En esta semana la bronca y el descontento que recorre las escuelas por los (ya) bajos salarios licuados por la inflación, las pésimas condiciones de infraestructura en la que se enseña y se aprende, los miles de docentes que aún no cobraron su salario desde marzo y los pibes que se quedan sin comer en las escuelas a causa de la falta de pago a proveedores se expresó en forma contundente. El paro convocado por el Frente Gremial para días 23 y 24 fue masivo en toda la provincia.

En declaraciones a los medios los ministros de Scioli, Nora de Lucía, Cuartango y Alberto Pérez, afirmaron que la huelga es “inoportuna” y “exagerada”, que no habrá ningún tipo de aumento y que los paros serán descontados. La racionalidad que piden es la receta noventista del achique del presupuesto (como vemos con el proyecto de presupuesto 2013, donde no contempla el aumento salarial para los trabajadores), mientras siguen subsidiando a las patronales del juego, y beneficiando a patronales de la industria y el campo sin aumentar impuestos a los que más tienen.
 
¡Basta de divisiones por arriba!

El día en que ya la CTA Micheli había convocado a una movilización en Capital en rechazo a la antiobrera ley K de riesgos de trabajo, a Baradel no se le ocurrió “mejor idea” que convocar una movilización en La Plata, al Ministerio de Desarrollo Social y a Casa de Gobierno. Como ya había pasado en el conflicto del aguinaldo, las conducciones hacen gala de una política divisionista que impide unificar un plan de lucha conjunto de docentes y estatales. Por su parte, el gremio UdocBA llama a parar los días 25 y 26, generando aún más división.

Desde la Lista Marrón participamos de ambas movilizaciones. En el acto frente al Ministerio de Desarrollo Social tomó la palabra la compañera Lorena Timko-delegada general de la Junta Interna de ATE e integrante de la Marrón- quien denunció el vaciamiento del ministerio por parte de Scioli y Mariotto, y planteó que para enfrentar el ajuste hace falta un plan de lucha unificado, sin divisiones y tomando el ejemplo de los compañeros trabajadores de la Dirección General de Cultura y Educación que frenaron el ajuste tras 11 días de huelga, con ocupación del edificio y discutiendo el plan de lucha en masivas asambleas.

Este es el camino que los trabajadores de la educación tenemos que seguir: impulsando asambleas o reuniones comunes de docentes y auxiliares, de afiliados y no afiliados, en cada escuela, organizando la bronca para transformarla en fuerza activa e imponer a las conducciones burocráticas un plan de lucha unificado del conjunto de los trabajadores estatales para frenar el ajuste.