Un nuevo Congreso de la CTA a espaldas de la base con jornada de movilización para el 22 de abril ¿que nos pueden decir de esto?

GF: Lo primero que se me viene a la mente, son los docentes de las doce provincias que estamos luchando y que pedimos un paro nacional a la CTERA urgente para torcerle la mano al gobierno nacional y a los gobiernos provinciales que no largan un mango. En especial los docentes de Río Negro que vienen cortando la ruta desde hace tanto tiempo. Lo que quiero decir es que este Congreso le dio la espalda a las necesidades urgentes de los docentes. Significa una tregua de hecho al gobierno nacional y a los gobiernos provinciales que piensan mantener los salarios de hambre pero no quieren tener más conflictos de acá a junio por las elecciones. Nosotros al revés, denunciamos que las medidas tibias, a espaldas de la base y sin ninguna preparación seria, no van más. Por eso es increíble que después de tanta perorata entre las supuestas “dos alas”, la “no tan opositora” de De Gennaro y la “no tan oficialista de Yasky”, hayan consensuado simplemente a una jornada de movilización dejando a cada gremio al libre albedrío para si quiere parar o no.

JM: Mirá, la CTA parte de un diagnóstico que ya nadie niega: “Esta es una crisis enorme del capitalismo”. Si estamos en los comienzos de una crisis que va a ser enorme y ellos dicen que “no la paguen los trabajadores”, me pregunto como pueden hacer un Congreso como siempre, burocrático, que reunió, según palabras de Yasky, sólo a 352 congresales. Muchos de ellos elegidos en el 2006, en otro contexto, donde no están ni siquiera presentes los docentes que son parte de la Central. Es más, para dar una respuesta de clase a la crisis, como planteamos en algunos de los congresos que pudimos participar debería realizarse un Congreso nacional de Base democrático que se abra a los trabajadores organizados en otros gremios, en donde también participen todos las principales luchas como el Subte, las Fábricas Recuperadas, que emergen nuevamente como en la última crisis que vivimos en el 2001, las luchas de las automotrices de Córdoba y todo aquel trabajador que no tenga representación gremial o que no esté conforme con la loza burocrática que es la CGT. Con respecto a la jornada de movilización, debemos pelear en los gremios para transformar en un paro nacional de toda la CTA, pero no aislado, sino que sea el inicio de un plan de lucha para plantear una salida de los trabajadores ante la crisis.

El nuevo slogan de las resoluciones del Congreso de la CTA reza: “que la crisis no la paguen los trabajadores, redistribución de la riqueza” ¿qué opinan?

JM: Nosotros creemos que efectivamente, la crisis no la tienen que pagar los trabajadores pero queremos saber y le preguntamos a los dirigentes de la CTA: si no la pagamos los trabajadores ¿entonces quién la paga?

Ahora bien, pedirle a los capitalistas o al gobierno que “distribuyan la riqueza”, es una utopia. Si los 6 años de crecimiento económico pasados fueron posibles justamente porque en sus comienzos lanzaron una devaluación que licuó el poder adquisitivo de nuestros salarios, sumado al incremento del trabajo en negro y la precarización laboral, mucho mayor será el ataque que recibamos los trabajadores en momentos de crisis, cuando ya hay una recesión enorme en gran parte del mundo y se puede ir a una depresión de la economía. Por eso hay que decir claramente, lo que decimos desde las agrupaciones clasistas en todos los lugares de trabajo; para que esta crisis no la paguen los trabajadores la tienen que pagar quienes la crearon: los capitalistas de la ciudad y el campo.

GF: Es más, tanto las patronales como la Presidenta dicen que los trabajadores debemos poner el hombro para superar la crisis como fue en el 2001, al decir eso, están admitiendo que una vez más nos la quieren hacer pagar. La UIA y la mesa de enlace de las patronales del agro, desde la SRA hasta la Federación Agraria de Buzzi, aliada de la CTA, presionan por una devaluación mayor que les permita recuperar parte de lo que no pueden ganar hoy. Mientras, el gobierno viene subsidiando a las empresas que suspenden para que la crisis no se profundice. Fijate que en todo el mundo los gobiernos intervienen para salvarle la crisis a los capitalistas, ya sean bancos, financieras o industrias, pero eso no quiere decir que no haya despidos, suspensiones y que los trabajadores sufran menos. Por eso no hay espacio para medias tintas: la crisis, o la pagan los capitalistas o la pagaremos los trabajadores.

JM: Además de la denuncia, levantamos un programa independiente de las distintas variantes patronales para que la crisis no la paguen los trabajadores y si la paguen los capitalistas. Algunos de los puntos a destacar que planteamos en la declaración que repartimos son: frenar los despidos, las suspensiones y la rebaja salarial; levantando el reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial. Si las empresas cierran debemos exigir que sean expropiadas sin indemnización y ponerlas bajo gestión de sus trabajadores. Necesitamos un aumento de emergencia para recuperar lo perdido con la inflación real; exigir el pase a planta permanente de todos los contratados. Ante la desocupación que ya existe debemos imponer un plan de obras públicas que ocupe mano de obra y esté orientado a resolver los problemas de viviendas populares y escuelas. Por eso, exigimos la triplicación de los presupuestos de salud y educación en base al no pago de la deuda externa, ni subsidios para las patronales. Al mismo tiempo, debemos recuperar aquellas empresas que fueron estatales como Siderar (ex Somisa), las de servicios públicos y recursos naturales, renacionalizándolas sin indemnización bajo gestión de los trabajadores y los usuarios.

De cara a las elecciones ¿hay una disputa en la CTA por el apoyo a distintos sectores?

JM: La directiva de la CTA intenta crear un espacio político para discutir un “proyecto de país”. Primero fue el FreNaPo, luego el Movimiento Político, Social y Cultural y hoy “la Constituyente Social”. Tienen en común llevar a los trabajadores detrás de algún proyecto patronal. En el pasado se había expresado en términos electorales en el apoyo al FrePaSo y luego la Alianza de De La Rúa. Todos proyectos contra los trabajadores. Con esta misma estrategia, hoy, los dirigentes de la CTA Neuquén son parte del gobierno de la capital junto a radicales y kirchneristas, que no titubean en reprimir a los vecinos que viven en barrios carenciados.

Ante las elecciones 2009, se prestan a seguir los mismos pasos pero con la diferencia del sector patronal que apoyan; los “semi oficialistas” de Yasky se prestan a ser parte de las listas kirchneristas; y por otro lado los “semi opositores” de De Gennaro, Lozano y Basteiro a un armado electoral con sectores de la centroizquierda, caídos del ARI y con “ex kirchneristas” como el intendente de Morón Sabatella.
Como decimos en la declaración es vital que los trabajadores hagamos política, pero necesitamos una política independiente de los partidos patronales, sean “oficialistas” u “opositores”, porque tienen el mismo proyecto de país: defender los intereses de las grandes empresas y el capital de la ciudad y el campo.