esta semana la burocracia acercó una propuesta donde quieren negociar suspensiones por 6 meses, retiros voluntarios y paz social. Toda una serie de canalladas que no es otra cosa que el convenio de crisis que trató de imponer Taselli hace 18 meses. Ojalá que los trabajadores de Parmalat ya no permitan más engaños y traiciones. Y que sigan luchando con dignidad hasta la victoria.

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Ultimo momento

Al cierre de esta nota nos llegó lo que lamentablemente, los obreros de Parmalat no merecían: Taselli pudo imponer el plan de vaciamiento y logró acordar el convenio de crisis encubierto, gracias a la complicidad de ATILRA y los delegados que presionaron para que los trabajadores abandonen la lucha y aceptar en asamblea las rebajas, suspensiones y retiros voluntarios. O sea, la paz social que tanto anhelaban Kirchner, Moyano y ATILRA. Nada pudo hacer el activismo para contrarrestar la votación y quedar ellos expuestos a quienes eran los que querían seguir luchando. Seguramente este activismo serán los primeros que Taselli quiere sacarse de encima. Moyano y Ponce también…