por No Docentes del PTS

(LA PLATA) Nuevamente la temática de la inseguridad toca las puertas de la UNLP. Tras varios hechos acontecidos en diferentes facultades, las autoridades de la Universidad se han sumado a la agenda blumberiana, de mano dura, reclamada por los Tinellis, la oposición, y llevada adelante por el gobierno nacional y los gobiernos provinciales.

En el caso de la UNLP, esto fue aprovechado para imponer una agenda que en otros momentos hubiera resultado imposible de pensar. Convenios de capacitación con la institución que en nuestra ciudad desapareció a Jorge Julio López y que está involucrada en cada uno de los hechos delictivos que nos conmueven. Institución que, como lo ha señalado la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), es responsable (con las otras instituciones represivas) de la muerte de un joven cada 28 horas. Lo cual iría acompañado de la recreación de un Gran Hermano gigante, con cámaras desplegadas en diferentes dependencias y facultades conectadas con la central de Policía. Hechos todos que demuestran la elección realizada por las autoridades de la UNLP, que hacen oídos sordos a la inseguridad del hambre, la pobreza, la falta de trabajo, y adoptan como suya la campaña Sciolista que pretende bajar la edad de imputabilidad, dar más poder de fuego a la policía y en última instancia, criminalizar a los jóvenes pobres.

En sintonía con este posicionamiento, la comisión directiva de ATULP, gremio que ha sido, a lo largo de su historia duramente golpeado por las fuerzas represivas del estado, y cuyo Secretario General es miembro de la mesa directiva de la APDH La Plata, ha avalado dicho convenio.

Desde El Frente decimos ¡Ningún pibe nace chorro! Es la marginación social (el no acceso a la educación, a la salud, a un trabajo estable con un salario digno, etc.) lo que es un crimen, y las mafias como la Bonaerense quienes encuentran en ella la mano de obra para sus negocios, llámese trata de mujeres y de niños, secuestros extorsivos, tráfico de armas, drogas, robos, desarmaderos.

Es por esto que no descartamos que surjan futuros episodios que pretendan “justificar” la contratación de seguridad privada armada, que actuarán para mantener a raya tanto a los estudiantes, como a los trabajadores universitarios, en tiempos donde los ajustes al sistema educativo estarán a la orden del día.

Reafirmamos que la vigilancia edilicia tiene que estar garantizada por los trabajadores no docentes, pero no como trabajo precario a contraturno, sino ingresando mas trabajadores a la planta permanente, y en todo caso pagando el trabajo de la guardia como horas extras y no como un plus en negro de lo cual sólo tiene el control y manejo el gremio (recordar que sólo pueden ser guardia edilicia quienes estén afiliados a ATULP), que sirva para la jubilación y para que los feriados y domingos paguen doble como corresponde, entre otras ventajas. A su vez exigimos a las autoridades que inviertan ese presupuesto, no en vigilarnos, sino en generar estructuras edilicias seguras, con mayores luminarias, entre otras demandas.