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Zanon

Nuestra respuesta a la crisis

22 de octubre 2001

El que estamos atravesando actualmente es un conflicto distinto, porque está planteada la amenaza de cierre de la planta. Es una expresión de la enorme crisis nacional y de la decadencia de la industria, con fábricas cerradas, miles de despidos y la pérdida de las conquistas laborales. La situación por la que estamos atravesando, nos llevó a adoptar una propuesta de fondo y las medidas adecuadas para sostenerlo. Queremos también, humildemente, aportar un granito de arena, a todos los trabajadores que estén enfrentando o enfrenten una situación similar, amenazados por la crisis capitalista, atacados por el gobierno y las patronales y abandonados a su propia suerte por la burocracia sindical, mientras se llenan la boca hablando de reactivación industrial. Cuando la patronal el año pasado decía que tenía pérdidas propusimos la apertura de los libros de contabilidad para desenmascarar lo que era evidente: que la planta de Zanon era rentable. Por supuesto que ellos se negaron a que los obreros y la comunidad conociéramos sus manejos. Sin embargo logramos desmontarle, el concurso preventivo de crisis. Cuando quisieron apagar los hornos y parar la producción, nosotros ocupamos las instalaciones para poner a funcionar la fábrica. Fue así que el jueves 11 mostramos en público la primera tanda de cerámicos que fabricamos los obreros, sin la intervención de la patronal. Pusimos al desnudo no sólo que los obreros éramos los únicos interesados en producir, sino que le descubrimos el “misterio” de la explotación obrera, ya que con dos días de trabajo, a la patronal le alcanza para pagar los sueldos mensuales de todo el personal. Por eso en forma inmediata recurrieron a la justicia para que nos cortaran el gas. Pero ya había quedado al descubierto lo que todos los patrones ocultan. Mientras la discusión entre la patronal y los “futuros inversores” se empantana y la amenaza de cierre o quiebra pende sobre nosotros, nuestro reclamo concreto es inmediata reconexión del gas y que el gobierno se haga cargo de la comercialización de los cerámicos producidos (stock) y por producir, para garantizarnos de esa manera el cobro de nuestros salarios. Esto es parte de nuestra propuesta de provincialización. ¿En qué consiste? Que el gobierno se haga cargo de la empresa ya que Zanon le debe millones de dólares a la provincia y esta empresa se hizo grande con el esfuerzo no sólo de sus trabajadores sino del conjunto de la comunidad. Una confiscación sin más trámite –como incluso está contemplado en la constitución nacional de utilizar un bien privado en beneficio de la sociedad-. Nosotros, los ceramistas, sabremos ponerla a funcionar al servicio de la comunidad. Cómo demostramos esos escasos días que la pusimos a trabajar bajo la administración directa de sus trabajadores. Muchos compañeros dicen, ¿pero como se puede estatizar una empresa mientras los gobiernos quieren privatizar todo? Justamente, las privatizaciones significaron –entre otras cosas- cientos de miles de desocupados más. La estatización de Zanon, sólo podrá concretarse con una lucha que involucre a otros sectores. Por eso, este reclamo de provincialización (o estatización) administrada por los trabajadores, va de la mano con la exigencia al gobierno de un plan de obras públicas para combatir la desocupación. Los obreros ceramistas podemos contribuir enormemente a este plan, ya que producimos no sólo los cerámicos, sino los ladrillos como en Del Valle o Stefani. La falta de viviendas, escuelas y hospitales y por otro lado la inmensa mano de obra desocupada, y la crisis de la industria de la construcción y ceramista, plantea la necesidad de implementar un plan de obras públicas. Este plan debe ser controlado por los trabajadores de la educación, de la salud, ceramistas, desocupados y de la construcción, para dar solución a todos estos problemas. ¿De dónde salen los recursos para este plan? Como se dijo en el Encuentro de Neuquén el 4 de agosto del no pago de la deuda externa y de impuestos a las grandes empresas. Para tomar sólo un ejemplo, Repsol gana más de 10 millones por día. Por eso, frente a las promesas demagógicas de Sobisch que habla de planes reactivadores y sólo se limita a ofrecerles ventajas impositivas y energéticas a los empresarios, los ceramistas de Neuquén junto a los desocupados del MTD, los estudiantes combativos y los docentes y trabajadores de la salud solidarios, estamos dispuestos a pelear en común por esta salida. Y somos conscientes que sólo una gran lucha del conjunto de los trabajadores y el pueblo de Neuquén podrá imponerla. Es por eso es que vemos la necesidad de convocar a una asamblea provincial de trabajadores, que funcione con mandato de base para lanzar un plan de lucha conjunto para enfrentar el plan de ajuste. Esta tarea no puede recaer solamente en los ceramistas sino que es un deber de los grandes sindicatos, especialmente de la CTA, que agrupa a la mayoría de los trabajadores de la provincia.

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