La reinauguración del local de la Unión Ferroviaria Victoria fue el lugar elegido por la patota de la Verde para montar una nueva provocación contra la izquierda y los luchadores.

Fue el viernes pasado cuando el nuevo edificio de nuestro sindicato apareció embanderado con un gran cartel que de manera amenazante decía: “Mario ‘Oso’ Rodríguez conducción. Ningún trapo rojo flameara en nuestra casa” y a su lado se destacaba la figura de un oso pisoteando las siglas de los partidos de izquierda que en las distintas líneas ferroviarias encabezamos la oposición ante las elecciones que se van a realizar el próximo 27 de noviembre.

A la par que esta bandera flameaba desde las ventanas del sindicato, afuera la patota de la Verde cantaba “un minuto de silencio para el zurdo que está muerto” en una abierta defensa de sus jefes que en estos momentos se encuentran sentados en el banquillo de los acusados, cada vez más comprometidos por su responsabilidad en el asesinato de Mariano Ferreyra.

Esta defensa de los asesinos no es algo nuevo; el propio “Oso” Rodríguez y su patota vienen siendo los organizadores de movilizaciones por la libertad de Pedraza, el “Gallego” Fernández y Pablo Díaz. Pero esta nueva provocación les hace caer la careta y deja al desnudo que más allá de los intentos por mostrar una Verde “renovada”, el pedracismo sigue vivito y coleando.

El “Oso” Rodríguez no sólo es parte del actual Secretariado Nacional de la UF, su representante en la CGT Barcarce y como tal participante en las reuniones de ésta con CFK, sino que ahora es nuevamente candidato por la Lista Verde. Su caso no es el único. La actual Lista Verde está poblada de los más destacados soldados de Pedraza; sólo para nombrar algunos, se destaca la presencia de Karina Benemérito, representante del Roca que actualmente se encuentra altamente comprometida en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra por encubrir a uno de los principales patoteros responsables del mismo, y que ahora es candidata a Secretaria de Relaciones Internacionales.

Los hechos ocurridos en Victoria demuestran que la Verde es irreformable. Hace 30 años el propio Pedraza se presentó como la “renovación” y terminó traicionando la gran huelga de 1991, pactando las privatizaciones y los despidos masivos, manejando grandes negociados y convirtiéndose en una burocracia empresaria que no dudó en salir a matar cuando tuvo que defender sus intereses. Luego de 30 años que esta burocracia maneja nuestro sindicato pisoteando nuestros derechos con total impunidad, su actual crisis nos abre la posibilidad para que los ferroviarios podamos construir una fuerte oposición que se proponga terminar con esta burocracia asesina.

Quienes impulsamos la Lista Naranja queremos utilizar esta campaña electoral para organizar a los mejores luchadores, a los compañeros y compañeras que se levantan para decirle BASTA a la Verde y enfrentar desde ahora a este “pedracismo sin Pedraza”.