Desde fines de diciembre el Astillero Río Santiago cuenta con una conducción kirchnerista1, según gusta definir el oficialista diario Página 122 una “...dupla directiva comprometida en la experiencia revolucionaria de los ‘70 –el sublevado guardiamarina Julio César Urien y el ingeniero ˜ángel Cadelli”.
Julio Urien3 fue recibido con una Asamblea General donde se votó reclamar un aumento salarial y el ingreso de los hijos de los trabajadores para cubrir los puestos que se necesitan. Pero no habían pasado 20 días de su asunción que “la dupla directiva comprometida con la experiencia revolucionaria de los ’70” se sacó la careta.
El viernes 13, convocaron por separado a la Asociación de Profesionales, al Cuerpo de Delegados y a la Seccional ATE-Ensenada, para comunicar que -basados en un supuesto informe de una auditoría- comprobaron que 26 trabajadores (2 de ellos ya fallecidos) eran responsables de un manejo irregular con préstamos del ex Banco Municipal de La Plata, otorgados a trabajadores del Astillero a fines de los ’90, y que entonces esos compañeros iban a recibir el telegrama de despido con causa.
El Cuerpo de Delegados y la Comisión Administrativa de ATE-Ensenada evaluamos la situación y convocamos a una Asamblea General para el lunes 16. Ese día, delegados y dirigentes de ATE-Ensenada estuvimos a las 6 de la mañana en el portón de entrada para garantizar el ingreso de todos los compañeros y a la espera de las autoridades. En los talleres corría la noticia de que los “despedidos” estaban adentro y espontáneamente los compañeros empezaron a concentrarse frente a Dirección. A las 10 se realizó la Asamblea con la presencia de unos 600 que estaban trabajando (el resto está de vacaciones). Fue una asamblea muy tensa, quizás una de las más duras desde el ‘95, cuando despidieron a los 13 Delegados. Se rechazaron los despidos y exigimos la inmediata reincorporación. Además exigimos que la investigación no se base en investigar a los trabajadores, (como si fuéramos los responsables de la corrupción en el manejo de la empresa) sino que se abra una investigación sobre las tres últimas gestiones que pasaron por el ARS, ya que tenemos denuncias que nunca fueron escuchadas.
La agitada Asamblea resolvió: paro total hasta que se reincorporen a los compañeros y exigir respuesta a los reclamos de aumento salarial y el ingreso de los hijos de los trabajadores.
Cuando subimos a ver a las autoridades, nos recibieron Urien y su séquito, con cara de pánico, ya que la asamblea fue en las puertas de la Dirección, o sea que los gritos se oían perfectamente desde las oficinas de la presidencia.
Después de que se le informa la resolución de la Asamblea, Urien tuvo que retroceder sobre sus pasos, decidió que todos los compañeros siguen trabajando y hasta tuvo que aceptar formar una Comisión integrada por los trabajadores para investigar todas las gestiones anteriores y tener acceso a toda la información de esta gestión. En definitiva, un nuevo y contundente triunfo de los trabajadores del Astillero, fieles a su historia.

1 Tradicionalmente la conducción del ARS siempre estuvo en manos de funcionarios duhaldistas y últimamente de Felipe Solá.
2 Página 12 del 16 de enero.
3 “El Capitán Montonero” como se hace llamar Julio Urien, era un guardiamarina que se sublevó apoyando el regreso de Perón en el 72 y fue dado de baja. Kirchner lo reincorporó a la Armada con retiro efectivo con bombos y platillos.
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El “flaco” Cadelli avaló a la patronal

El “flaco” Cadelli, es un oportunista de los que abundan en la Verde, y dice de sí: “... A mí siempre me trataron como ese zurdo hijo de puta, el trotsko, el pelado de mierda, anarquista, quilombero. (...). En una discusión dentro del Ministerio de Economía provincial, en otros tiempos no tan lejanos, los buches de la Bonaerense me dijeron -vos sos el treinta mil uno, el que se nos escapó...” 1.
Cadelli había sido votado por los trabajadores del Astillero como Gerente Comercial de la gestión a la que hoy acusan de las irregularidades por las que intentaban justificar los despidos de los 26 compañeros y hoy se presenta como “el vicepresidente de los trabajadores”.
Cuando pidió la palabra en la asamblea, la mayoría suponía que iba a defender a los despedidos. Pero no, habló para justificar y defender la decisión antiobrera de la dirección. Los que intervenimos después no sólo reflejamos nuestra indignación sino la de un importante sector de trabajadores que repudió su actitud y le endilgó ¡con justa razón! insultos de todo tipo y color. Los chiflidos y puteadas mostraron el desprestigio que Cadelli consiguió en sólo unas semanas de gestión.

1 Página 12 del 16 de enero.
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Una de las fábricas más combativas del país

La respuesta de los trabajadores del Astillero pone de manifiesto que su historia de lucha está plenamente vigente. Pese a las enormes ilusiones en el gobierno, basadas no sólo en la demagogia kirchnerista sino en la coyuntura favorable al Astillero1, se ve que no nos olvidamos de cómo responder a un ataque directo.
Nuestro Astillero tiene el orgullo de ser la única fábrica que Menem y Duhalde no pudieron privatizar gracias a su lucha. También está la pelea por la reincorporación de los 13 delegados, por la defensa de los contratados, bandera que sostuvimos desde el ‘96 hasta marzo del año pasado cuando terminaron de pasar los últimos a planta.
Desde la agrupación La Marrón nos sentimos orgullosamente parte de esta historia. Un viejo compañero, después de la Asamblea donde se informó la reincorporación de los compañeros, se me acerca y me dice: “Te felicito por la asamblea...te voy a decir algo, pero no te agrandes: La Marrón es la única agrupación de izquierda, que en los últimos dos años viene ganándose la confianza de la gente y la vienen acertando en todo...”. Exagera, aunque no se equivoca. Estuvimos en la primera fila de la lucha contra la privatización. Jugamos un importante papel en la pelea contra el despido de los 13 delegados. Fuimos la única agrupación que quedó sola defendiendo a los contratados en el ‘96 cuando el resto de la izquierda le dio la espalda. En el mismo año quedamos solos defendiendo el Cuerpo de Delegados, cuando De Gennaro decidió liquidarlo y todas las agrupaciones le claudicaron a las elecciones por listas sábanas. En el 2004 impulsamos la recuperación del actual Cuerpo de Delegados. También ese año quedamos solos, contra toda la burocracia, la Azul y Blanca, la Verde, la CCC y el MST, que impulsaban el cambio de la figura jurídica del Astillero, para transformarlo en una Sociedad del Estado; se realizó un plebiscito donde el 70% de los trabajadores apoyó nuestra posición de rechazar la Sociedad del Estado. Durante el 2004/05 impulsamos los aumentos salariales y terminamos el 2005 encabezando la propuesta del nuevo reclamo salarial, abriendo un debate sobre la necesidad de dejar de hacer horas extras y pelear porque un ayudante gane el equivalente a la canasta familiar, además de los reclamos de que sean nuestros hijos los que cubran los primeros puestos de trabajo. Además hemos impulsado en el Cuerpo de Delegados, la participación en los distintos conflictos que hubo en el país, como el Subte, Garrahan, LAFSA, de la Salud de Neuquén, Zanon, Brukman, Bauen, y la participación como observadores del Cuerpo de Delegados en el Encuentro Obrero del 2 de Abril.
La historia de La Marrón, de la que nos sentimos orgullosos, es parte indisoluble de la historia de lucha de los trabajadores del Astillero.

1 Producto de la reactivación de la industria naval a nivel internacional se abre la posibilidad de que haya continuidad laboral hasta el año 2010 o más.