Campana Mahuida es una localidad cordillerana a 376 Km. de la ciudad de Neuquén y a 12 Km. al sur de Loncopué. En esta localidad se pretende instalar una mina de cobre a cielo abierto y de capitales chinos.

Vecinos de ambas localidades y la comunidad mapuce Mellao Morales se oponen por las consecuencias ambientales, de salud y la estrepitosa caída de la calidad de vida que esto traerá aparejado.

Los gobiernos municipal y provincial (ambos del Movimiento Popular Neuquino, que lleva más de 44 años controlando el poder y comanda Jorge Sapag) son los más fervientes promotores de los “beneficios” del proyecto. Promesas de puestos de trabajo, construcción de viviendas y “progreso” ocultan descaradamente los innumerables problemas y los cambios drásticos en la forma de vida, la salud y la destrucción del medio ambiente, que inevitablemente dejará como consecuencia semejante megaproyecto, que incluye además, una planta productora de ácido sulfúrico similar a la que se encuentra en Dock Sud, Provincia de Buenos Aires.

El saqueo de los recursos naturales se extiende

Estos proyectos de saqueos de los recursos naturales no son exclusivos de nuestra provincia; en todo el país se repiten. Los proyectos mineros de este tipo están presentes en casi todas las provincias que tienen cordillera. En Santa Cruz las mineras y las pesqueras están en manos de testaferros y amigos de los K; en Río Negro la empresa Hipasam está en manos de la misma empresa china que quiere instalarse en Campana Mahuida; en Tartagal, localidad castigada por los aludes producto de la deforestación, uno de los dueños de las madereras saqueadoras es el propio intendente; en San Juan las minas de oro a cielo abierto contaminan el agua de los ríos ocasionando problemas para los pobladores y para el cultivo de las vides, una de las principales actividades económicas de la provincia… Así, numerosos casos de “nuevos dueños” de los recursos naturales.

Los gobiernos, con artilugios legales entregan por monedas grandes extensiones de tierra sin tener en cuenta los intereses ni los estilos de vida de la gente y los pueblos originarios que las habitan y en muchos casos son expulsados de sus lugares sin ningún miramiento. En el caso de Campana Mahuida los mapuces habitan el lugar desde hace cientos de años y su cultura, economía y estilo de vida se ven seriamente amenazados.

Hay que frenar la voracidad capitalista

Desde La Verdad Obrera nos hicimos presentes en Loncopué para acompañar esta lucha que se organiza en forma de asamblea con distintos sectores, en principio, directamente afectados. El desastre ambiental no se limita a las localidades mencionadas sino que al contaminar al río Agrio, pronto el problema llegaría hasta la confluencia de los ríos Neuquén y Limay, con consecuencias desastrosas para ciudades ubicadas río abajo como Las Lajas, Zapala, Neuquén, etc.

Para frenar la voracidad de los capitalistas es necesario unir el reclamo popular contra la instalación de la mina con la lucha de los trabajadores, de los estudiantes y del pueblo pobre. Las organizaciones de trabajadores deben defender el reclamo de la asamblea de vecinos de Loncopué para detener este avance y unificar reclamos contra la política de Sapag, que como todos sus pares provinciales y el gobierno nacional se escudan en la crisis internacional para no dar ninguna respuesta a nuestras demandas de mejores condiciones de vida.

Fernanda Vargas - Daniel Reyes

Docentes de la Agrupación Negra de ATEN, en la Corriente Nacional 9 de Abril