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Internacional

CUMBRE DEL G-20: LA REPRESIÓN CONTRA LAS MANIFESTACIONES SE COBRA SU PRIMER MUERTO

Miles de personas marchan en Londres para protestar contra la crisis

Londres, una de las ciudades más emblemáticas del capitalismo, perdió por un día su faceta habitual. Los negocios optaron por colgar el cartel de “cerrado” y los empleados de la city cambiaron sus trajes por ropa informal en medio de importantes manifestaciones un día antes del inicio de la cumbre del G20. Miles de activistas de todo el país, organizados en cuatro marchas y encabezadas por muñecos gigantes que representaban los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis”, tomaron el centro financiero de Londres el miércoles 1 de Abril para protestar contra la crisis, los banqueros, la codicia del sector financiero y el capitalismo.

Alejandra Ríos

2 de abril 2009

Londres, una de las ciudades más emblemáticas del capitalismo, perdió por un día su faceta habitual. Los negocios optaron por colgar el cartel de “cerrado” y los empleados de la city cambiaron sus trajes por ropa informal en medio de importantes manifestaciones un día antes del inicio de la cumbre del G20. Miles de activistas de todo el país, organizados en cuatro marchas y encabezadas por muñecos gigantes que representaban los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis”, tomaron el centro financiero de Londres el miércoles 1 de Abril para protestar contra la crisis, los banqueros, la codicia del sector financiero y el capitalismo. La bandera principal de una de las marchas decía “El capitalismo no funciona”. A lo largo de la protesta se podía podían leer pancartas con lemas como “Muerte al Capitalismo”, . “Es hora de un mundo mejor” y “Fuera Tropas de Irak”.

La ciudad se encuentra desde hace varias semanas con fuertes medidas de seguridad. Miles de policías antidisturbios intentaban amedrentar a los manifestantes, en su mayoría jóvenes. La policía volvió a utilizar las mismas tácticas empleadas durante las protestas del movimiento anti global, sus famosas tácticas de contención de “acorralamientos” o “encerronas”, usando caballos y escudos. Luego de varias horas de estar “secuestrados” en plena vía pública, sin agua ni acceso a un baño, los manifestantes empezaron a gritar “Sáquennos de aquí” al tiempo que les arrojaban botellas de plástico y rollos de papel higiénico. Tal fue la presión de las fuerzas del orden que un manifestante murió producto del sofocamiento.

Uno de los blancos de la protesta fue el banco Royal Bank of Scotland, foco de atención por el acuerdo jubilatorio de su Jefe Ejecutivo de 703.000 libras esterlinas (cerca de 1 millón de dólares), que desató un gran enojo entre la gente. Los manifestantes rompieron las ventanas del Royal Bank y entraron en el edificio.

Cerca de 5.000 activistas se concentraron frente a la embajada de Estados Unidos en Londres para expresar su oposición a la guerra y a la política en Medio Oriente. La marcha fue llamada por la coalición contra la Guerra y había pancartas de la coalición por el desarme nuclear y la Campaña de solidaridad con Palestina, entre otras. Entre los manifestantes había sindicalistas, colectivos anticapitalistas, ecologistas, pacifistas y activistas del movimiento contra la guerra.

Los estudiantes de varias universidades británicas que vienen realizando ocupaciones de sus sedes en solidaridad con el pueblo de Gaza se hicieron presentes en la manifestación para decir: “Los líderes mundiales gastan cifras millonarias en guerras cuando sería mejor utilizar ese dinero para poner fin al hambre y la pobreza en el mundo.”
Esta no fue la primera protesta contra la cumbre del G-20. El sábado 28 de Marzo, casi 50.000 personas, con una gran presencia de sindicatos de base, salieron a las calles bajo la consigna “La gente primero”, para expresar su enojo con la política del gobierno de Gordon Brown de rescatar a los bancos y relegar las necesidades básicas como salud y educación. En un clima en el que muchas personas han perdidos sus casas y sus empleos, comienzan a verse ocupaciones en algunos sectores como forma defensiva de mantener los puestos de trabajo, como la ocupación de una planta de Visteon en Irlanda o la ocupación de la fábrica Waterford Crystal de ese mismo país, levantada recientemente. A diferencia de las manifestaciones del movimiento no-global y las marchas masivas contra la guerra en 2003, estas nuevas movilizaciones contra los banqueros que denuncian “que el capitalismo no va más”, se dan en el marco de una crisis capitalista no vista en décadas, cuyas consecuencias ya empiezan a pagar millones de trabajadores con el desempleo y la debacle de los servicios públicos. El desarrollo de estas movilizaciones podría comenzar a mostrar un cambio en el estado de ánimo de las masas de una de las grandes potencias imperialistas.

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