Al gobierno del PSOE se le empieza a acabar la imagen de “izquierdista” de la que gozaba gracias a la retirada de Irak y los matrimonios homosexuales. Ya vimos la lucha de los astilleros (IZAR) contra su privatización y recientemente los mineros salieron a la calle contra el despido de 2.900 trabajadores. Las direcciones sindicales levantaron las protestas a cambio de un acuerdo que no mantiene los puestos de trabajo, a pesar de la voluntad de lucha demostrada por los trabajadores en combativas movilizaciones y enfrentamientos con la policía. Otro frente abierto es el estudiantil, en lucha contra la Ley Orgánica de Educación. PSOE, siguiendo la línea del PP, persigue la privatización de la enseñanza y la elitización de los estudios superiores. El 8 de noviembre hubo huelga de estudiantes y manifestaciones en 30 ciudades, y para el próximo 14 de diciembre se espera la segunda movilización estatal. Estos primeros pasos, junto a las luchas obreras por convenios o contra despidos, convierten en posible la idea de un proceso de movilizaciones en contra de la política del gobierno “social-liberal” de Zapatero.