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Nacionales

Lujos para los ricos, represión para los sin techo

28 de septiembre 2006

Mientras Telerman estrenaba el megaestadio de tenis del Parque Roca para la Copa Davis, mandó a reprimir a los vecinos de la Villa 20 de Lugano que ocuparon un terreno lindero exigiendo el cumplimiento de una Ley sancionada hace más de un año por la Legislatura porteña, que designa dicho espacio para la urbanización de la villa.
“Nos desalojaron con balas, palos y gases lacrimógenos golpearon a mujeres embarazadas y chicos”, cuentan las compañeras que enfrentaron a la Policía Federal.
“Están en territorio de la Policía Federal”, había dicho el comisario antes de ordenar el ataque. El mismo discurso sostuvo Aníbal Fernández. Diosnel, uno de los vecinos, cuenta la verdad: “la policía usurpó esas tierras, se las dió Cacciatore (intendente de la dictadura) en el 78”.

La mentira progresista no tiene techo
Telerman mantuvo la política de viviendas de Ibarra y el gobierno nacional. El Programa Federal de Construcción de Viviendas que dirige De Vido se comprometió a construir 120.000 viviendas, pero sólo construyó 9.737. Menos del 10 % en 30 meses de crecimiento. Telerman mantuvo, según el ministro de planeamiento del GCBA Pablo Schiavi, el promedio de 500 viviendas por año que vienen construyendo los planes oficiales. “En la Ciudad de Buenos Aires son más de 360 mil compañeros que no tienen vivienda. Dentro de eso está la villa 20, con 7 mil habitantes sin vivienda, alquilando una piecita de 3 por 3 metros. En la casa que se quemó viven 6 familias” afirmó Diosnel Pérez, referente de los vecinos del barrio e integrante del MTD de Lugano.
El aumento de la inversión en construcción de edificios1 apunta a las viviendas para ricos y a la especulación inmobiliaria.

Al servicio de los negociados
“Dicen que no hay plata en la ciudad y la Argentina, pero cómo no va a haber si hay para batir el récord, de construir un estadio en tres meses y gastar 16 millones de dólares. Para eso sí hay plata. ¿Para los pobres cuándo?”, se pregunta Lourdes, que vive en la Villa 20. El problema no es Nalbandián, pero la falta de vivienda en el Sur es demasiado grande como para entender el megaestadio. En las escuelas de la zona quedaron este año 5000 pibes sin vacantes y hace 20 años los vecinos reclaman un hospital. Con el mismo dinero que se gastó para que el equipo de tenis humille a Australia y Telerman haga ‘la ola’, se podrían haber construido no sólo viviendas, sino 30 polideportivos para los chicos de la zona. Por eso Teodora, de la Villa 20 de Lugano, está convencida que “si hay plata para este estadio tiene que haber para solucionar los problemas de vivienda, educación, salud y trabajo”.
Ya hace 134 años en su “Contribución al problema de la vivienda” (1872), Engels afirmaba que “el Estado no es otra cosa que el poder organizado conjunto de las clases poseedoras (...) dirigido contra las clases explotadas (...) Lo que los capitalistas (...) tomados individualmente no quieren, su Estado no lo quiere”. Kirchner, demostrando lo correcto de este análisis, utiliza el superávit fiscal para subsidiar a los grandes empresarios y lleva adelante obras de infraestructura (caminos, autopistas), para que estos puedan trasladar sus mercancías, pero no se ocupa de destinar recursos a la construcción de viviendas populares.
Por su parte Telerman consiguió que la legislación acelere los desalojos de viviendas y de los asentamientos precarios y avanzó con los proyectos faraónicos que administra la Corporación del Sur, dirigida por el menemista Enrique Rodríguez. Un ejemplo es el estadio de tenis, situado en medio de varias villa de emergencia y asentamientos.
Telerman sigue con su campaña proselitista en medio de tires y aflojes con el kirchnerismo. Y mientras acumula 2.000 millones de pesos en el Banco Ciudad, junto al gobierno nacional coinciden en transformar la Ciudad en un paraíso para los empresarios inmobiliarios, turísticos y del juego.
Por su parte, la oposición patronal de Macri, Lavagna, radicales y duhaldistas, muy preocupados por las “instituciones”, hacen la vista gorda ante este avasallamiento de los sectores más humildes.
Por eso los vecinos de Lugano fueron a reclamarle a Telerman en medio del ‘match’ con Australia. Pero fueron frenados por un vallado policial y tuvieron que regresar al barrio, porque la casa de uno de los vecinos que lidera la lucha por vivienda se prendió fuego. Roberto Bernal, el dueño, denunció a La Verdad Obrera que fue intencional. “estamos reclamando vivienda populares, por eso algunos estamos recibiendo amenazas de muerte. Yo soy el vecino que me prendieron fuego la casa. Siempre pasa con los gobiernos de turno: cuando inquieta mucho al gobierno, pasa esto”.

Una salida
En la obra citada, Federico Engels afirmaba que “Ya hoy existen en las grandes ciudades edificios suficientes para remediar enseguida, si se les diese un empleo racional, toda verdadera “penuria de vivienda”. Esta afirmación sigue teniendo vigencia; sólo en la Ciudad de Buenos Aires hay 127.000 viviendas desocupadas. Expropiando las mismas y entregándolas a quienes las necesitan se remedia en gran parte el problema, y con un plan de obras públicas se puede avanzar en solucionar el déficit habitacional (así como se construyó el estadio de Parque Roca).
Los trabajadores y sectores populares debemos luchar contra los desalojos, este es el primer paso para luchar por la expropiación sin pago de las casas deshabitadas y de las grandes propiedades inmobiliarias, empezando por las de la Iglesia y un plan de viviendas para todos.

(1) 23,7% en el 1° semestre de este año comparado con el mismo período de 2005, según un estudio de la Universidad Argentina de la Empresa.

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