Desde el 2 de mayo se encuentran despedidos 51 trabajadores. Los compañeros estaban contratados, algunos hace más de un año pero la patronal sostiene que estaban en forma eventual. Esto no es así, ya que realizaban tareas de carácter permanente en las líneas de producción.
Ante esta situación la burocracia del gremio, días previos a los despidos, se sentó con la patronal y dejó claro que no iba a permitir despidos de trabajadores afiliados, dejando abierta la posibilidad de ser cómplice en el despido de compañeros no afiliados.
A quince días de los despidos las riendas del conflicto las tiene la burocracia, que después de una semana que los compañeros estaban en la calle recién sacó una nota en los medios gráficos. Luego, se realizaron dos marchas por la reincorporación de los despedidos, donde se movilizaron cerca de 400 compañeros. Ahí no había ninguna división, ya que marcharon jóvenes/viejos, efectivos/contratados, afiliados/no afiliados, lo que demuestra lo potencial de reconocerse ante todo como trabajador.
La realidad nos muestra la necesidad de organizarnos en forma independiente de la burocracia, que le hace el juego a la patronal que nos divide cotidianamente. Hay sobrados ejemplos para tomar en cuenta, la lucha de los trabajadores de Subte, de Ferroviarios, de Garrahan, que mostraron que las cosas se consiguen peleando, tomando todas las decisiones en asamblea.
Desde aquí nos paramos algunos compañeros metalúrgicos de Siderca. La posibilidad de la reincorporación está centrada en lograr la unidad de las filas obreras para poder llevar este conflicto a una lucha que se pare ante la patronal en el terreno de la política, que rompa con lógicas corporativas donde la mayor expresión de esto es la burocracia que sólo quiere pelear por los afiliados.
En este sentido hay que potenciar las asambleas por sector que mandate a los delegados de base en el camino de decidir cuál es el mejor plan de lucha a llevar adelante, rompiendo con el método de la burocracia que quiere desarrollar un plan de lucha decidido por arriba sin participación activa del conjunto de los trabajadores.
Intentando sacar alguna conclusión, pensamos que el estado de ánimo de los sectores trabajadores de servicio se está metiendo entre los trabajadores de las grandes fábricas. Esto se da en pequeñas expresiones, asambleas en algunos sectores, mandatos de base y en la ubicación de algunos delegados que ven necesario desarrollar la democracia obrera hasta el final. Pero lo más importante, es la gran cantidad de compañeros que fueron parte de las marchas, bajo la consigna de la reincorporación de los despedidos.
Reincorporación inmediata de los despedidos.
Pase a planta permanente de todas/os los contratados.