Al cierre de esta edición, el gobierno y UPCN anunciaron que acordaron un 19% de aumento escalonado, para los estatales nacionales. Este mísero aumento se cerró entre bambalinas, mientras ATE estaba preparando una marcha para el jueves 20, y se alistaba para las negociaciones salariales del viernes 21 que ya estaban convocadas, exigiendo un 30% de aumento.
El gobierno ya dejó claro que ningún aumento superará el 19% acordado, como techo, entre la CGT y el gobierno. Y este techo no se puede romper solo con un paro y marchas aisladas, como pretenden los dirigentes de ATE. También al cierre de esta edición, en Córdoba se movilizaban 10.000 estatales en el marco de un paro provincial impulsado por la coordinadora de gremios estatales.
Queda más que claro que incluso para pedir un pequeño aumento del 30% (porque eso llevaría el salario mínimo estatal apenas a la línea de pobreza), es necesario un contundente plan de lucha nacional de todos los estatales nacionales, provinciales y municipales, para lograr lo que nos merecemos: un sueldo mínimo igual a la canasta básica ($2.000)y acabar con la precarización menemista, exigiendo el pase a planta de todos los contratados del Estado.